Su inquietud por pasar una temporada en el extranjero fue unos de los sueños que José atesoró desde su entrada a la universidad. Sin embargo, no fue hasta el tercer año que en que postuló a través del PME a la beca Santander Iberoamericana para realizar un intercambio en la Universidad de Sevilla.
"Mi intercambio fue desde febrero a junio, pudiendo conocer la capital de Andalucía, sus tradiciones (por ejemplo el flamenco), su cultura (una rica mezcla de la parte musulmana y católica que pasaron por su territorio), su gente y, por supuesto, a muchos otros compañeros nacionales y estudiantes europeos que, tal como yo, eligieron a Sevilla como el comienzo de una nueva experiencia académica y de vida".
Y además de la vida universitaria, José rescata el legado de la ciudad y el contexto cultural donde se desarrolló su intercambio, estando en una ciudad que ha sido testigo de movimientos migratorios y culturales de gran relevancia para la humanidad: "De la Universidad rescato su gran historia (se fundó en el año 1500), su relevancia, la arquitectura (el edificio principal se ubica en el centro mismo del casco histórico de la ciudad y forma parte de su historia), su diversidad y sobre todo su carácter público y gran preocupación por la docencia e investigación. Además, la gran cantidad de estudiantes internacionales que facilitan la integración a esa nueva realidad".
Pero lo más importante para José fueron los aprendizajes y lecciones que esta experiencia le dejó, los que afortunadamente le quedarán con los inolvidables recuerdos de este viaje. "Me quedo con que en esta nueva experiencia internacional me permitió, además de complementar mi formación profesional en áreas afines a mi carrera que no había explorado, desarrollar y poner a prueba nuevas habilidades y competencias y, sobre todo, descubrir nuevas perspectivas que me permiten ahora mirar los problemas actuales y futuros de nuestro país desde otros horizontes".