Aunque tiene "tareas" para esta nueva fase

52 años y una despedida

52 años y una despedida
Doctores Raúl Godoy, del Programa de Genética; Carmen Larrañaga, directora del iCBM;Manuel Kukuljan, decano de la Facultad de Medicina; Ángel Spotorno y su esposa, Elsa.
Doctores Raúl Godoy, del Programa de Genética; Carmen Larrañaga, directora del iCBM;Manuel Kukuljan, decano de la Facultad de Medicina; Ángel Spotorno y su esposa, Elsa.
El doctor Luis Fidel Avendaño interpretó varias piezas clásicas en guitarra.
El doctor Luis Fidel Avendaño interpretó varias piezas clásicas en guitarra.

El emotivo encuentro inició con la reseña de la trayectoria académica del doctor Spotorno hecha por la doctora Laura Walker desde que eran compañeros en la carrera de Pedagogía en Biología en la Facultad de Educación en la Universidad de Chile. Así, se refirió a su llegada a este plantel para la realización de sus respectivas tesis de pregrado, para luego ingresar al laboratorio del doctor Raúl Fernández, donde comenzaron su trabajo académico en el área de la citogenética. Luego, abordó su formación de doctorado en la Universidad de California en Berkeley, para retornar una vez obtenido este grado académico. “Éramos un equipo que hacía cosas bien particulares, en especial vistas desde el siglo XXI, porque trabajábamos con animales de campo, pues queríamos caracterizar citogenéticamente y por otros parámetros a roedores que viven en Chile, para lo cual los teníamos que colectar en terreno. Un equipo que trabaja de esa manera, durmiendo en carpas, adquiere maneras de acercarse diferentes a las habituales, lo que duró bastantes años”, explicó. Posteriormente se refirió a las numerosas publicaciones del doctor Spotorno, en la línea de investigación en que caracterizó el origen y dispersión de mamíferos que habitan en Chile, ahondando también en temas como biodiversidad, domesticación, el comportamiento y caracteres reproductivos y, más adelante, secuenciación de DNA mitocondrial o nuclear. Asimismo, destacó la gran labor docente que realizó el homenajeado, su capacidad de innovar en el área, buscando nuevas metodologías para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, así como incorporando los avances más recientes.

Posteriormente su hija, Elisa Spotorno, hizo cariñosos recuerdos y narró diversos momentos graciosos referidos a tener a un padre profesor, y sus largas y detalladas explicaciones frente a cada pregunta, así como su generosidad e indefectible apoyo frente a cada una de las decisiones de sus hijos.

A nombre de sus discípulos, el doctor Juan Carlos Marín narró su formación como doctorado junto al doctor Spotorno, reiterando su liderazgo abierto y generoso, pues lo apoyó y estimuló a desarrollar su línea de investigación en grandes mamíferos, pese a que distaba de la suya. Del mismo modo, destacó su interés en los libros y su disposición para compartir su amplia biblioteca con sus estudiantes, a quienes orientaba en la búsqueda del mejor material para sus respectivos trabajos.

“Un estado de ánimo”

A continuación, el profesor José Navarro, también del Programa de Genética Humana del ICBM, puso en relieve el carácter docente del homenajeado, refiriéndose a la necesaria humildad que debe llevar esa característica con los versos del poema “No tan alto”, de Pablo Neruda, que finaliza diciendo “Yo soy profesor de la vida/ vago estudiante de la muerte/ y si lo que sé no les sirve/ no he dicho nada, sino todo”.

Luego de que se dio lectura a una carta de su hermano Radomiro, el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, trasmitió en primer término los buenos deseos de la directora del Programa de Genética, doctora Lilian Jara, quien no pudo asistir por problemas de salud, para luego hacer énfasis en que esta ocasión no fue una despedida para el doctor Spotorno: “La Universidad de Chile es, más que una institución compleja, una comunidad y un estado de ánimo que tiene facetas que tú, Ángel, representas muy bien, en muchos sentidos, como el equilibrio entre el orgullo y la humildad. Y si bien los vínculos administrativos se tienen que terminar, la permanencia en esta comunidad y en este estado de ánimo es eterna, y estarán siempre para ti”.

El encuentro fue bellamente amenizado por las interpretaciones en guitarra del doctor Luis Fidel Avendaño, quien dio “tareas” para esta nueva fase al doctor Spotorno, refiriéndose a que podrá dedicarse a practicar estas piezas, puesto que también es un aficionado a la música: una “Romanza anónima”; “Un día de Noviembre”, de Leo Bower y “Choro típico Nº 1” de Heitor Villalobos.