Crisis preocupante

Santiago, 05 de Mayo de 2004

El debate sobre la preocupante crisis del gas en Argentina ha creado natural alarma en la población, preocupación en círculos empresariales, y profunda decepción en el medio diplomático. La firma del respectivo tratado en 1995 descuidó algunos aspectos de fondo, especialmente la carencia de un compromiso legal y formal por ambos lados junto al desconocimiento del pobre record del país vecino en cuanto al cumplimiento de compromisos internacionales. Nuestro país dejó de lado la necesidad de invertir en fuentes alternativas de energía, principalmente hidroeléctricas, en especial después de los numerosos conflictos políticos que trajo la construcción de Ralco. Hoy nos vemos enfrentados a un escenario que ha servido más bien para usufructo político en la forma de declaraciones y retórica generalizante, pero poco productivo en cuanto a la necesidad de medidas de corto plazo que encaren el problema en forma real.

Lo primero es reconocer abiertamente que estamos frente a un problema cuyos alcances no estamos todavía en condiciones de dimensionar con precisión. Lo segundo es también reconocer que se cometió un error al no evaluar la efectiva capacidad de inversión de las empresas argentinas, y la escasa responsabilidad estatal al momento de enfrentar el dilema: consumo doméstico versus exportación. Lo tercero es utilizar las mejores relaciones que nos quedan en la región, junto a nuestras fortalezas económicas, para salir del momento más difícil y asegurar abastecimiento de petróleo.

Lo cuarto es establecer medidas que minimicen el impacto en los sectores más vulnerables, dejando de lado el discurso que había aventurado que ningún o poco efecto se crearía en las cuentas eléctricas. Lo quinto es dar señales efectiva de molestia hacia el país trasandino, especialmente por la vía del comercio exterior y de la denuncia activa de su actitud ante los organismos internacionales. Por último, debe reevaluarse el programa de inversión e investigación en producción de energía con el sentido realista que como balde de agua fría nos trae esta crisis preocupante.

Compartir:
https://uchile.cl/u5436
Copiar