Llegó un instante en que se dio cuenta que las clásicas croqueras de diseñador se estaban llenando de escritos más que de dibujos, fue ahí cuando Germán Gana Muñoz (23 años, estudiante de cuarto de Diseño en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile) asumió su veta literaria y traspasó los textos al computador. "Comencé a ponerme riguroso, porque era una cosa que me apasionaba mucho y debía seguir con ello", relata. Tenaz, tuvo sus primeras incursiones en el rubro de la poesía, participó en encuentros de poetas jóvenes, y en eso estaba cuando conoció a Héctor Hernández Montecinos, editor de la editorial Contrabando del bando en Contra, quien tiempo más tarde organizó el concurso literario "Mañana estarás en Hawaii", cuyo premio era la publicación de la obra que resultara ganadora.
Al ver ésta como la posibilidad de reunir sus dispersos escritos en una obra, Germán dio vida a "Interferencias de repente", un libro de que reúne textos y una gráfica que rescata la estética futurista de los años '20.
"Los poemas hablan de lo cotidiano. Imagínate que el 80% del libro se escribió en una micro. Lo que pasa es que cuando me cambié a vivir a La Reina me demoraba como cuarenta minutos en micro desde mi casa a la U", cuenta. Lo que ocurre delante de sus ojos a diario es el gran referente para Germán, que se describe como un gran observador.
"Hay cosas muy simples que me causan gracia y las escribo o que me provocan ciertas emociones, como el tipo que sube a la micro a pedir y nadie la pesca. También hay un poema que es el Niño Araña, que se trata de un ex compañero de la U que era rasta, pero no tenía nada que ver con el reastafarismo. Tomaba vino, ni siquiera fumaba pitios. Hay una cita a él en el libro", explica.
"Interferencias de repente" se debate entre la inocencia y la experiencia y parte de sus poemas conservan el tono lúdico propio de la infancia. "Ese tono, creo que es una de las fortalezas del libro que hace que cada lector se conecte con sus propio niño... Todos los niños tienen fe en muchas cosas, pero cuando vas creciendo te das cuenta que esa fe la vas perdiendo. Y es súper bonito, de repente, volver a esa noción de que las cosas no son tan malas. Conocer menos hace que veas las cosas más transparentes", acota.
Una mención honrosa no fue el único saldo de la incursión en el certamen, pues pese a no resultar ganador, recibió el ofrecimiento de publicar su obra. El lanzamiento se realizó en septiembre del año pasado y con ello Germán se transformó en el primer poeta en Chile en presentar un libro bajo la licencia Creative Commons (ver noticia relacionada). ¿Qué significa esto en la práctica? "A mi me interesa mucho porque es una cosa que tiene que ver con compartir, incentivar la creatividad y con que yo de antemano doy el derecho para que se pueda hacer lo que se quiera con la obra. Es una forma de democratizar las cosas que uno hace. Si alguien quiere inventar una canción con mi poesía lo puede hacer, porque yo le doy el derecho, no tiene ni pa que llamarme. Existen dos cláusulas: el signo peso atachado, es decir que no se puede hacer lucro, entonces por ejemplo si una profesora lo quiere fotocopiar pa sus alumnos en un liceo, yo encantadísimo y la otra que hagai lo que hagai con el libro si lo conviertes en dibujitos, musica, video clip, tienes que citarlo".
- ¿Crees que nuestro país está preparado para este sistema de derecho de autor?
Las leyes chilenas están lejanas a esto. Cualquier cosa que hagai viene con copyright. Yo creo que esas leyes debieran cambiar, actualizarse en el sentido que la piratería, la copia es súper común en la gente. La actualidad superó las leyes hace mucho rato. Por eso Creative Commons es una forma de regular eso.
- Con este sistema, si bien mucha más gente puede acceder a tu obra, puede que sean menos quienes la compren…
Una cosa no quita la otra. Un libro impreso, es un objeto una cosa física, es otra experiencia. El pdf hasta es una forma de promocionar el libro impreso, creo que es distinto leerlo de una pantalla a poder regalarlo. Yo lo utilizo como una forma de difusión.
Buscapleitos
"Soy una persona que no viene del mundo de la literatura, soy súper patudo en ese sentido", dice Germán, porque lo suyo es ser un autodidacta que tiene como uno de sus referentes a Rodrigo Lira y que jamás ha participado en un taller literario.
Sin embargo, ya instalado en la producción poética y combinándola con su quehacer como diseñador, en enero lanzó con el colectivo Garrapato, la colección Placard 2007, revistas en pequeño formato que fusionan ambas disciplinas.
A la par, escribe su próximo libro titulado "Buscapleitos" en el que, explica, "me propongo desarrollar la existencia de un profeta en nuestros días, considerando su vida y palabra, adoptando un discurso en donde prima la desesperanza, la falta de creencia y un sentimiento de añoranza tratado desde la experiencia hacia la inocencia. Todo esto desembocará en una salida de autodestrucción acompañada de diálogos y acercamientos con niños suicidas."
Desde su experiencia poética, nos habla de su visión sobre la lírica en nuestro país.
- ¿Por qué piensas que en Chile no abundan los lectores de poesía?
A la mayoría de la gente le da lata porque no conoce mucho de poesía y seguramente han leído algo que no tiene que ver mucho con ellos. Pero si te das cuenta los poetas jóvenes actuales chilenos están escribiendo de cosas actuales... yo puedo escribir desde dentro de una micro, tienes al Diego Ramírez que escribe desde la Blondie. Son referentes súper actuales, es como verse mas al espejo. Yo busco un poco eso en la poesía. Creo que es rico dejar un registro del momento que estás viviendo.
- ¿Cómo crees que puede incentivarse la lectura de poemas?
Me gustaría que en los colegios se empezaran a enseñar los poetas contemporáneos. Falta mucho eso. Hacen leer una poesía muy antigua y dejan atrás gente importante que es la que al final llama la atención a la gente de ahora que esta acostumbrada al cine, la televisión. La poesia no se ha quedado atrás.