Virtuosa, carismática, versátil, talentosa y altruista, son sólo algunos de los adjetivos con los que ha sido calificada Rachel Barton Pine. Sólo algunos, porque a sus 34 años, está considerada como una de las violinistas más singulares de su generación, capaz de abordar a los clásicos como tocar en vivo con máximas estrellas del rock pesado.
Su debut sudamericano será como solista del próximo concierto de la Sinfónica de Chile que, dirigido por Michal Nesterowicz, será ofrecido este viernes 3 y sábado 4 de abril, a las 19:30 horas, en el Teatro Universidad de Chile. El programa incluye además las Cuatro Danzas Escocesas de Malcolm Arnold (ganador del Oscar por la música de la película "El puente sobre el río Kwai") y la Cuarta Sinfonía de Johannes Brahms.
Rachel Barton Pine nació en Chicago, en el seno de una familia sencilla. Tenía sólo tres años cuando se maravilló por los violines que ejecutaban estudiantes en su iglesia y manifestó a sus padres su deseo de tocar este instrumento. Aunque reticentes al principio, ellos le tomaron un profesor y a los 4 años de edad Rachel ya sabía lo que haría el resto de su vida.
A los 7 tocaba como solista con orquestas y a los 10 debutó con la Sinfónica de Chicago. En su adolescencia compitió con entusiasmo en concursos nacionales e internacionales y a los 17 años se convirtió en la intérprete más joven y la primera norteamericana en ganar Medalla de Oro en el prestigioso Concurso Internacional J.S. Bach, en Leipzig, Alemania.
Recorriendo el mundo
Motivada por su deseo de recorrer el mundo llevando su música Rachel Barton Pine llegará a Chile con su violín Joseph Guarnerius del Gesu (Cremona 1742) en un estuche negro tapizado de autoadhesivos de Metállica y AC/DC. La destacada violinista ha actuado en escenarios internacionales ante miles de personas; ha grabado 14 álbumes elogiados por la crítica entre los que destacan "Conciertos para violín de Brahms y Joachim", nominado al Grammy el año 2003 y "Fantasías Escocesas" que incluye la "Fantasía Escocesa" de M. Bruch que interpretará en su debut en Chile con la Orquesta Sinfónica.
Su afición por el rock y el heavy metal se encuentra presente en el CD "El asalto a la ciudadela" que incluye sus canciones favoritas de AC/DC; U2; Led Zeppelin, Megadeth y Nirvana, entre otros, las que ella interpreta en su particular versión.
La violinista, que ha ganado numerosos premios durante su carrera, se ha presentado como solista con prestigiosas orquestas entre ellas las Sinfónicas de Chicago, St. Louis, Dallas, Montreal, Atlanta y Baltimore; las Filarmónicas de Buffalo y Rochester y las orquestas de Filadelfia y Louisville. También ha actuado con las Sinfónicas de Viena, Nueva Zelandia y Budapest, Bélgica, Israel y Escocia, entre otras. Ha sido dirigida por maestros como Charles Dutoit, Zubin Metha y Plácido Domingo. Es además una dedicada intérprete de música de cámara y toca regularmente con su grupo, el Trío Settecento.
Su visita a Chile se concretó por intermedio del director titular de la Orquesta Sinfónica, Michal Nesterowicz, a quien conoció en Puerto Rico, cuando Nesterowicz fue invitado a dirigir a la Sinfónica de ese país y ella fue la solista de ese concierto. "Yo toqué la Sinfonía Escocesa Op. 46 de Max Bruch. Realizamos un maravilloso trabajo y me dijo que quería llevarme a su orquesta a tocar la misma pieza. Este será mi debut en América del Sur, aunque no será mi primera vez en Santiago. Para nuestra luna de miel, mi esposo tomó un crucero que comenzó en Bueno Aires y luego de una gran vuelta terminamos en Santiago donde estuvimos sólo una tarde, así que anhelamos regresar", señala la violinista.
Afirma que la Fantasía Escocesa de Max Bruch es una de sus obras favoritas y forma parte de su álbum Fantasías Escocesas para violín y orquesta. "Para esta grabación trabajé con Alasdair Fraser, uno de los grandes violinistas escoceses, quien me ayudó a identificar cada melodía popular en la pieza clásica y me enseñó como una versión original puede ser tocada por un auténtico violinista. Al incorporar la mayor cantidad de sabor tradicional escocés que he podido, he logrado mostrar las raíces de la música escocesa en lugar de acercarme solamente a la Fantasía Escocesa, Op. 46 como un concierto de un compositor alemán", dice.
"Verdaderamente esta es una obra que demuestra que la música es un lenguaje internacional ya que será interpretada por una solista americana, con un director polaco, por una orquesta sudamericana, tocando un concierto de un compositor alemán basado en música escocesa. Creo que la buena música une a gente de todas las culturas y rompe con las barreras de las distintas nacionalidades", expresó.
Embajadora de la música
Considerada una embajadora incansable de la música clásica, Rachel Barton Pine se ha empeñado en difundirla entre los jóvenes y los niños, especialmente a aquellas audiencias que no tienen acceso a esta expresión artística. Con este objetivo frecuentemente participa en charlas previas a los conciertos, realiza master classes y ofrece programas para público escolar.
Agradecida del apoyo que recibió en su formación musical, la famosa artista ha querido devolver esta ayuda realizando actividades benéficas dirigidas a ampliar el conocimiento y gusto por la música clásica ayudando a jóvenes artistas en el desarrollo de su carrera, entre otras acciones. Estas iniciativas las realiza desde su cargo en el Consejo de Administración del Instituto de Música de Chicago y la presidencia de la Fundación Rachel Elizabeth Barton.