Iniciativa en el marco del Proyecto de Desarrollo Institucional de la Facultad de Medicina

En busca de una inclusión sin "peros"

En busca de una inclusión sin "peros"
Los miembros del grupo de trabajo para la inclusión de personas en situación de discapacidad intelectual.
Los miembros del grupo de trabajo para la inclusión de personas en situación de discapacidad intelectual.

Este equipo está encabezado por el doctor Alberto Minoletti, académico del programa de Salud Mental de la Escuela de Salud Pública, e integrado por académicos de los departamentos de Terapia Ocupacional, Kinesiología, Fonoaudiología, Promoción de la Salud de la Mujer y el Recién Nacido, Enfermería y Neurología Infantil del Campus Centro.

Esta iniciativa, explica el doctor Minoletti, se realiza en el marco del Proyecto de Desarrollo Institucional de la Facultad de Medicina de “promover el trabajo colaborativo, estratégico y conjunto entre unidades académicas, campos clínicos y los territorios”.

 “Como sociedad en general, y en particular en las universidades, estamos en deuda con las personas con discapacidad intelectual. La Convención de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad establece una serie de derechos así como de responsabilidades de los Estados, una de las cuales está en la línea de las instituciones de educación superior, como es la formación de profesionales en el nuevo paradigma establecido por esta convención, como es el reconocimiento de estos individuos como sujetos de derecho, a la salud y la rehabilitación, pero además a todos los derechos sociales, tales como el trabajo y la educación. Por ejemplo, hay un aspecto muy importante que se suele olvidar en estos casos: el derecho a la capacidad jurídica, como cualquier otro ciudadano del país. Por eso debemos avanzar en cómo apoyamos a las personas en situación de discapacidad intelectual para que ejerzan estos derechos, debido a que tienen ciertas condiciones que les dificultan su ejercicio. Pero lo que históricamente hemos hecho como sociedad y como profesionales de la salud es coartarlos aún más en este sentido, tomando decisiones por ellos, sin apoyarlos, sin explicarles ni incluirlos mediante el lenguaje adecuado, como para que puedan vivir la vida como ellos quieran vivirla”.

Tema que buscaba referente

En este contexto, añade el doctor Minoletti, “y viendo las deficiencias que había en la universidad, conversamos con el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, y él nos propuso que la forma de ahondar en esta materia podría ser la formación de un grupo de trabajo entre unidades académicas como los que ya se han impulsado en áreas como salud del migrante, lo cual nos pareció muy adecuado. Así fue como hicimos un planteamiento formal, el doctor Kukuljan lo acogió y en el Consejo de Facultad de septiembre fue aprobado y convocó a participar a todos los interesados. Y en la reunión del 25 de octubre nos llevamos una sorpresa, porque llegaron 23 personas de distintos departamentos y campus, por lo que creemos que es un tema que estaba buscando por dónde expresarse de manera más contundente. Y nuestro objetivo es ver cómo reforzamos, entre todas estas distintas unidades, iniciativas orientadas a garantizar la inclusión social de las personas en situación de discapacidad intelectual en los tres quehaceres de la universidad, como son la docencia, la investigación y la vinculación con el medio”.

Comprendiendo a la discapacidad intelectual como las limitaciones tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa que se origina antes de los 18 años producto de la interacción entre las deficiencias que presenta una persona y las barreras que le pone la sociedad en la participación social, educación y trabajo, el grupo recién conformado  se organizará de manera de elaborar proyectos que puedan postular a fondos concursables de investigación y extensión tanto de la Facultad de Medicina como externos.

Por otra parte, se podrán postular propuestas al convenio firmado en mayo de 2016 entre la Universidad de Chile y la Fundación Isabel Aninat, cuyos objetivos son establecer una institucionalidad y legislación específica en materias de discapacidad intelectual y desarrollar propuestas de políticas públicas dirigidas a este grupo, a fin de garantizar su efectiva inclusión social, así como formar capital humano especializado para el apoyo y cuidado de estas personas. Para el cumplimiento de estas metas, cuenta con un directorio académico integrado por miembros del Centro de Sistemas Públicos del Departamento de Ingeniería Industrial y de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina.

De hecho, añade, es en el marco de ese convenio que durante 2017 junto a académicos del Departamento de Terapia Ocupacional desarrollaron el primer diploma en inclusión social de personas en situación de discapacidad intelectual, dirigido a profesionales de diferentes ámbitos vinculados a la temática, tales como salud, educación y ciencias sociales.

“Además, vamos a participar de las actividades de difusión que se organizarán a nivel de universidad para conmemorar el día mundial del Síndrome de Down, una de las cuales contemplará diálogos con expertos internacionales, entre los que figura el doctor  Luis Salvador Carrulla, de la Universidad Nacional de Australia, quien es uno de los autores del estudio Pomona, el cual ahonda en la salud de las personas con discapacidad intelectual, tanto física como mental, mostrando que este grupo tiene características y perfiles epidemiológicos diferentes a la población general en varios aspectos. Esperamos poder trabajar con estos especialistas, e incluso ver si se podrían establecer líneas de investigación con entidades europeas o australianas”.