Académico FAU realizó taller para monitorear la Dinámica de Barrios e Inmuebles Patrimoniales

Académico FAU realizó taller para monitorear barrios patrimoniales
Lorenzo Berg, Tamara Jery y Camilo Arriagada
Lorenzo Berg, Tamara Jery y Camilo Arriagada
El segundo panel trató la temática "Usos del sistema de monitoreo para gobernanza y políticas"
El segundo panel trató la temática "Usos del sistema de monitoreo para gobernanza y políticas"
Jaime Pujol Alexandra Garin, Patricio Mora
Jaime Pujol Alexandra Garin, Patricio Mora
Dinámica barrial-patrimonial

En el marco del ciclo de actividades que organizó el Departamento de Urbanismo FAU con motivo de los 90 años de la primera cátedra de Urbanística y del Día Mundial del Urbanismo, la tarde del Jueves 8 de noviembre, se implementó el Taller “Hacia un sistema de monitoreo de barrios patrimoniales protegidos” realizado en el contexto del Proyecto FONDART Nacional Arquitectura 2018 – (458740) “Impacto de los instrumentos de protección patrimonial sobre la dinámica de barrios metropolitanos” cuyo investigador responsable es el profesor Camilo Arriagada Luco, junto con los co investigadores profesor Lorenzo Berg, la socióloga Tamara Jery y Pilar Ascuy, tesista del Magíster en Intervención del Patrimonio Arquitectónico, MIPA.

En el taller se presentaron avances del proyecto en modelar la “Dinámica de Barrios e Inmuebles Patrimoniales” en un marco lógico de variables de causa, efecto y procesos contextuales, junto con someter a discusión una primera propuesta de “Sistema de Indicadores de Monitoreo”, integrando, de forma original e innovadora, información de archivos patrimoniales con fuentes de datos secundarios y primarios (encuestas y etnografías espaciales) cuyo aporte fue destacado por los expertos invitados con relación a la visibilización de procesos patrimoniales de escala predial, barrial y local, de forma comparada y estandarizada en una plataforma de información posible de articular en el seguimiento de varias zonas típicas, comunas y grandes ciudades; asimismo, la orientación del proyecto y propuesta del sistema de monitoreo hacia funciones y actores de política pública de revitalización y puesta en valor patrimonial como es la prioridad consensuada.

El taller contó con la apertura del profesor Lorenzo Berg, co investigador del proyecto FONDART y coordinador del MIPA FAU, seguido de las exposiciones del sistema por el profesor Arriagada y la socióloga Tamara Jery. Luego de las exposiciones siguieron las intervenciones de expertos en indicadores y sistemas de datos urbanos -primer panel- y de expertos en políticas públicas urbanas y patrimoniales.

El primer panel titulado, “Diseño y estrategias del sistema de monitoreo” tuvo como participantes al Geógrafo y MG urbanismo Claudio Yáñez (Gerente Programas INE), al Sociológo y MG en Comunicación Felipe Espinoza (estudios urbanos culturales El Topo), Marcelo Bauzá (Arquitecto, Socio INCITI) y a Tomás Cox (Ingeniero, candidato a Doctor en Transporte y Profesor Depto, de Urbanismo FAU). la temática se abordó a través de las preguntas, ¿qué componentes o indicadores son los más estratégicos y pertinentes?; ¿cuáles son las escalas de desagregación de información requeridas (manzanas, zonas, barrios); y ¿cuál es el potencial de diálogo de un Sistema de Monitoreo Patrimonial con otros sistemas de información de política urbana y local?

Claudio Yáñez del INE subrayó que se aporta estandarización como requisito para conectar con políticas, valorando la diversidad de componentes sobre protección del patrimonio, de forma que, la propuesta del FONDART de FAU logra captar diversas variables, las que interactúan en la calidad o mejoramiento, por ejemplo, de un barrio antes o después de la declaración de una Zona Típica. Recomendó acotar la cantidad de índices con datos primarios, en pro de la sostenibilidad financiera del sistema para efectos de producir información para medición de la calidad a levantar cada dos años. La escala de análisis tiene que ser barrial y por eso debe identificar variables que puedan tener frecuente cobertura a escala de grupos de manzanas, zonas y distritos, siendo para el INE un objetivo transversal publicar herramientas gratuitas, por ejemplo, una página web con los permisos de edificación georreferenciados del 2010 al 2016 a nivel de ciudades de más de 50 mil habitantes.

Tomas Cox por su parte destacó la necesidad de Indicadores con poder para medir en cortes temporales a futuro y potenciar índices y datos referidos a alguna forma de barrios o casos de control sino datos de referencia, lo que en el proyecto puede aplicarse a los módulos de economía patrimonial y precios de suelo y vivienda en particular, para tener un parámetro de significación de los aumentos o reducciones que reflejen las zonas protegidas. Destacó que este sistema será un aporte para modelaciones de uso de suelo en un tipo de pieza urbana muy poco entendido y desarrollado por la literatura de economía urbana.

Felipe Espinoza planteó la importancia de mirar el monitoreo en términos de los flujos de comunicación y audiencias posibles de usuarios patrimoniales, atendiendo que los actores de política urbana y patrimonial generan estancos sin prácticas de diálogo. Otro dilema es poder reconocer y formalizar grupos de barrios comparables, porque el patrimonio a escala de barrios y procesos es muy heterogéneo y requiere conformar tipologías de barrios donde hay procesos diferentes a monitorear. Los liderazgos y organizaciones vecinales reales debiesen expresarse en un módulo como mapa de actores.

