Ciclo en conmemoración de los 45 años del Golpe de Estado:

Niñez y dictadura: una reflexión urgente que recoge la U. de Chile

U. de Chile inaugura ciclo que reflexiona sobre niñez y dictadura
Claudio Nash, coordinador académico de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile.
Claudio Nash, coordinador académico de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile.
Alicia Salomone, directora de Postgrado y Postítulo de la Universidad de Chile y académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
Alicia Salomone, directora de Postgrado y Postítulo de la Universidad de Chile y académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades.
María Rosa Verdejo, directora de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE.
María Rosa Verdejo, directora de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia, PIDEE.
El panel inaugural "Niñez y dictadura" dio inicio a este ciclo que se realizará todos los jueves de agosto en la U. de Chile.
El panel inaugural "Niñez y dictadura" dio inicio a este ciclo que se realizará todos los jueves de agosto en la U. de Chile.
Cientos de personas llegaron hasta la Sala Eloísa Díaz de la Casa Central, donde se realizó esta primera jornada.
Cientos de personas llegaron hasta la Sala Eloísa Díaz de la Casa Central, donde se realizó esta primera jornada.

El ciclo fue inaugurado el jueves 9 de agosto por Claudio Nash, coordinador académico de la Cátedra de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, Alicia Salomone, directora de Postgrado y Postítulo de la Universidad de Chile y académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades y María Rosa Verdejo, directora de la Fundación para la Protección de la Infancia Dañada por los Estados de Emergencia (PIDEE).

El ciclo es fruto del vínculo de iniciativas y el esfuerzo colectivo de tres diplomas de Extensión que se realizan en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile: “Violencia Política, Memoria y Producción Cultural en América Latina” y “Cultura, Política y Sociedad en América Latina, siglo XX”, coordinados por el Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos, y “Literatura para Infancia, Adolescencia y Juventud” del Departamento de Literatura, junto al Proyecto Fondecyt 1180331 “Representaciones de la memoria transgeneracional en producciones artístico-culturales de hijos y nietos en países del Cono Sur. 1990 – 2017”; en conjunto a  la Cátedra de Derechos Humanos de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones y la Fundación (PIDEE).

Para Claudio Nash esta instancia es un espacio relevante para reformular un llamado que ha hecho la Cátedra de Derechos Humanos y que aún no ha sido acogido por el Estado: la urgencia de crear una comisión de verdad histórica respecto de niñas, niños y adolescentes bajo custodia del Estado. “Así como hay que reconstruir la historia de la dictadura, hay que reconstruir la historia de violaciones de derechos humanos de niñas, niños y adolescentes bajo nuestro sistema democrático”, explicó el académico.

Alicia Salomone se refirió a la importancia de visibilizar las experiencias de la niñez y su reconocimiento no solo como víctimas, sino que como sujetos políticos que forman parte de la construcción del entramado histórico y presente. En este sentido, destacó la relevancia de “abordar desde una mirada crítica que conecte el presente con la historia pasada, sobre todo con las reflexiones en torno a las experiencias colectivas y personales que traman la memoria social chilena de los últimos 45 años”.

Por su parte, María Rosa Verdejo, directora de PIDEE, destacó la importancia de comunicar sobre el ejercicio y educación en Derechos Humanos y de asumir críticamente la invisibilización de las niñas, niños y adolescentes en dictadura. De igual modo, señaló que la deuda que mantiene el país en este ámbito, con un sistema en crisis, es materia a abordar en espacios de reflexión como este. Conocer y reconocer nuestra historia junto a la “necesidad de la existencia de una ley de protección integral de los derechos de niños y niñas para que así sean reconocidos como sujetos de derecho”.

Un lugar para decir y para decirse

En el panel inaugural “Niñez y dictadura”, Nancy Nichols, doctora en sociología por la Universidad de Essex, compartió las reflexiones de un trabajo interdisciplinario que realizó con 13 adultos que vivieron la represión luego del Golpe de Estado y en las jornadas de protesta en los años ochenta. ¿Cómo se enteraban de la existencia de una dictadura? Desde la niñez, una mezcla de escuchas a la conversaciones de los adultos e imaginación. “En ese tiempo los niños no existían mucho. Uno estaba por ahí, parando la oreja siempre. Los adultos no trepidaban en hablar cosas delante de los niños. Porque los niños no existen. Si uno escuchaba de todo y eso también impresionaba porque eran muertos. Y uno se imaginaba. Hablaban de muertos en el Mapocho, en las calles”, citando uno de los testimonios.

“En los días posteriores al Golpe, los niños y niñas van tejiendo una suerte de urdimbre compuesta por imágenes de lo que sucedía, por fragmentos de estas conversaciones de los adultos. Imaginación e interpretación propia que les permite, de alguna manera, dar sentido a lo que se está viviendo, que se calibra como algo de gruesa dimensión, como algo violento, que está trastocando la cotidianidad y que está provocando mucho temor”, detalló Nichols.

En la segunda intervención, Gloria Maureira, psicóloga de la Fundación PIDEE, abordó aspectos de la niñez que sobrevivió al horror de la dictadura. “La legitimidad de las emociones, su reconocimiento como válidas es lo que nos permitirá hacer el traspaso a otras emociones y no quedarnos atrapados en la ira legítima”, indicó. 

"Con los niños aprendimos que tenemos que reparar sus vidas para que entre en ellos gesten la alegría, la esperanza y también para que su historia sea su historia. Sin mentiras ni secretos. Hay que sanarse emocionalmente para seguir luchando con fuerza y claridad y así hacernos cargo de nuestra historia”, dijo Maureira.

En la última palabra, Anahí Troncoso, coordinadora del diploma "Literatura para Infancia, Adolescencia y Juventud”, hizo una serie de críticas a la visión adultocéntrica de la historia desde el análisis literario. “La conformación de un espacio de resguardo en el que los niños y niñas puedan sentirse seguros u oídos es un requisito básico para que puedan expresarse, especialmente si lo que deben manifestar emana del dolor y la confusión. Cuando el contexto político y social es hostil, una de las consecuencias más evidentes es que no tienen un lugar para decir ni para decirse”, manifestó.

“Cuando se es niña y niño en contexto de violencia la existencia de espacios de atención, escucha y reparación constituye una tarea urgente”, enfatizó.