Primer piso
1000 Revoluciones de Mario Navarro: container ficticio hecho de madera y chapa que gira sobre un eje rotativo. Preso de su movimiento, éste evoca el movimiento continuo de centenas de millares de estructuras similares en el mundo entero. El título de la obra tiene doble sentido, ya que la palabra revolución se refiere tanto a la rotación como al acto de rebelión.
Esta obra con dimensiones importantes contrasta con las maquetas de la instalación 5 Lugares de Santiago de Leonardo Portus que está expuesta en un espacio contiguo. El artista hace revivir arquitecturas emblemáticas del período del gobierno militar, lugares que testimonian la caída y la imposibilidad de resistencia, pero sobre todo de la transformación radical de la sociedad.
El ready-made de Pablo Rivera, Gacela, bicicleta cargada de bidones de plástico, funciona como verdadero testigo del deseo de (sobre) vivir. En contrapartida de una bicicleta nueva, el artista recuperó este objeto que permite a su propietario, que sufre de insuficiencia renal, tanto acudir al hospital, como transportar y vender los envases vacíos de sus medicamentos.
La singularidad de esta historia, que remite al tema universal de la subsistencia, está puesta en paralelo con dos obras de Ignacio Gumucio. A través del recuerdo de sus diferentes exilios, el artista trata de restituir lugares genéricos tales como hall de aeropuerto o salas de espera. En sus pinturas, la singularidad de los espacios desaparece en beneficio de una proyección mental común.
El espacio público en su dimensión urbana aparece también en el diaporama de Carlos Costa como el teatro del absurdo donde experimenta sus prototipos mecánicos. La fabricación de esas herramientas fútiles, que tienen que sustituir al hombre en varias actividades callejeras (desde el barrendero al mendigo), contesta al lema «Máximo esfuerzo para mínimo rendimiento».
Por otra parte, Gerardo Pulido asimila la modestia a la pobreza de los materiales: sus minúsculas esculturas de living-rooms hechas de miga de pan asombran por su minuciosidad y su fragilidad sumisa a una relativa duración de vida. Esos decorados, cuya estética se refiere explícitamente a las miniaturas turísticas, dan cuenta de las cuatro categorías sociales chilenas.
Los límites entre las clases sociales constituyen también un tema del trabajo de Ximena Zomosa. La condición femenina en los medios modestos o desfavorecidos reduce su actividad profesional a un solo tipo de oficio, el de empleada doméstica. El Welcome Dress, traje estereotipado de la sirvienta de dimensión monumental, da la bienvenida en una casa burguesa tal como denuncian los inmutables códigos sociales.
La instalación de Iván Navarro, Pachamama - Homeless Lamp, enfrenta a una escultura de carretilla hecha de tubos fluorescentes con una proyección video. La canción No soy de aquí, ni soy de allá acompaña las peregrinaciones del personaje del video que empuja la carretilla luminosa a través de baldíos urbanos o estaciones abandonadas. Así, el objeto sublimado por la luz, físicamente presente en la exposición, se muestra en la película empujado sin fin ni destino.
Mónica Bengoa realiza una serie de bordados diseminados en el pasillo del primer piso que imitan detalles insignificantes del lugar (hoyos, agrietados, chorros de pintura ), invitándonos a reconocer el modelo original. La tradición en el arte del bordado se opone a la reproducción fiel de las pinturas de los Maestros, afín de amplificar el vacío de un ocio exclusivamente femenino.
Segundo piso
El video Country de Isabel García es una sucesión muy rápida de imágenes de paneles de venta inmobiliaria en los suburbios de Santiago, donde el deseo de irse es más fuerte que el de quedarse. El ritmo del video relata la violencia de la oferta que aplasta la demanda.
Leonardo Ortega, interesado por el concepto de raíces, dirige verdaderas investigaciones acerca de poblaciones indígenas. El desplazamiento de las poblaciones, la introducción de modos de vida desconocidos están ilustrados por la instalación Agricultura v1.1, en la cual veinte lechugas tratan de crecer en un sofá gracias a un sistema hidropónico, acunadas por el flujo continuo de una televisión. La ironía de esta obra encuentra eco en Combate Chileno-Japonés de
Claudio Correa, díptico que constituye una broma histórica. Reutilizando el estilo académico de la pintura de historia, el artista parodia el mito patriótico exacerbado durante los años de la dictadura a través de dos «cuadros» en forma de salpicaduras.
El trabajo de Magdalena Atria, situado entre pintura y ornamento, utiliza exclusivamente la plastilina desmultiplicando sus infinitas capacidades de simulación, desde la pixelisación high-tech, hasta las creaciones más artesanales. Para la exposición realiza una obra en forma de alfombra refiriéndose al tradicional reciclaje de tejidos.
Sillón Caballo de Caterina Purdy, obra híbrida a lo Frankenstein y situada entre el animal y el objeto, se inscribe dentro de este universo doméstico improbable formado por las obras citadas arriba. La forma del sillón se transplanta en el cuerpo del caballo disecado, imagen humorística de una cultura caballerística.
El anagrama Evil Live de Paz Carvajal enfrenta dos palabras cuya escritura es muy parecida, dos nociones que teóricamente se oponen, pero que se encuentran en la experiencia. La obra imita la forma y la posición de la señalización de seguridad del lugar.
Las esculturas de Patrick Steeger son a menudo imponentes, a pesar de los pocos materiales utilizados (estructuras que se hinchan o acumulaciones de objetos ) y modifican la percepción y la experiencia del espacio. En Tours, muestra una nueva arquitectura en que sólo los ángulos son aparentes. Éstos están realizados en marquetería con molduras de madera en un estilo barroco.
Camilo Yánez trabaja con las posibilidades ilusionistas de la pintura de manera deliberadamente humorística. Mientras que el papel pintado reemplazó la pintura en el siglo XIX, Camilo Yánez ofrece a la pintura la posibilidad de imitar el papel pintado. Un fresco mural recorrerá tres salas del castillo.
El trabajo de Alexis Carreño está principalmente caracterizado por el autorretrato tratado como un estereotipo, el niño adulto. Sleep, es una gran fotografía que representa al artista durmiendo y abrazando un peluche rosa en forma de hoz y martillo y una estrella (referencia a la bandera chilena). El conjunto está desdoblado gracias a un efecto de espejo como en los tests Rorchard.
A los artistas de Incas of Emergency les gusta presentarse como un grupo de individuos reunidos en torno a un error de traducción de «in case of emergency». Se conocieron en un aeropuerto, lugar que inspiró su trabajo por la omnipresencia de las cámaras de vigilancia, la obnubilante inquietud del terrorismo. Se refieren a estos medios de comunicación audiovisuales y a su oscurantismo.
La obra A Tiempo de Kika Mazry, está compuesta por una doble cubierta de lona de plástico impresa, representa dos columnas antiguas a las cuales añadió golillas, las mismas que las de las ropas de papel utilizadas para vestir de distintas maneras a las muñecas. Evocando la ligereza y la idea de una segunda piel, la artista elabora una crítica a la arquitectura de América del Sur, a la que se le aplican ancestrales modelos europeos, recreando de esa manera un patrimonio artificial.