Tiene que dar respuesta a los dilemas reales del mundo escolar

Una formación docente continua es imperativa en el contexto actual

Una formación docente continua es imperativa en el contexto actual

"La educación continua es una necesidad en sí misma que no deriva de las debilidades de la formación inicial, sin perjuicio de que a menudo esta realidad también deba asumirse", señaló Carlos Eugenio Beca, ex director del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigación Pedagógica (CPEIP) del Ministerio de Educación y, actualmente, miembro del comité académico del Programa para Educación Continua para el Magisterio (PEC) de la U. de Chile, quien fue invitado a participar en lunes 20 de junio en la reunión de la Comisión de Proyecto Institucional de Educación de la Casa de Bello.

El profesor Beca añadió que en el contexto de un mundo globalizado en el que varían las formas de aprender de los niños, jóvenes y adultos, así como sus maneras de relacionarse entre sí y con los medios tecnológicos, la necesidad de formación continua de los docentes se hace más imperiosa. "No sacamos nada con mejorar la formación inicial si no nos preocupamos de la educación continua durante todo el proceso, para ello los profesores debieran tener el tiempo y los recursos necesarios para seguir profesionalizándose", dijo.

De hecho, resaltó, los países que son admirados mundialmente por contar con sistemas educativos exitosos centran su atención en fortalecer la profesión docente. Ello lo logran atrayendo buenos postulantes a la formación pedagógica, ofreciendo programas exigentes y de gran calidad, estimulando su permanencia en los puestos de trabajo mediante el reconocimiento y la valoración social de la tarea docente, y estableciendo remuneraciones dignas y condiciones laborales que favorecen su desarrollo profesional.

Eso sí, apuntó el profesor Beca, la formación continua tiene que situar el aprendizaje en el contexto escolar, es decir, debe dar respuesta a dilemas reales que el docente enfrenta a diario. Asimismo, tiene que centrar sus estrategias en un sistema de aprendizaje colaborativo, en el cual la reflexión y el intercambio entre pares resultan vitales. De igual manera, debe velar porque se articule apropiadamente el conocimiento teórico y práctico, disciplinario y didáctico.

"En el sistema chileno hay una buena disposición de los profesores a perfeccionarse, mientras que la oferta académica es bastante amplia, ya sea por efecto de las políticas públicas o iniciativas particulares", comentó Carlos Eugenio Beca.

Sin embargo, añadió, falta una carrera profesionalizante, hay efectos perversos a causa de la asignación de los perfeccionamientos y se registran acciones discontinuas dependientes de recursos públicos y proyectos institucionales. "También se detecta una desvinculación entre formación y práctica, escaso tiempo de reflexión pedagógica y trabajo colaborativo, y una prioridad más bien baja para la formación continua en las universidades. Por lo mismo, se hace necesario unir esfuerzos entre universidades que, por vocación y experiencia, se comprometan a brindar una formación continua de calidad que sea relevante para las escuelas, liceos, docentes y directivos de la educación pública", resaltó.

PEC sigue creciendo
En tanto, Iván Páez, quien es el coordinador ejecutivo del PEC, organismo que depende de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la U. de Chile, detalló que el trabajo que el PEC viene realizando se ajusta a diversas líneas programáticas: gestión directiva, evaluación para el aprendizaje, cultura y convivencia escolar, infocomunicaciones, didáctica y apropiación curricular.

En tanto, sus servicios y productos, orientados a profesores, directores, equipo técnico, grupos comunales y corporaciones, alumnos y apoderados, además de asistentes de educación, están concentrados en cursos básicos, diplomas, postítulos y asistencia técnica, los cuales se llevan a cabo en modalidad presencial, e-learning y semipresencial.

Según dio a conocer, la matrícula del PEC ha registrado un incremento bastante significativo: en 1999 tuvo 946 inscritos, mientras que el 2010 alcanzó a 1.620 personas. Muchos de ellos son de regiones. "Las expectativas que los profesores tienen de la Universidad de Chile son tremendas, por eso es tan importante que ponga su sello al modelo generado por el ministerio", señaló Carlos Eugenio Beca.

Por otra parte, Iván Páez reconoció que si bien el PEC no está mandatado para hacer indagación, tiene un marcado interés por llevarla a cabo. "Necesitamos generar un mayor diálogo con los equipos de investigación de nuestra universidad, porque son muchos los análisis que debemos hacer y, en ese sentido, seguir explorando es vital", dijo.