Investigadores publican importante descubrimiento en cardiología

Investigadores publican importante descubrimiento en cardiología
El Dr. Cristian Ibarra en su laboratorio.
El Dr. Cristian Ibarra en su laboratorio.

El corazón es el órgano que permite que la sangre fluya a través del sistema circulatorio mediante la contracción rítmica de los cardiomiocitos. A nivel celular, estas células se contraen cuando la concentración de calcio en su interior aumenta, y se relajan cuando la concentración de este ión disminuye, siendo este elemento el protagonista  fundamental del proceso. Sin embargo, el calcio cumple otra importante función al controlar la expresión de genes que permiten a las células cardiacas responder selectivamente a hormonas cardioactivas y adaptar su funcionamiento de acuerdo a las demandas del organismo. "Durante años fue un misterio cómo el cardiomiocito discrimina entre el calcio requerido para la contracción del que regula la expresión génica. Nuestro artículo aborda esta interrogante y novedosamente propone una comunicación entre la membrana plasmática y el núcleo celular", explica el Dr. Ibarra.

"La importancia de este trabajo es que clarifica las bases celulares de un proceso relevante para diversas enfermedades cardiacas, como la patología cardiaca isquémica, insuficiencia cardiaca, cardiomiopatía diabética o arritmias cardiacas, que comparten la característica de presentar alteraciones en los mecanismos que regulan los niveles intracelulares de calcio", sostiene.

"De hecho, la mayoría de los fármacos actualmente utilizados para tratar estas patologías buscan restablecer el adecuado manejo del calcio intracelular. Nuestro artículo plantea un nuevo escenario, donde las alteraciones en el manejo del calcio observadas en diferentes enfermedades son la consecuencia de una pérdida en la capacidad de discriminar entre el calcio utilizado para la contracción en las células cardiacas, generando de este modo alteraciones funcionales y adaptativas. Este concepto es una extensión importante de los principios clásicos en el campo, contribuyendo a comprender mejor las causas de estas enfermedades y abre la posibilidad de desarrollar nuevos tratamientos", explica.

Sobre el desarrollo y la evolución que ha tenido esta investigación, el Dr. Ibarra comenta que "este proyecto se inició con mi tesis de Doctorado en Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y surgió como una continuación y profundización de nuestros hallazgos previos descritos en mi tesis de pregrado de químico farmacéutico (Ibarra et al. J Biol Chem, 2004). Ambos trabajos fueron dirigidos por los Dres Sergio Lavandero y Enrique Jaimovich y apoyados por los Proyectos FONDAP y Anillo de CONICYT que ellos lideran".

"Posteriormente, y debido a lo novedoso de nuestra idea, involucramos en este estudio a laboratorios de diferentes países, que nos ayudaron a consolidar nuestra hipótesis y nos brindaron acceso a técnicas experimentales muy avanzadas, sin las cuales no hubiera sido posible tener el impacto que alcanzamos. De esta manera, esta idea surgida y gestada en Chile progresó a una colaboración entre tres laboratorios en nacionales, tres laboratorios en Suecia y dos en Inglaterra, lo que culminó como una publicación original en la revista número uno en el mundo en cardiología básica, que además recibió un extenso comentario por parte del editor Dr Donald Bers. Creo que este trabajo, además de ser un aporte científico importante, muestra sobre todo la importancia de las colaboraciones científicas tanto dentro de Chile como con investigadores del extranjero", manifiesta.

Desafíos y panorámica nacional

Entre las tareas futuras que tiene por delante el Dr. Ibarra, ahora en el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia,  destaca el estudio de nuevas técnicas para estimular la regeneración del corazón. Junto a un equipo multidisciplinario de investigadores, nuestros próximos desafíos son estudiar estos nuevos mecanismos en el contexto de la regeneración cardiaca y la terapia celular. A diferencia de otros órganos, la capacidad de las células cardiacas de regenerarse luego de un daño es muy limitada, lo que explica por qué el corazón es tan susceptible a eventos que comprometan su integridad", asegura.

Actualmente, las terapias farmacológicas sólo logran aliviar los síntomas de la enfermedad, y la única estrategia terapéutica que logra restablecer la perdida de las células cardíacas es el trasplante de corazón. Ante esta realidad, el investigador asegura que "nuestro objetivo es estudiar mecanismos que permitan aumentar la capacidad regenerativa del corazón y contrarrestar la pérdida de cardiomiocitos, ya sea mediante el uso de fármacos que activen los mecanismos regenerativos endógenos, o bien mediante el trasplante de células madres cardiacas que reemplacen a los cardiomiocitos dañados y mejoren los parámetros de función cardíaca".

Para el Dr. Ibarra, la investigación cardiaca en Chile se encuentra en buen pie, aunque recalca que aún existen limitaciones de recursos para alcanzar el máximo potencial. "La investigación científica en Chile se encuentra en un momento muy productivo, lo que se observa en el alto número y mejor calidad de las publicaciones. Sin embargo, creo que es imposible hacer ciencia del primer mundo con recursos del tercer mundo, ya que esto inevitablemente limita el impacto de los hallazgos. La investigación cardíaca en nuestro país es un ejemplo de lo anterior. Aun cuando se hace investigación de gran calidad en el área, los recursos son insuficientes como para desarrollar los aspectos que actualmente generan mayor impacto, como por ejemplo, la reprogramación de células madres, la medicina regenerativa o la ingeniería de tejidos".

"Una inversión mayor y mejor en ciencia, junto con mayores oportunidades de reinserción para los investigadores chilenos en el extranjero que desean volver a Chile, de seguro llevaran a mejorar los indicadores de calidad de la investigación cardiológica en Chile", concluye.