Realizan trabajo intersectorial

La ciencia del cuidado tras la prevención de emergencias

La ciencia del cuidado tras la prevención de emergencias
El equipo: Felipe De La Fuente, Patricia Grau, Fernanda Cabezas, Constanza Quintrileo, Ricardo Pérez, Mirliana Ramírez, Alicia Villalobos y Tannia Espinoza.
El equipo: Felipe De La Fuente, Patricia Grau, Fernanda Cabezas, Constanza Quintrileo, Ricardo Pérez, Mirliana Ramírez, Alicia Villalobos y Tannia Espinoza.

Esta unidad nació como resultado de las sólidas contribuciones realizadas por académicos y estudiantes de esta disciplina de pregrado a los afectados por los incendios que asolaron la zona de Santa Olga en enero de 2017, labor que resaltó el decano de nuestra institución, doctor Manuel Kukuljan, y que los invitó a darle continuidad y una orgánica que les permitiera generar actividades de docencia, investigación y extensión derivadas de este trabajo.

El profesor Ricardo Pérez, integrante de este núcleo, explica que “nos dimos cuenta de la importancia de no ser reactivos frente a una situación de estas características, así como también de que nuestra contribución, dada nuestra formación, debe fomentar la resiliencia comunitaria y la gestión de la reducción del riesgo en materia de desastres, siempre alineados con la política nacional en la materia”.

Ello se caracteriza, asimismo, “por un volver a la esencia histórica de enfermería, desde el trabajo comunitario, de preparación y de educación popular, como lo que hacían las enfermeras sanitarias de los años ‘50 y ‘60, donde era bien marcada la prevención, sobre todo en el ámbito de las enfermedades infecto contagiosas, o en términos de eliminación de desechos”.

Esta misión, añade, cobra su especial relevancia desde la perspectiva de anticipar y evitar el daño o la pérdida de vidas, pero su trabajo también tiene ejes de acción durante y después de una catástrofe.    

Trabajo intersectorial

“Quienes conformamos el equipo tenemos experiencias diversas; esa es una fortaleza, contamos con personas de mucha trayectoria y otros más nuevos, con lo que se logra una sinergia bien armónica con el trabajo que se requiere; además, el aporte se produce desde sus áreas de mayor experiencia, ya sea educación, asistencial, investigación y gestión”, añade el profesor Pérez. Los integrantes son las profesoras Alicia Villalobos, Patricia Grau, Tannia Espinoza, Carolina Monasterio, Victoria Ramos, Denisse Parra, Mirliana Ramírez, Felipe de la Fuente, Wladimir Torres y Ricardo Pérez, quienes se organizan en las áreas comunitaria y salud mental, así como de gestión de emergencias.

Su trabajo, en el año que llevan de existencia, los ha llevado a vincularse con diferentes alcaldías e instituciones de prevención; “en primer término, nos asociamos con la Municipalidad de Independencia, con el objetivo de colaborar en la realización de un diagnóstico participativo para identificar los factores de riesgo en caso de emergencias, dándole a sus habitantes herramientas en áreas como primeros auxilios o salud mental”. Fruto de esta alianza, se vincularon con la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior, Onemi, “que está trabajando en una línea muy similar a la nuestra, de fortalecimiento de las comunidades, pero además imparten el Curso de Equipos Comunitarios en Primera Respuesta en Emergencias y Desastres, Cert, en el que ya están dos estudiantes nuestras, con lo que esperamos que después sean instructoras que repliquen este modelo, así como toda la comunidad que reciba esta formación”.

Esta misma forma de vínculos los ha llevado a relacionarse con las municipalidades de Pudahuel y de Valparaíso, así como con el Programa de Reducción de Riesgos y Desastres de la Universidad de Chile, Citrid, y los departamentos de Extensión y de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina, “con todos los cuales nos reunimos a mediados de septiembre pasado en una Mesa Intersectorial para la Resiliencia Comunitaria y Gestión de la Reducción de Riesgos, que incluyó también a la Corporación Nacional Forestal, Conaf, donde se comprometieron todas las voluntades para trabajar coordinadamente y siempre pensando en el bienestar mayor de la comunidad”. Además, llevan adelante líneas de desarrollo orientadas a apoyar a la población afectada por la contaminación ambiental en la zona de Quintero y otras zonas en conflicto medioambiental, y, “por último, creemos importante mencionar que se ha iniciado un trabajo con la Universidad de Santiago en el marco del fortalecimiento de las universidades estatales, así como también que otra de nuestras metas es avanzar mancomunadamente con ellas en los distintos territorios del país en los que estamos trabajando”.

“Hacer conciencia de la importancia de trabajar antes, durante y después de los desastres o emergencias involucra tomar acciones y decisiones, y a esos procesos apuntamos. Lo que buscamos es un cambio cultural, y para eso tenemos que hacer un trabajo continuo y a largo plazo, y ahí vamos a fortalecer las capacidades comunitarias, su resiliencia, que entre ellos se conozcan y a los factores de riesgo compartidos, de modo de prevenir pérdidas y de dar apoyo en términos de salud física y mental”, finaliza el profesor Pérez.