Resulta incuestionable el desarrollo de la neurociencia en Chile durante los últimos años. A la buena cantidad de investigadores que trabajan en esta disciplina, se agrega una gran cantidad de proyectos financiados por fondos concursables en la disciplina y, lo que es más importante, se han generado instancias de investigación y desarrollo que desde una plataforma multidisciplinaria han convertido a la neurociencia en una experiencia asociativa por excelencia.
No es casual que tres de los cinco institutos científicos de la Iniciativa Milenio actualmente vigentes, se dediquen a la investigación en biomedicina y que dos de estos tres, tengan su foco en la neurobiología. Razones hay muchas, pero lo claro es que el país cuenta con masa crítica y recursos humanos calificados que vienen aportando sostenidamente en la investigación de problemas complejos y en la paulatina constitución de una tradición científica en neurociencia.
Desde nuestro Instituto, observamos este contexto como una gran oportunidad para dar un salto cualitativo en la investigación científica y tecnológica de frontera, con procesos de integración y colaboración inéditos, cuyos resultados no sólo respondan a los habituales indicadores exigidos para estas iniciativas y que dicen relación con impactos en crecimiento económico, sino que puedan contribuir a un concepto más amplio de desarrollo a partir de la formación de recursos humanos avanzados y de la proyección de sus resultados hacia la ciudadanía. En esta publicación, ustedes han conocido algunos ejemplos de nuestra preocupación por vincular nuestro quehacer con la comunidad, especialmente en el ámbito de la educación.
Los esfuerzos por acercar al público la ciencia que se está haciendo en Chile, por establecer una vinculación con los intereses de la comunidad, ponen también en relieve la necesidad de una inversión más audaz en ciencia y tecnología y de su importancia para alcanzar el desarrollo. Se requiere de una inversión cuya justificación se funde en el reconocimiento que la sociedad confiere a los beneficios asociados a esta labor.
El BNI de la Facultad de Medicina fue creado el año 2011 gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio, por un periodo renovable de 5 años. La temática general que nos interesa es el sistema nervioso en su parte funcional y en su parte estructural, y explorarlo en distintos niveles de complejidad, desde lo molecular, lo celular, lo supra-celular, llegando hasta el sistema completo y finalmente a los fenómenos cognitivos. Es una aproximación única en Chile.
Somos once investigadores principales y más de 150 estudiantes y profesionales de distintas disciplinas que dan cuerpo a nuestras investigaciones y proyectos. El núcleo lo componen biólogos, algunos de ellos con formación médica, también hay médicos psiquiatras dedicados a la investigación clínica, y matemáticos aplicados. Eso nos permite investigar problemas complejos de neurociencias, y abarcarlos desde múltiples ángulos y con estrategias colaborativas.
Así, cada investigación de alguno de nuestros laboratorios se fortalece con la interacción interna y externa, lo que además de optimizar la consecución de resultados (37 publicaciones ISI en 2011), se ha constituido en un sello diferenciador de nuestro Instituto.