Patologías asociadas al envejecimiento

Prof. Guillermo Díaz realiza investigación para inhibir la respuesta inflamatoria en enfermedades crónicas

Prof. Guillermo Díaz investiga respuesta inflamatoria en enfermedades

El envejecimiento es la pérdida gradual y normal de las funciones del ser humano, entre ellas las físicas funcionales o cognitivas. Este proceso va acompañado de la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas las enfermedades cardiovasculares.

En la Farmacología un tópico desafiante es combatir el envejecimiento y las enfermedades asociadas a este proceso de la vida. Existe un concepto clave para entender este nuevo tipo de fármacos. Hablamos de la senescencia celular. Alude al proceso cuando las células dejan de dividirse pero no mueren, quedando en un estado irreversible de arresto celular. En el corazón, los fibroblastos cardiacos, las células encargadas de los procesos de cicatrización tisular son también responsables del desarrollo de fibrosis cardiaca. Estas células tienen una alta probabilidad de padecer este fenómeno. Una de las principales características de las células senescentes es que son altamente proinflamatorias.

Hay dos tipos de senescencia. Uno es la senescencia replicativa que es el momento cuando las células con capacidad proliferativa dejan de dividirse. Esta situación fue descrita en 1960 por el Dr. Leonard Hayflick en el llamado “límite de Hayflick”. También existe una senescencia acelerada que es inducida por condiciones de estrés, por ejemplo, los fármacos antineoplásicos, radiación UV que induce senescencia de la piel, entre otras.

La Farmacología ha innovado con fármacos llamados “senoterapéuticos”, entre los cuales destacan los fármacos senolíticos cuyo objetivo es eliminar las células senescentes; y también están los fármacos senoestáticos o senomórficos, cuya función es modificar el perfil proinflamatorio del secretoma de las células senescentes.

Si las células senescentes no se eliminan y se acumulan a lo largo del tiempo, el secretoma altamente proinflamatorio de estas células, afectará a las células vecinas y por un efecto conocido como “efecto espectador” las convertirá en nuevas células senescentes en un proceso llamado senescencia inducida por senescencia. Bajo esta condición de muchas células senescentes la respuesta inflamatoria se hace crónica dañando irreversiblemente a los órganos y conduciendo a su pérdida de función.

Resolvina, un antiinflamatorio natural

Hay que tener presente que la inflamación es una respuesta natural a los estímulos que producen daño tisular o celular, y es necesaria para activar los procesos de cicatrización. Está presente en gran parte de las enfermedades crónicas, y entre ellas las cardiovasculares como aterosclerosis, fibrosis cardiaca, hipertensión, entre otras.

El Prof. Guillermo Díaz Araya, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, ha liderado un proyecto Fondecyt, con el objetivo de disminuir la respuesta inflamatoria de los fibroblastos cardiacos senescentes, responsables del desarrollo de fibrosis cardiaca que es una patología asociadas al envejecimiento. Su trabajo se titula “Senolytic and Senostatic Drugs fot the Treatmente of Angiotensin II-induced Reactive Cardiac Fibrosis”.

El Prof. Díaz ha trabajado con un lípido prorresolutivo conocido como resolvina D1, que se presenta en situaciones inflamatorias normales. “La resolvina tiene la propiedad de actuar como antiinflamatorio frente a distintos estímulos que inducen la inflamación. En el laboratorio en un modelo in vivo de fibrosis cardiaca, el pretratamiento con resolvina D1 disminuyó la respuesta inflamatoria, y con ello la hipertensión, la fibrosis, la hipertrofia y la disfunción cardíaca”, enfatizó el académico del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica.

En síntesis, las resolvinas pueden actuar como fármacos senomórficos, ya que modifican la respuesta inflamatoria de las células senescentes.

En la investigación del Prof. Díaz participan como investigadores asociados, el Prof. Jaime Riquelme Meléndez, del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica, de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, y el Prof. Raúl Vivar Sánchez, de la Facultad de Medicina, ambos de la Universidad de Chile.