Efecto de la Educación Pública
Santiago, 1° de Septiembre de 2004
Es sabido que el efecto medido de la educación incorpora dos tipos de variables incidentes. Por una parte, el trabajo escolar, propiamente tal, consistente en lo que aporta al individuo -en términos del efecto educacional medido- la adquisición de habilidades, conocimientos y destrezas. Por otra parte, está el insumo que el estudiante trae consigo, como es su antecedente familiar y socio-económico, que resulta en una ventaja o desventaja dependiendo del tipo de familia y ambiente en que se ubique la persona. Cuando se observan puntajes SIMCE o PSU se está mezclando esos dos tipos de insumo, siendo importante separar el "aporte-escuela" del "aporte-hogar". Fue eso precisamente lo que hizo un grupo de investigadores chilenos, analizando los resultados de las pruebas nacionales mencionadas para un conjunto de años recientes. Los resultados no sorprenden en cuanto a la enorme importancia del "aporte-hogar", poniendo así de relieve, por ejemplo, la crucial labor que han de cumplir los padres para complementar adecuadamente el trabajo de la escuela. Los resultados levantan la pregunta de si acaso el alto costo de la educación no sobrevalora un tanto el "aporte-escuela", ya que, al fin y al cabo, los niños traen desde su hogar lo que más explica del resultado global observado.
Pero un segundo hallazgo de importancia es que el "aporte-escuela" es mucho mayor en el caso de la educación pública (municipalizada, para estos efectos) que el de la privada. Una conclusión interesante, puesto que pone de relieve cuán importante es la escuela como factor igualador de condiciones; y también señala lo crucial que es un financiamiento adecuado si se quiere impulsar mejoras en aspectos como distribución del ingreso y movilidad social. El estudio que contiene estos resultados ("Equidad y calidad de la educación en Chile. Reflexiones e investigaciones de eficiencia de la educación obligatoria 1990-2001" de Redondo J., Descouvieres C. y Rojas K.) levanta desafíos a la política pública, en términos del enorme rédito social que representaría un mayor apoyo a la educación pública. Asimismo, pone de relieve el esforzado trabajo en este ámbito de la educación que con pocos recursos, bajo reconocimiento y acogiendo a múltiples y complejos problemas sociales, cumple una tarea de primer nivel que necesita efectivo apoyo por parte de nuestra sociedad.