Académica Verónica Figueroa Huencho: Instalando el tema indígena en Standford University

Prof. Verónica Figueroa Huencho: Instalando el tema indígena en EEUU

¿En qué consiste la investigación de postdoctorado que está realizando en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Standford?

Estoy investigando sobre el proceso de formulación de políticas públicas indígenas, con un foco especial en América Latina y en particular en el caso de Chile. El producto específico del postdoctorado ha sido un libro que espero poder publicar pronto y donde se describe como se han formulado estas políticas en Chile, evidenciando sus debilidades y el escaso rol que los pueblos indígenas han tenido en la toma de decisiones, a partir de entrevistas a actores claves del proceso.

¿Por qué eligió la Universidad de Standford para realizar estos estudios de postdoctorado?

Sin duda que cuando surge la oportunidad de realizar estudios postdoctorales una de las grandes preguntas es ¿Cuál es el centro más adecuado para ello? Y en ese sentido, trabajar en el ámbito de las políticas indígenas, supuso para mi considerar dos cuestiones estratégicas: La primera tiene que ver con el prestigio y el apoyo en términos institucionales, es decir, el interés de contar con un tutor que no sólo conozca estas temáticas sino también sirva de puente para la reflexion con otras y otros académicos, junto con factores como los recursos que estos centros ponen a disposición (bibliotecas, la relación con otros colegas, la posibilidad de compartir con estudiantes de diversas partes del mundo, etc). En ese sentido, creo que hay que ocupar todos los espacios disponibles para posicionar este tema y darle un lugar en el debate académico, incluso en universidades que no necesariamente se especializan en el tema, pero que sin duda influyen o influirán en las decisiones de política pública. En la Universidad de Stanford se forma a gran parte de los futuros líderes políticos, empresariales y sociales del mundo. Por lo tanto, hay que llevar estos temas, hay que darles visibilidad. Y cuando surgió la oportunidad de realizar este postdoctorado, me contacté con el Center for Latin American Studies, quienes se mostraron abiertos y receptivos a este tema, así que no lo pensé dos veces.

¿Cuál es la importancia de este postdoctorado respecto a su formación académica previa?

Como Administradora Pública formada en la Universidad de Chile, y con la impronta que ello supone en términos de respeto a la diversidad, a la pluralidad en su más amplio sentido, y dando cuenta del rol social que historicamente ha caracterizado a la Universidad de Chile, siento que este postdoctorado viene a reforzar esos ideales y a traducirlos en un trabajo académico que, necesariamente, debe ser capaz de transformar realidades. Por lo tanto, no se trata sólo de reforzar una serie de habilidades de investigación sino también de ser capaces de transformanos como personas, producto del desarrollo de dichas habilidades y del acceso a diferentes formas de conocimiento. En lo profesional, creo que me ha reforzado la necesidad de promover investigaciones aplicadas y transdisciplinarias, con un rol activo por parte de todos los que conforman la comunidad universitaria, y muy especialmente de nuestros estudiantes. En mi caso, los estudiantes de la carrera de Administración Pública son muy curiosos, muy inquietos intelectualmente, y nos demandan estar a la vanguardia...esto me plantea el enorme desafío de responder a sus expectativas. Creo que debemos continuar realizando esfuerzos por encantar a los estudiantes y sumarlos de partida a nuestras investigaciones y proyectos, especialmente si asumimos que muchos de ellos el día de mañana tendrán que tomar decisiones que afectarán la realidad de otros, que no siempre tienen acceso o capacidad de incidir en dichas decisiones.

¿Cuál ha sido el aporte para usted de vivir esta experiencia?

Son varios los aportes de esta estancia a nivel personal, académico y profesional. Vivir en Estados Unidos te enfrenta a varias paradojas: sociales, económicas, políticas, financieras...en el caso de la Universidad, la magnitud de recursos de los que disponen para facilitar la investigación: bibliotecas, infraestructura, etc. Pero también me quedo con las personas que he conocido, no sólo los colegas de la Universidad de Stanford, sino también las personas que de una u otra forma me han mostrado o me han hecho aún más evidentes una serie de realidades que aún quedan por superar. La inmigración, por ejemplo. Como usuaria del sistema de transporte público norteamericano en toda mi estancia, pude compartir con inmigrantes de diferentes partes del mundo en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias, pero a un costo muy alto, especialmente en lo emocional. Esto me hizo ver, en lo cotidiano, cómo se entiende la inmigración y el lugar que ocupa en las políticas de este país. Pero también nos debe hacer reflexionar sobre la realidad de la inmigración en nuestros países y desde qué posiciones valóricas la estamos asumiendo.

