Veinte Años
02 de Septiembre de 1998
A fines de la década de los setenta se presentaba una difícil situación en lo económico. El país estaba recién saliendo de un profundo programa de estabilización para disminuir el nivel de inflación. Había prevalecido un drástico ajuste fiscal y una política monetaria en extremo apretada, que habían llevado a una caída en los niveles de actividad. El desempleo, por su parte, se mantenía a niveles del doble de los promedios históricos, acicateado por el programa de ajuste, la disminución del gasto público y la extroversión de fenómenos de tipo estructural que afectaron al mercado del trabajo. Asimismo, el país carecía de una real base exportadora que permitiera un mejor financiamiento de sus problemas de cuenta corriente, mientras que la inversión extranjera y el flujo de capitales desde el exterior no hacían ningún aporte de trascendencia al crecimiento ni al déficit externo. Por lo demás, se carecía de una visión integrada y ciertamente aceptada en lo colectivo, sobre el curso económico futuro.
En ese escenario apareció por vez primera ESTRATEGIA. Llamó la atención que, en medio de tanta incertidumbre y de problemas tan álgidos en lo productivo y financiero, apareciera un periódico económico destinado a explorar en forma constante lo que parecía ser una cadena de malas nuevas, sobre las cuales se podía más bien especular de un modo fácil y casual, pero sin informar de un modo profesional. ESTRATEGIA desarrolló un aspecto crucial para el buen periodismo económico: rescatar el valor de la información para el buen juicio de los agentes. Se empezó a hacer sistemática la presentación de información organizada, quizás en niveles muy elementales, destinada a que quienes tomaban decisiones evaluarán con base suficiente la situación y las perspectivas. Se unió ello a una interpretación objetiva, lo más exenta posible de juicios de valor, para que los datos de base se complementarán con el juicio técnico y aquel asociado al rol efectivo de los actores y sus decisiones. Se sentaron las bases de un buen periodismo en materia económica: sin especulación, sin alardes, sin sensacionalismo; con buena información, con adecuados antecedentes y con un juicio crítico y objetivo. ESTRATEGIA ayudó singularmente a que la economía chilena empezara a navegar en aguas más tranquilas, ya que permitió restaurar confianza basada en la disponibilidad de buena información pertinente a las decisiones.
¡Qué veinte años es mucho...!, en contradicción con el conocido cantar. Mucho por lo que ha significado ESTRATEGIA, pero poco en relación a lo que aún tiene que aportar a un país que sueña con mejores espacios para el buen periodismo y con un mucho mejor futuro económico.