Bajo la impronta de la reflexión crítica y el activismo por la cinefilia, Sala Sazié-Cineclub, una alianza entre la Cineteca de la Universidad de Chile y la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, se propuso durante este mes de mayo realizar un nuevo ciclo de cine con prolíficas películas francesas, italianas y británicas como “Tout va bien” de Jean-Luc Godard, "Opera" de Dario Argento, "La rosa de hierro" de Jean Rollin y “Las novias de Drácula” de Terence Fisher bajo la producción de la prestigiosa Hammer Films.
“Tout va bien” fue la primera obra del mes exhibida por el Cineclub con el objetivo de conmemorar los 50 años de la revolución de mayo del ‘68. Para Luis Horta, coordinador de la Cineteca de la U. de Chile, Godard continua trabajando bajo una perspectiva emancipatoria y por lo tanto lleva a los y las espectadoras a un constante ejercicio de cuestionamiento sobre una sociedad chilena sustentada en un modelo neoliberal.
“¿Cuál es la naturaleza de una imagen construida desde la globalización? ¿Qué ocurre después de las revueltas sociales? El desprestigio de las instituciones, la falta de credibilidad y las fracturas al interior de los grupos políticos -sean del ala que sean-, configuran las perspectivas analíticas de esta obra de Godard y nos parece pertinente repensar nuestra propia realidad a partir de lo que gatilla una película como esta”, aseguró Horta.
Para Valentina Ávila, coordinadora de Sala Sazié-Cineclub y moderadora de los foros del ciclo, un aspecto fundamental de “Tout va bien” tiene que ver con el desplazamiento histórico que se produjo al ver esta película, cuyas principales reflexiones llevaron de golpe al contexto actual de movilizaciones que lideran las estudiantes en Chile.
“Cuando hablamos de mayo del ‘68 o de nuestros movimientos sociales en Chile, estamos siempre ante una situación compleja en donde no podemos hablar de la sociedad como una unidad propiamente tal, sino que más bien de distintas capas de comprensión en torno a los procesos que vive la comunidad. En el caso de la realidad chilena nos encontramos con un movimiento feminista trabajando por demandas muy importantes, pero también con personas que no comprenden el sentido. Nos encontramos con choques culturales importantes, con choques generacionales, con distintas concepciones de la educación”, aseguró Ávila.
“Opera”, "La rosa de hierro” y “Las novias de Drácula” se tomaron los martes de las últimas tres semanas de mayo para reivindicar el cine de horror que, según Horta, “es posiblemente uno de los campos más marginales y marginados dentro de la producción industrial”. En ese sentido, releer sus mecanismos de producción resulta atingente “en diálogo con las claves simbólicas que se ubican en ellas: la naturaleza humana y su condición de fragilidad”.
Siguiendo su propósito inicial, la Sala Sazié-Cineclub continúa abriendo espacios a aquellos “cines del mundo” que no han tenido lugar en las grandes pantallas comerciales y que en muchos casos son parte del patrimonio cultural global. Valentina Ávila explicó que el objetivo se centró en rescatar uno de los grandes trabajos de la productora Hammer Films debido a que fue la cuna de actores y directores de cine que posteriormente consolidaron sus carreras a nivel internacional, y muchas de sus películas se convirtieron en grandes referentes para los espectadores entre los años ‘50 y ‘80.
Por otro lado, el valor intrínseco de este tipo de películas –algunas consideradas dentro del “cine de culto”– radica en que a partir de ellas se desprenden otros elementos relevantes que subyacen a su misma narración y que son importantes de analizar. Ávila explica que aquellos elementos pueden ser “representaciones de la comunidad, perspectivas en torno a la vida y la muerte, la figura de la ‘mirada forzada’ como exacerbación de sentido, simbolismos sobre la sexualidad, etc”.
Sala Sazié – Cineclub estrenará en junio un nuevo ciclo de cine titulado “Emancipación y visualidades femeninas”, con un homenaje a Gloria Camiruaga, una de las más destacadas exponentes del video arte chileno, y una muestra de Todd Solondz, autor contemporáneo reconocido por centrar sus temáticas en la subjetividad femenina. Las funciones serán exhibidas todos los martes del mes a las 19 horas en la Casa Central de la Universidad de Chile.