Asimismo, destaca la escasa investigación que realizan los docentes en el sistema escolar

Experto cubano en educación detecta falencias didácticas en Chile

Experto cubano detecta falencias didácticas en Chile
Doctor Héctor Valdés
Doctor Héctor Valdés

"La labor del profesor es hacer que el currículum tome cuerpo y vida en cada niño pero en Chile hay falencias didácticas porque se ha ponderado mucho el contenido. Además, la idea de investigar no está instaurada. Son pocos los profesores que hacen magíster y la mayoría tiene que costearlos de su propio bolsillo", señaló el doctor en Ciencias Pedagógicas, Héctor Valdés, ex director del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas de Cuba y ex Coordinador del Laboratorio Latinoamericano para la Evaluación y la Calidad de la Educación, LLECE-UNESCO.


El lunes 13 de junio el profesor Valdés se reunió con un grupo de docentes universitarios y secundarios, en el marco de los encuentros y debates que lleva a cabo la Comisión de Proyecto Institucional de Educación de la Universidad de Chile. En la ocasión, dio a conocer la realidad de su país, destacando que cada provincia de la isla tiene al menos una universidad pedagógica. Añadió que los jóvenes que desean ser maestros deben someterse a una entrevista individual que mide su vocación. "El docente es uno de los profesionales más valorados en Cuba, de hecho su salario es equiparable al de un ingeniero o un médico. Por eso nos interesa detectar, a través de la entrevista, a aquellas personas que no debieran ser profesores", comentó el profesor Valdés.


Asimismo, resaltó que el sistema educacional de Cuba se mantiene conectado con las demandas diarias de las escuelas a través de la investigación, considerada un componente esencial de la formación del docente. Es más, existe un Consejo Científico Territorial que sesiona mensualmente y que trabaja con un banco de problemas pedagógicos. De allí se extraen buena parte de los tópicos que, posteriormente, son abordados en las tesis de magíster y de doctorado. En tanto, los docentes universitarios también deben hacer investigación, ya que se les evalúa no sólo por sus capacidades docentes, sino también por sus habilidades indagatorias que están centradas principalmente en los principios y funciones didácticas de las especialidades. "La disciplina es un pretexto para moldear el alma, por eso es imprescindible conocer la teoría de la educación, cómo se forman los valores y la personalidad".


En cuanto a la formación práctica, el profesor Valdés señaló que desde el año 2000 Cuba aplica una política educativa de integración entre la provincia y las universidades. Estas últimas han asumido la responsabilidad de acompañar a sus egresados permanentemente. "La idea es que si usted formó a estos docentes tiene que encargarse de ellos para siempre. Antes lo hacíamos por uno o dos años, pero resultó ser insuficiente. Por eso los académicos universitarios hacen visitas permanentes a las escuelas".


Aclaró que ello permite hacer evaluaciones, resolver falencias y remediar los problemas detectados: "Esto ha ayudado a mejorar la calidad de la educación y en el caso de que se encuentre algún profesor que no está realizando bien su trabajo, se le ofrece un año sabático, con sueldo, para que se recicle y aprenda a ser un buen docente".
Además, añadió que el hecho que el académico asista a las clases de sus exalumnos lo confronta con sus propias deficiencias en la enseñanza de los contenidos disciplinarios y de didáctica.

Héctor Valdés señaló que en Cuba los profesores que imparten clases entre primero y cuarto año no están especializados, en cambio aquellos que hacen docencia entre quinto y octavo año tienen dos áreas de trabajo: Ciencias y Humanidades. Finalmente, el profesor Valdés enfatizó que "el rey de la escuela es el niño, no el profesor".