Un acuerdo Chile-Japón
Santiago, 27 de Abril de 2005
Las perspectivas de un tratado de libre comercio entre Chile y Japón se extienden mucho más allá de las puras consideraciones relativas al intercambio de bienes y servicios. En este aspecto, adquiere preponderancia la pregunta formulada por responsables de la política comercial del Japón en cuanto a que no sería importante suscribir un Acuerdo comercial con Chile puesto que nuestro país cuenta ya con aranceles bajos y un régimen comercial muy abierto. La respuesta es que un Acuerdo comercial abre muchos más espacios para la inversión y el intercambio en todos los niveles, incluyendo aspectos como la protección de la propiedad intelectual, la colaboración en materia científica y tecnológica y la equivalencia de los regímenes laborales, por nombrar tres aspectos cruciales. Un acuerdo comercial también permitiría especificaciones de importancia en materia del comercio agrícola y pecuario, para así permitir una mayor efectividad de las regulaciones. Pero más allá de todo eso, un Acuerdo Comercial entre Chile y Japón permitiría que, en forma efectiva, la inversión japonesa pueda operar desde Chile hacia el resto de la región latinoamericana. Hay, detrás de esto, un cierto diseño estratégico respecto de la actividad de ambos países en la región correspondiente; este diseño se vería apoyado por el desarrollo de una base de headquarters asistidos por convenios comerciales amplios. Es por ello que la evaluación que se está haciendo de un posible tratado comercial vaya mucho mas allá de los aspectos comerciales, y se extienda decididamente en el caso de ambos países a la estrategia comercial y de la inversión regional. Las perspectivas de un exitoso tratado entre Chile y Japón son muchas, sobre todo importantes por la evidencia que extenderían a un mundo que aprende con rapidez que el proceso de globalización es mucho más que comercio, y que la inversión exitosa requiere de una adecuada administración desde países que cuenten con una base segura y la infraestructura operacional necesaria. Esa dinámica, que es la que despliega el entendimiento actual entre países, será el factor decisivo tras un futuro acuerdo comercial.