Discurso leído en homenaje al académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades

Rector: Humberto Giannini es uno de los profesores que ha marcado y sigue marcando la identidad de la U. de Chile

Rector: H. Giannini sigue marcando la identidad de la U. de Chile
Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez Vera.
Rector de la Universidad de Chile, Víctor Pérez Vera.

¿Cómo referirse a Humberto Giannini en este acto, que siguiendo la definición de la palabra homenaje está dedicado a celebrar y distinguir su valor como académico emérito de nuestra Universidad? Esta pregunta no es fácil de resolver para alguien como yo que no provengo de las disciplinas de las humanidades. Sin embargo, como rector de esta universidad pública conozco la inconmensurable riqueza que le ha brindado a ella, desde su ingreso en 1954, y sé del privilegio que ha tenido nuestra Casa de Estudios al contar con su profunda sabiduría, así como advierto en cada colega, en cada estudiante la admiración de poder estar  próximo y compartir la experiencia de aprendizaje con un hombre que ha dedicado su vida a la reflexión filosófica y a su diseminación. Más allá de lo que pueda parecer un discurso laudatorio, propio de estos actos, es imposible no mencionar a Humberto Giannini  como uno de los profesores que ha marcado y sigue marcando la identidad de la Universidad de Chile en tanto encarna valores, gestos y pensamientos pluralistas, republicanos y éticos tan caros a nuestro "espíritu" institucional. Sin duda, en Humberto, como en pocos, se conjuntan y acoplan la cualidad de la persona recta, coherente, comprometida, y el académico creador y productor de ideas, de lenguajes que luchan permanentemente por correr las fronteras humanas del pensamiento. Este doble atributo, lo despliega en la sencillez que poseen los hombres sabios. La afabilidad y sinceridad como característica del profesor Giannini es visible a todos quienes hemos tenido la oportunidad de escucharlo, de compartir con él, de seguirlo en sus apariciones públicas y de leerlo. Tal vez esa cercanía se deba al propio espacio que él ha construido para su reflexión: la vida cotidiana, sus trayectos y una visión de la condición humana que no elude las acciones del cuerpo, las rutinas, los tiempos que señalan pausas, detenciones y tránsitos. Como ha sostenido en una entrevista a propósito de la celebración del Bicentenario: "Doscientos años es muy poco. Es muy poca vida. Pensarse como país es algo que debe hacerse de manera cotidiana, desde lo que se come hasta las palabras que usamos". La emoción humana y la política aparecen en él relacionadas de manera singular, como señala Cecilia Sánchez: " Desde su más temprana obra, Giannini se aleja del quehacer profesionalizante en la medida que su atención la refiere al gusto por la observación de lo efímero y lo cotidiano, campo de divergencias y de acuerdos, tarea en la que, por cierto, se recoge y se discute con los textos del pasado...Sus textos no ostentan un contenido ideológico, pero aluden insistentemente a la relación con los otros a través de la palabra, señalando a la soledad principalmente como una "crisis de lenguaje"....Según sus palabras: "Estas inquietudes pueden ser descritas como búsqueda en la cotidianidad del sentido de la existencia humana o, como decía en el trabajo ya citado, la búsqueda de un absoluto que sea empírico y que sea común, esto es, cercano a la experiencia de todos. El punto de partida y el punto de llegada han de ser entonces, la experiencia común, sus conflictos, sus contradicciones"".

