Desde la llegada del coronavirus al país, los distintos dispositivos de Atención Primaria de Salud (APS) se encargaron de liderar el trabajo de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento (TTA), estrategia que ha permitido prevenir focos de contagio mediante la búsqueda activa de casos y la trazabilidad de contactos estrechos de cada caso positivo para COVID-19.
Sin embargo, pese a su importancia en el control de la pandemia, este jueves 30 de septiembre la autoridad sanitaria definió modificaciones a la estrategia orientadas a delimitar el rol de la Atención Primaria en esta actividad. Este cambio fue informado por medio de una resolución enviada a los distintos niveles del sistema de salud nacional y consiste -básicamente- en la suspensión de financiamiento a la aplicación de esta estrategia desde los servicios municipales.
Esta situación encendió las alarmas, tanto en los equipos de salud como entre las y los expertos en el tema, ya que -pese a que la situación epidemiológica es favorable en el país- aún sigue habiendo casos de COVID-19 y el recorte del presupuesto afecta directamente a los funcionarios de la salud de la Atención Primaria, ya que no se sabe qué pasará con los recursos destinados a pagar sus sueldos, ni tampoco sobre las acciones que se desarrollarán para garantizar el aislamiento de las personas contagiadas.
Desde el voluntariado ciudadano de la estrategia TTA de la Universidad de Chile, advierten que estas señales son contraproducentes frente a la situación actual de la pandemia. Y es que pese a la baja en las cifras de nuevos contagios, en este momento resulta fundamental reforzar la estrategia para evitar una eventual tercera ola.
La académica del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar, Viviana Ulloa, señala que es un grave error quitar el financiamiento y delimitar el trabajo que se ha estado realizando, porque el personal de salud se ha capacitado para realizar las actividades propias del testeo, la trazabilidad y el aislamiento. Además, sostiene que la mantención de estos equipos, al no contar con un financiamiento ministerial, es muy difícil para municipios de menores recursos.
“No hay que olvidar que la estrategia de TTA es una medida reconocida a nivel internacional y que es absolutamente eficiente para la contención de la pandemia. Independiente de la baja de casos, aún estamos en pandemia y es fundamental mantener la alerta en el sistema de salud que permita controlar los focos de contagio”, enfatiza la profesora Ulloa.
Para el coordinador de la estrategia de trazabilidad de la comuna de Buin y médico de familia de la Universidad de Chile, Dr. Camilo Becerra, estas acciones debilitan el trabajo que se ha realizado desde la Atención Primaria para enfrentar a la pandemia. Asegura, además, que el recorte financiero podría poner en peligro los apoyos para que las personas puedan hacer cuarentena y no tengan que salir de sus casas como, por ejemplo, la entrega de alimentación y artículos de higiene.
“Para el cumplimiento de estas funciones, han sido esenciales los equipos locales en atención primaria. El término de las acciones de seguimiento trae como consecuencia un debilitamiento de estas tareas, un inminente aumento de los contagios en familias, escuelas y trabajos, con el posterior colapso de la red sanitaria”, mencionó el Dr. Becerra.
Actualmente, en Chile hay 4.295 casos activos de coronavirus. Llevar adelante la estrategia de TTA, de la cual los dispositivos de APS eran responsables, implica tener las herramientas para poder aplicar correctamente la estrategia en cada caso positivo: trazar a todas las personas con las que se tuvo contacto para realizar una búsqueda activa de casos (BAC), aislar a estas personas y mantener una vigilancia del cumplimiento de la cuarentena, además de apoyar con diversos servicios de alimentación e higiene para asegurar su cumplimiento y contener los posibles nuevos casos.