Marcelo Bauzá, experto en bases de datos inmobiliarias, destaca que si un sector es declarado zona típica y una casa merece ser conservada, el territorio y la propiedad declarada pasa a tener una connotación especial de bien público que va mas allá a un valor monetario, es un valor para la sociedad, lo que resta importancia a los índices brutos de valor del suelo y hace fundamental el estado de mantención de entorno y vivienda, en función de la preservación de la memoria y un valor más allá del económico privado. Comparte que, el sistema de monitoreo es muy completo, pero destacó que la propuesta del Proyecto FONDART debe desarrollar una componente vegetal que no son las áreas verdes por persona, sino que es la conservación ambiental referido a lo vegetal, desde la meseta de la vecina que la riega todos los días hasta el arbolado público y la presencia de detractores ambientales como perros vagos y contaminación acústica. Asimismo, el conteo de visitantes, de autos, bicicletas, controlando puntos de destino o visita, debe estar incluido en la propuesta sobre el componente de movilidad por atractivo del barrio y los índices de cambio del mix de usos que registra el SII, desagregado al menos por tasas habitacional y comercial por año.

El segundo panel, denominado “Usos del sistema de monitoreo para gobernanza y políticas” contó con las intervenciones de Jaime Pujol (Consultor en Rehabilitación), Alexandra Garín (Arquitecto experta en desarrollo de PLADECO) y Patricio Mora (Experto del Consejo de Monumentos Nacionales) aportando a la respuesta de ¿Quiénes debieran ser usuarios públicos fundamentales del sistema y de qué modo puede mejorar la gestión pública y fomentar inversión privada de calidad con este tipo de herramientas?

Jaime Pujol destacó la importancia de crear una herramienta de monitoreo, citando a Jan Ghel “medimos lo que nos importa” y el patrimonio es algo mal medido, sino solo registrado administrativamente en Chile y ve en el FONDART FAU un esfuerzo muy importante y oportuno para políticas de rehabilitación. Destacó luego que, todas las zonas típicas en grandes ciudades son barrios deshabitados respecto a su cabida habitacional potencial y densidades habitacionales contraviniendo ubicaciones excepcionales que la gente valora en ciudades extremadamente segregadas. El CNDU lanzó una publicación el año pasado que se llama “Propuesta para una modelo integral de conservación del patrimonio urbano”, que da efectivamente algunas claves de qué gestiones podrían hacerse para mejorar, pero no hace la correlación que la mayoría esta sub habitado y puede cumplir un rol social para romper la segregación. En particular, las municipalidades quieren promover cambios normativos, pero tienen muy pocas herramientas para definirlas, asimismo la gestión intersectorial demanda herramientas compartidas.

Alexandra Garín, destacó que en materia de patrimonio hay una tendencia a sobre instrumentalizar y que hay poco diálogo entre herramientas. Una prioridad es que el monitoreo ayude a bajar las escalas del PRC a seccionales, porque hay muchos subsectores con distintas tipologías, usos y mixturas. El monitoreo puede ayudar a acelerar implementaciones de programas y planes, hay que considerar fondos que se pueden facilitar y prestar, porque el financiamiento no está para las áreas patrimoniales, hay otros fondos que pueden servir para rehabilitar como planes urbanos estratégico y otros. Para Valparaíso el monitoreo debe ayudar a evaluar cómo mantener mixtura social y etaria, parte esencial de lo que se quiere proteger. Respecto a quiénes deberían ser los usuarios públicos, Garín señala que primero deben ser los Municipios, sobretodo dentro de los instrumentos del PLADECO, en caso de Valparaíso está el consejo de patrimonio regional del GORE que tienen varias instituciones, los seremis, universidades, CHC, empresa portuaria, el almendral. Por otro lado, para el sector privado en tema de inversión, tienen que definir los usos respecto a que ellos primero ingresan, compran y luego comienzan a ver los permisos, que además están afectados por burocracia y plazos extremos. También destacó situaciones nuevas como cuando el desarrollo local patrimonial se cruza con la migración del sistema público al sistema subvencionado de educación, lo que lleva al aumento de matrícula en colegios centrales y eso aumenta exponencialmente librerías, fotocopia, y otros cambios de uso.

Patricio Mora del CMN subrayó la nueva ley del Patrimonio, que quiere suplir todas las fallas de legislación con una data 94 años, centralizado, lento, y burocrático. Las protecciones han servido para el empoderamiento de la comunidad para proteger su calidad de vida, pero hay una falencia en los nexos con los temas de ciudad, somos muy reactivos, por ejemplo, el Mall de Castro o el caso de Chillan donde querían cambiar el PRC, porque se dieron cuenta que en todo el casco histórico hay altura libre y están apelando a la ley del CMN. La nueva legislación cambia grandes ejes, comenzando por la reducción de 5 a 3 categorías, una de ellas es la de Bien de interés patrimonial que reemplaza al Monumento Histórico, encontrando la lógica del patrimonio cultural donde están los bienes muebles e inmuebles; están también las Zonas de interés patrimonial que es donde quedan las Zonas Típicas, y en ese aspecto de Zona queda obsoleto lo típico o pintoresco, estableciendo ante esto un marco legal único. Respecto a los Privados, hay un cambio importante que es el sistema de compensación e incentivos, antes centrado solamente en Monumentos Históricos que no tengan uso comercial y que, ahora con la nueva ley, serán todos los monumentos, excepto en Zonas de interés patrimonial que se baja 50%. Es súper clave este momento de política pública, y este proyecto de Investigación en Arquitectura del FONDART de la FAU, llega justo para incidir en esa materia y dar luces de tendencias significativas.