El fallo representa la mayor adjudicación hasta ahora para la Universidad, por un monto total de $3.041 millones. Le sigue la Pontificia Universidad Católica, con 47 proyectos adjudicados (75 presentados) y $2.775 millones; y luego la Universidad de Concepción (UDEC), con 19 proyectos adjudicados (de 35 presentados) y $1.124 millones.
En la edición 2011 de esta iniciativa de CONICYT, la U. de Chile se adjudicó 49 proyectos, mientras que la PUC y UDEC obtuvieron 49 y 22, respectivamente.
En el detalle por facultades al interior de la Casa de Bello, destaca el caso de Medicina, que logró adjudicarse 12 proyectos; la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, con 8; Filosofía y Humanidades 7; mientras que Ciencias y Agronomía obtuvieron el financiamiento para 4 investigaciones.
Por su parte, las Facultades de Arquitectura, Veterinaria, y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) consiguieron dos propuestas cada una. En tanto que las Facultades de Artes, Ciencias Forestales, Ciencias Sociales, Derecho, el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE), el Instituto de Asuntos Públicos (INAP), el Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI) y el Hospital Clínico UCH obtuvieron 1 proyecto por unidad.
Entre los proyectos beneficiados se encuentra el de Saeed Atofi, Profesor asistente en el Departamento de Lingüística la Facultad de Filosofía y Humanidades, que busca examinar cómo las estrategias discursivas se utilizan para orientar a los niños en diversas formas de conocer y acercarse al mundo que los rodea. "Es un fenómeno al que me refiero con el término knowledgization, es decir, la socialización al conocimiento" explica el estadounidense, agregando que "mediante el análisis de programas de televisión para niños, voy a explorar dentro de la sociedad chilena cómo la elección de una estrategia de discurso puede contribuir a orientar la manera cómo los niños en la primera infancia aprenden información nueva".
Otra iniciativa es la de Daniela Sauma, docente en la carrera de Ingeniería en Biotecnología Molecular de la Facultad de Ciencias. "Nuestro proyecto consiste en estudiar la compleja relación que existe entre el cáncer y el sistema inmune. De esta forma, buscamos descifrar algunos de los mecanismos que utilizan las células tumorales para evadir la respuesta inmune", explica Daniela.
Sobre la posibilidad de que los resultados del proyecto puedan escalar para postular a un financiamiento de mayor envergadura, la Profesora Sauma considera que "este tipo de investigación podría generar un gran impacto en la salud humana, por lo que esperamos nos permitan desarrollar investigación sustentable a largo plazo y postular a fondos de financiamiento mayores en el futuro".
Entre los trabajos adjudicados por la Facultad de Agronomía, se encuentra el de Cielo Char, docente en el Departamento de Agroindustria y Enología y en el Centro de Estudios Postcosecha. La investigadora argentina detalla que su proyecto "consiste en diseñar procesos innovativos aplicados al jugo de zanahoria, con especial énfasis en preservar las propiedades funcionales, asegurando la calidad microbiológica y sensorial por medio de la combinación de tecnologías de preservación".
Frente al devenir de su investigación, Cielo manifiesta que "el proyecto fue ideado para potenciar el desarrollo de investigación en áreas innovadoras, tomando como base y pretendiendo reforzar líneas de investigación existentes. Los resultados de este proyecto son perfectamente escalables y necesitarán de un mayor financiamiento para desarrollar la gran potencialidad que ofrece el estudio de las tecnologías emergentes".
Con 29 años, Daniel Díaz logró el financiamiento para su investigación consistente en estudiar la zona del volcán Lastarria y el Cordón del Azufre (región de Atacama), zona que ha llamado la atención de la comunidad geocientífica al detectarse allí niveles importantes de deformación superficial desde hace al menos 10 años. El Profesor del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, cuenta que "la idea es modelar la fuente de esta deformación, posiblemente magmática, adquiriendo en terreno datos relativos a la resistividad eléctrica bajo la superficie terrestre".
Ante la proyección que su trabajo pueda tener a partir de este Concurso, el joven docente concluye que "sin duda es un buen inicio. Este financiamiento dura tres años, después de los cuales el paso natural debiera ser volver a postular a fondos más importantes, que permitan dar continuidad a esta línea de investigación u a otra relacionada al desarrollo de las geociencias en Chile".