En dicha ocasión un grupo de estudiantes, encabezados por dirigentes estudiantiles de la propia Universidad, interrumpió la sesión del Consejo, mediante una violenta, coercitiva y grosera manifestación hacia los miembros del Consejo y la persona del Sr. Rector.
Sin importar quienes sean circunstancialmente las autoridades del momento, estemos de acuerdo o no con su gestión, debemos reconocer que ellos representan a la institucionalidad en todo cuanto ella significa para el país y, por tanto, merecen respeto y consideración como personas y como académicos, por lo que la acción intolerante e irresponsable ejercida sobre ellos aquel día, injuria, ofende y denigra a nuestra propia "alma Mater", la Universidad de Chile. Estamos ciertos que el grupo de jóvenes que efectuó la manifestación que comentamos, no representa el sentir mayoritario del estudiantado de la Universidad de Chile.
En general, la protesta es un hecho aceptable y tolerable, cuando ésta se genera en diferencia de visiones, criterios y evaluación de situaciones que afectan a las instituciones y personas. En un sistema democrático, existe el legítimo derecho a la protesta y a la libre expresión de las ideas, pero, para ello existe una institucionalidad, talvez con imperfecciones, pero es lo que con esfuerzo hemos logrado tener, después de un período de mucho dolor vivido en nuestro país. Lo que resulta inaceptable es que se trate de imponer criterios y normas, mediante la descalificación, la grosería y la intimidación y que, a veces, estas coacciones responden sólo a intereses o voluntarismos de pequeños grupos y en ningún caso corresponden a decisiones de las mayorías, o representen los intereses de la institución y del país.
El Consejo de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, reunido en sesión hoy 30 de mayo, acordó manifestar su categórico rechazo a este tipo de acciones y hacer presente su irrestricto apoyo a la institucionalidad universitaria, representada por el Sr. Rector y del Consejo Universitario.
Este Consejo considera, que la tolerancia y el diálogo son las armas más potentes que posee el ser humano para ejercer su capacidad de persuasión en el ejercicio de sus derechos.
En consecuencia, hacemos un llamado a los dirigentes estudiantiles, para que mediante un esfuerzo común generen un reencuentro fructífero y civilizado que aúne voluntades en un diálogo fecundo y realista, teniendo siempre presente la misión de nuestra Universidad de Chile y el futuro de nuestro pueblo.
Santiago, 30 de mayo 2008.