Un cambio necesario

Santiago, 07 de Abril de 2004

Nada más acertado que las afirmaciones recientemente formuladas por algunas autoridades en orden a invertir los ingresos adicionales que obtenga el Estado chileno. Sería un error, como se ha sugerido, que estos ingresos vayan a mayor gasto corriente puesto que con ello se valida un "más de lo mismo" en el quehacer estatal, el cual debe orientarse a apoyar efectivamente el desarrollo nacional. Por ello, la idea de invertir en tecnología y emprendimiento parece ser vital en el contexto de obtener un crecimiento sostenible en base a un sector real con alta productividad. Han pasado los tiempos en que nuestros problemas básicos se referían a los desequilibrios macroeconómicos y la deuda externa e interna, para enfrentar ahora una situación en que el desafío consiste en una integración exitosa en la economía mundial. Invertir en inteligencia y capacidad empresarial es fundamental para dar el paso a la segunda etapa exportadora apoyar el crecimiento sostenido de las empresas medianas y pequeñas, e incorporar mayor valor agregado nacional a nuestra producción con destino externo. El país debe observar con tranquilidad este propósito manifiesto para los recursos extras del cobre y aquellos que resulten del nuevo tratado a la gran minería.

Indudablemente, los ánimos que inspiran esa decisión deben contar con un programa explícito por parte del gobierno. Es fundamental que se establezcan prioridades en los planes de acción, ya que el desarrollo tecnológico y empresarial no provendrá de acciones inmediatistas. Hay un esfuerzo significativo que hacer en educación, donde la enseñanza del inglés y sobre la realidad nacional son factores indispensables para accionar un cambio desde la base. Hay también que reformar significativamente nuestro actual sistema de investigación científica y tecnológica para que dé lugar a los nuevos ánimos de política en torno a la conexión con el mundo productivo. Hay, en fin, que diseñar un sistema de interacción público-privado para que se constituya en un mecanismo eficiente de asignación de recursos contra proyectos viables y exitosos. El cambio necesario consiste en el nuevo enfoque del apoyo estatal a la aventura de sostener nuestro crecimiento futuro.