Fondo Valentín Letelier

Favet inaugura huerta agroecológica con ceremonia mapuche

Favet inaugura huerta agroecológica con ceremonia mapuche

La situación sanitaria que vivió el mundo entero por la pandemia de Covid-19, especialmente la comuna de La Pintana, donde aumentaron los niveles de vulnerabilidad, motivaron la generación de esta iniciativa intercultural que ha sido guiada por integrantes de la Asociación Mapuche Taiñ Adkimn y coordinada por el equipo de la Dirección de Extensión y Vinculación con el Medio de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile.

El cierre oficial del proyecto fue encabezado por la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, quien estuvo acompañada por el decano de Favet, José Manuel Yáñez; la directora de Extensión y Vinculación con el Medio de la unidad académica y líder de la iniciativa, Javiera Cornejo; el senador universitario y coordinador académico de la Cátedra de la Agricultura Campesina y la Alimentación, Claus Köbrich; el director de Extensión de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones, Fabián Retamal; la alcaldesa de la Ilustre Municipalidad de La Pintana, Claudia Pizarro; y dirigentes de la Asociación Mapuche Taiñ Adkimn, María Hueichaqueo y Pedro Valenzuela.

Asimismo, el encuentro reunió a miembros del plantel académico, personal de colaboración y estudiantes de Campus Sur, principalmente de Favet, y representantes de la comunidad mapuche Taiñ Adkimn.

“Llevamos una relación de larga data, más de diez años trabajando en conjunto con la asociación mapuche Taiñ Adkimn. Hay un vínculo muy importante también con la comuna de La Pintana, por lo tanto, es un lazo tripartito que se ha ido enriqueciendo con diferentes iniciativas: está el Curso de Formación General y el Curso Electivo sobre interculturalidad, por ejemplo. Y tenemos ahora esta huerta y este servicio de salud que trasciende nuestra universidad, traspasa nuestros muros, impactando a nuestros vecinos y vecinas de la comuna”, sostuvo el decano Yáñez, destacando que en la comuna de La Pintana habría un 16% de la población que se reconoce como mapuche.

El proyecto, donde convergen diferentes disciplinas, ha contribuido en la rehabilitación integral de pacientes del Centro de Salud intercultural Kintu Rayen, mediante el acondicionamiento de una huerta en Mundo Granja donde se cultiva lawen, que contempla plantas medicinales y alimentos tradicionales, bajo prácticas agroecológicas amigables con el medio ambiente y en línea con los principios de sustentabilidad de la facultad.

“Había un espacio justamente al lado de la huerta antigua que estaba ahí como una oportunidad para poder ampliarlo, por lo que bastaba un poco de financiamiento, energía de los estudiantes y de organización para armar un proyecto que fuera en esta línea y que tratara de recuperar un poco el vínculo que hemos perdido como seres humanos con la naturaleza; de generar un espacio adecuado para la reconexión natural con las hierbas medicinales y con el espacio sagrado que tiene que ver con el momento de conectar con la naturaleza”, explicó Juan José Toro, coordinador de Extensión y Vinculación con el Medio y de Sustentabilidad de Favet, quien estuvo a cargo de la ejecución del proyecto.

El equipo de la iniciativa “Faro agroecológico Kintu Rayen” estuvo compuesto, además, por Constanza Jiménez, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales de la Universidad de Chile, la profesora Rebeca Kanter, de la Facultad de Medicina, representantes de la Asociación Mapuche Taiñ Adkimn, y el equipo de Mundo Granja de Favet.

Por su parte, Fabián Retamal afirmó que “los fondos Valentín Letelier están hechos para que la comunidad universitaria, ojalá en una perspectiva triestamental, puedan desarrollar iniciativas que vinculen el quehacer universitario con la comunidad y, además, que en esa vinculación se dé un trabajo bidireccional. Es decir, que no solamente ofrezcamos, sino que también podamos aprender del trabajo de vinculación con comunidades. En este sentido, me parece que los fondos tienen que seguir potenciando proyectos que van en esa dirección. Además, este tiene el doble mérito de estar en un territorio donde la Universidad tiene un campus. Por lo tanto, esperamos que los fondos Valentín Letelier puedan seguir desarrollándose, siguiendo el ejemplo de este proyecto”.

En la huerta agroecológica Kintu Rayen se pueden encontrar especies nativas como palqui, culén, matico, ajicillo, pingo pingo; e introducidas como melisa, romero, ajenjo, cedrón, llantén, orégano, lavanda y caléndula, entre otras; las cuales están a disposición de la comunidad a través del Programa de Salud Intercultural de la Asociación Mapuche Taiñ Adkimn o por colecta individual con previa autorización.

En este sentido, la alcaldesa Pizarro agradeció la iniciativa porque mantiene viva la cultura del país y la biodiversidad. “Estamos frente a una armonía de diversidad entre plantas y es tan importante poder replicar esta tolerancia a la diversidad entre seres humanos. Soñamos que todo lo que está en el territorio de La Pintana se traspase a los vecinos; hemos instaurado una relación mucho más estrecha con los decanos que están aquí en la comuna y esperamos que esto se siga manteniendo en el tiempo. Nuestra colaboración está totalmente disponible para seguir uniendo el trabajo de la academia y la investigación con la comunidad y esperamos seguir haciendo mucho más”, argumentó.

La actividad de cierre oficial del proyecto comenzó con una rogativa mapuche, llellipun, dirigida por la machi de la asociación, primero frente al canelo como árbol sagrado y luego en la huerta para atraer buenas energías y liberar tanto el espacio, como a las personas, de las malas vibras. Asistentes de los tres estamentos siguieron con entusiasmo la ceremonia, recorrieron la huerta y compartieron un matetun dentro de la ruka de Mundo Granja.

Una experiencia significativa que emocionó a las y los presentes, incluyendo a la rectora Devés, quien en sus palabras de cierre relevó la motivación del proyecto y de su equipo de trabajo. "El Fondo Valentín Letelier fue creado con este enfoque triestamental. Ese fue el espíritu y creo que, si bien cada proyecto que se realiza tiene esa marca, éste es tal vez el que llega más lejos, porque tiene voluntad de diversidad, trascendencia e impacto. Es una iniciativa muy importante, pues nos ayuda también a avanzar hacia una Universidad más intercultural, en línea con la formación integral que proponemos en nuestro modelo educativo", concluyó.