Si bien no hay claridad respecto a qué es lo que causa el llamado “Long COVID” o “COVID persistente”, lo cierto es que una reciente investigación realizada por la Universidad de California en Los Ángeles, Estados Unidos, reveló que el 30 por ciento de las personas tratadas por Coronavirus desarrollaron secuelas a largo plazo.
La viróloga y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Vivian Luchsinger, explica que dicha condición “se refiere a la persistencia de síntomas. Para algunos después de las cuatro semanas de la infección, desde que comienzan los síntomas de los pacientes, para otros después de tres meses del inicio de síntomas”. Además, plantea que pueden persistir por meses algunos síntomas. Entre ellos, dice, están “fatiga, dolor de cabeza, toráxico, articular. Otros presentan problemas en la concentración, pérdida de memoria”.
Por su parte, Eduardo Tobar, profesor del Departamento de Medicina Interna Norte del Hospital Clínico de la U. de Chile (HCUCH), señala que “hay algunos factores de riesgo que parecen predecir qué pacientes tienen más riesgo de hacer “Long COVID y tienen que ver con que han tenido formas más graves de la enfermedad, que han estado hospitalizados. En mujeres, también está descrito ser más frecuente y eventualmente también en fumadores”.
El académico de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello afirma que “lo que nosotros vemos -que es diferente del COVID persistente- es que en pacientes que tienen formas graves, que llegan a la UCI, que requieren soporte con ventilador, hospitalización prolongada y que afortunadamente logran sobrevivir, pueden hacer otra condición, que se conoce como síndrome post UCI y también afecta diferentes dominios de la salud".
¿Por qué se puede desarrollar “COVID persistente”?
“No está clara cuál es la razón, pero se cree que puede estar involucrado uno de los fenómenos que produce el SARS-CoV-2, que es la alteración de la coagulación, entonces producen trombos o coágulos en algunos vasos sanguíneos y eso puede estar dañando diferentes tejidos”, dice la viróloga Luchsinger.
Asimismo, sobre la duración o posible extensión de esta condición, el doctor Tobar dice que la evidencia plantea que “hay casos reportados seis meses, hasta un año, entonces no me extrañaría que a medida que van pasando los meses y los años desde los inicios de la primera ola, los reportes se vayan consolidando y después superemos el año de duración”.