Empleo preocupante
Santiago, 14 de Enero de 2004
La Oficina Regional de la OIT acaba de dar a conocer su Panorama Laboral del año 2003, en el que analiza el comportamiento de las economías y los mercados laborales de Latinoamérica. Surgen del análisis dos conclusiones. Primero, que existe una gran disimilitud en los países latinoamericanos en torno a la adopción de políticas de ajuste para enfrentar el complejo panorama económico mundial del año recién pasado. Varios países, además de la situación coyuntural asociada a las fluctuaciones mundiales y a sus efectos en el movimiento de capitales y mercancías, tienen también ajustes pendientes en cuanto a sus propias situaciones de desequilibrio macroeconómico, y han también reaccionado con disimilitud, y en general en forma no concordante con los profundos retos pendientes. Así, se destaca una gran diversidad en la situación económica regional, que levanta interrogantes respecto del curso futuro de estas economías, poniendo en riesgo la inversión y el empleo, y por supuesto la capacidad de crecer en forma sostenida. Pocos son los países que escapan a esta situación problemática, claramente proclive a los populismos de todo tipo. La segunda conclusión es que, en forma independiente de las políticas adoptadas por cada país, la situación del empleo continúa siendo extremadamente preocupante, especialmente debido al alto desempleo. En algunos casos, el problema se deriva de la ausencia de ajuste frente a los problemas coyunturales o estructurales, lo cual causa expectativas negativas sobre la evolución futura de la economía, e impacta negativamente a la inversión y al empleo. En otros casos, el problema se ha debido más bien a la introducción de ajustes destinados a enfrentar el panorama externo, con una mayor disciplina fiscal interna y una política monetaria conservadora; en estos casos el efecto negativo sobre la expansión del empleo es una situación que deberá mejorar en el futuro cercano. En ambos casos, sin embargo, el empleo está siendo menoscabado por fenómenos fuera del alcance de la política económica tradicional, como son el progreso tecnológico, las fusiones y nuevas organizaciones corporativas, la mayor competitividad que produce un mayor esfuerzo en investigación y expansión en los países industriales. El informe en comento pone en duda que se puedan hacer sostenibles las promesas sobre mayor equidad y justicia y social que se han emanado de los labios de varios de sus lideres políticos. El escenario para la región latinoamericana presagia, más bien, un continuo de decepción y fracaso social.