Muchas han sido las ocasiones en que su mirada reflexiva, crítica a la sociedad y al Chile contemporáneo han calado muy hondo en nosotros, construyendo argumentos para enfrentar los avatares del estado actual de la universidad y de la educación pública. En el pasado no muy lejano cuando nuestra institución fue intervenida por la dictadura, y hoy día que se ve presa de las contingencias del mercado y de un Estado que no la siente suya sino para someterla a las más rigurosas revisiones contraloras. Humberto ha puesto su atención a esta época en que la universidad pública está amenazada en sus cimientos humanistas. Hace poco más de un año, cuando inauguramos el Año Académico 2011 con la presentación del libro Materia y Memoria, Giannini nos trajo la noción de reflexión social y del encuentro generacional que se produce en la Escuela, el Liceo y la Enseñanza superior, los que "... en la cultura actual, constituyen  el espacio y el tiempo propios de la reflexión social, es decir, del encuentro espiritual, en el que está ocurriendo permanentemente un rescate y un traspaso de mundo entre las generaciones", y continúa: "La función esencial de la enseñanza pública nos es habilitar "pragmáticamente" para la vida o, peor aún para ganarse la vida a la que fuimos arrojados. O para vender profesiones. Su misión es transmitir humanidad; es por esa humanidad que se dignificará el individuo y la vida comunitaria..."

Ese humanismo es el que anima el proyecto de Educación que hemos impulsado para nuestra Universidad, conocedores de las carencias y de los fracasos en la formación de profesores y profesoras, la Universidad de Chile debe recuperar el sitial histórico que, académicos como el que hoy rendimos homenaje, construyeron a lo largo del siglo XX movidos por esa profunda convicción que la educación debe transmitir el "contenido humano" en palabras del propio filósofo. Es deber y misión nuestro imprimir una formación de profesores y profesoras en la que el "encuentro espiritual" sea el horizonte, así como la igualdad y dignidad humanas. En el año 2000, Giannini escribió lo que, sin duda, tendrá que estar en la base de nuestra futura Facultad de Educación: "El proceso educativo es el proceso de reflexión por el que una sociedad se vuelve a sí misma a fin de no dispersarse en la linealidad del tiempo. Si examinamos las expresiones más socorridas para describir los ideales de hoy, comprobaremos que fuera de expresiones tan vacías como los valores que hay que inculcar, los valores que hay resguardar, muchas, más que con cualidades reales de ser tienen que ver con una suerte de utopía del futuro en cuanto tal: prepararse para el cambio, para una sociedad creativa, estar preparado para el llamado de la técnica, aprender a aprender para el llamado de la globalización, o de la comunicación universal etc. Perspectivas que en cierta medida, son reales y positivas pero que, por serlo, debieran empezar a tener un contenido humano, un contenido en que un proyecto humano recupere la iniciativa. Por eso, educar es un deber de los otros, de la sociedad entera que se presenta a sí, en sus saberes, en su experiencia, en su arte y en sus proyectos para convertir al recién llegado en un ciudadano, con todos los derechos y los deberes de la ciudadanía. En este sentido debería seguir representando un acto de iniciación en la vida realmente común y en la democracia".

Es por esto que, como dije al inicio, más allá del panegírico ritualizado de cualquier  homenaje, el que hoy día realizamos se ensancha con la huella, la marca y el pensamiento de un profesor, Premio Nacional de Humanidades, docente, pero sobre todo de un humanista que ha sabido prodigarnos un don y un mensaje que ninguna institución formativa debiera olvidar, y menos la nuestra: es preciso ir en pos de la "reconstrucción de la educación", porque con ello podremos avanzar en el derribamiento de los muros de clase, de género, de etnicidad que hoy día hacen que unos pocos se constituyan en la élite, reproduciendo ya no el círculo de la pobreza, sino el círculo de las divisiones y segregaciones sin fin que caracterizan a la sociedad chilena contemporánea. Agradezco a Humberto Giannini sus reflexiones y su tenacidad en darnos un discurso repleto de esa humanidad, de ese humanismo que él tan bien ha sabido extender en su vida y en su obra.

Muchas Gracias.

Rector
Víctor Pérez Vera

 

 


 

Nuestro.cl, septiembre 2004.

En Filosofía Universitaria y Política. Chile en el período 1950-1973, Revista Universum, año 12, 1997.

Discurso en Inauguración del Año Académico, 2011. U Chile online.

Revista Enfoques Educacionales Vol.2 Nº2 1999-2000

 

En entrevista Nuestro.cl