¿Cómo ha sido la experiencia a nivel académico, con otros estudiantes, profesores, y respecto a los cursos a los que ha tenido acceso, a la infraestructura, etc.?

Cualquier experiencia de este tipo te permea en diferentes sentidos. No solamente tuve la oportunidad de compartir con académicos estables de la universidad de Stanford o del Center for Latin American Studies, sino con otros profesores visitantes de España, Guatemala, Argentina, Brasil. Esto te abre la posibilidad de debatir problemáticas comunes, de aprender de sus experiencias y, sobre todo, de establecer redes de cooperación futuras con sus respectivas universidades.

En relación a la Cátedra Indígena de la que forma parte ¿Su paso por este doctorado podría tener algún impacto en ella?

Creo que aquí está uno de los puntos nucleares de este postdoctorado. La Cátedra indígena es un esfuerzo que ha impulsado la profesora Sonia Montecino y que nos ha convocado a varios miembros de nuestra comunidad en un esfuerzo por posicionar a los pueblos indígenas como un actor sustantivo de nuestros proyectos docentes, de investigación y de extensión. Como señala el propio Director del Center for Latin American Studies, el Dr. Rodolfo Dirzo, no existe ninguna instancia formal de colaboración entre este Centro y las Universidades latinoamericanas por lo que mi estancia abre para él la posibilidad de iniciar un acuerdo más estructurado de cooperación en diferentes ámbitos. En ese sentido, siento que la Cátedra Indígena se convierte en un punto de apalancamiento fundamental en aras de construir esa colaboración y, por mi parte, me pongo a disposición de la Vicerrectoría de Extensión para hacer los esfuerzos necesarios en esa vía. Por otra parte, creo que cualquiera de los miembros de la Cátedra Indígena, ya sean académicos, estudiantes, funcionarios o líderes indígenas que accedan a este tipo de oportunidades están aportando a su fortalecimiento y a su posicionamiento como un ámbito relevante en la Universidad de Chile. Espero poder traspasar en los cursos del CFG que estamos desarrollando, en nuestras investigaciones y en los cursos de extensión, el aprendizaje que ha surgido de esta estancia postdoctoral.

Para la Universidad de Chile ¿Cuál es la importancia que académicos como usted realicen estudios en el extranjero, se especialicen, se vinculen a otras universidades?

Creo que es fundamental que la Universidad de Chile promueva el desarrollo de sus académicas y académicos desarrollando políticas que potencien la formación de vanguardia en todas las áreas en las que desarrolla su quehacer. Como actor social es fundamental que la Universidad responda a los problemas de su entorno, especialmente hoy cuando se está planteando la importancia que una educación pública y de calidad tiene en el desarrollo de la sociedad, de las personas. Las y los académicos tenemos un compromiso por superarnos constantemente e incorporar a nuestro quehacer docente, investigador o de extensión nuevos conocimientos y habilidades. Pero esto también requiere de un soporte institucional que favorezca este desarrollo. El postdoctorado no es un beneficio personal, es un beneficio colectivo para la universidad y para aquellos a quienes ésta vuelca su quehacer. En ese sentido, permite abrir nuevos espacios de colaboración, de trabajo en red...es una oportunidad para formar personas que, a su vez, formarán a otras que, a futuro, tendrán algo que decir a la sociedad...en mi caso personal, ha permitido abrir una puertecita hacia los temas indígenas en el Center for Latin American Studies de la Universidad de Stanford...así nos hacemos parte en la búsqueda de nuevas soluciones haciendo coincidir nuestro quehacer con lo que los pueblos indígenas esperan de nosotros como Universidad.