Con una exposición en la Sala Juan Egenau:

Estudiantes del MAV presentan sus obras de título en sede Las Encinas

Estudiantes del MAV presentan sus obras de título en sede Las Encinas

“El cierre de un proceso siempre es significativo para los y las estudiantes que cursan este programa de estudios. Con proyectos de muy buena factura y con una sensibilidad que da cuenta de lo aprendido durante su proceso de formación, lo que constituye un gran logro y, en muchos casos, la apertura de sus futuros horizontes profesionales”, señaló la coordinadora del Magíster en Artes Visuales, prof. Nury González, quien encabezó el proceso de evaluación de los exámenes de grado, en el marco del proceso de Actividad Formativa Equivalente (AFE).

“El programa se caracteriza por ser teórico-práctico, que privilegia la creación y la reflexión crítica en los procesos autorales de producción de obra. A partir del 2019 nos adscribimos al proceso de Actividad Formativa Equivalente (AFE), que implica que los estudiantes tienen que trabajar en un cuerpo de obra para graduarse. Este ha sido un aspecto muy destacado para obtener recientemente los 6 años de acreditación del programa de estudios”, explicó la prof. Nury González sobre este modelo de evaluación en el que los estudiantes se centran en la construcción de un cuerpo de obra, a partir del trabajo en dupla con dos académicos/as.

“Como Comité Académico, nos propusimos que el equipo estuviese construido por un profesor teórico y un artista, o dos artistas. En ese contexto, los estudiantes tuvieron que presentar un proyecto, con el que ellos ingresaron al programa o uno nuevo. A través de la metodología en común con la dupla, la idea fue potenciar el trabajo que realizaron los estudiantes de la mejor manera. Uno de los asuntos que considera el examen es que los tres estudiantes puedan exponer simultáneamente en el mismo espacio”, comentó la coordinadora, agregando que, ese es uno de los desafíos que propone el examen de grado y que, de esta manera, puedan organizar el proceso de montaje y editar la muestra, organizada en conjunto con el Departamento de Artes Visuales (DAV).

Integrada por los profesores Rodrigo Zúñiga, Rainer Krause, Paula Arrieta, Paulina Mellado, Sandra Molina, Jorge Cabieses, Arturo Cariceo, Constanza Urrutia, Pablo Ferrer y Adolfo Martínez, la comisión académica evaluó aspectos como “el valor entre la propuesta, su marco teórico y cómo fue resuelta, formal y materialmente. Es decir, cómo la obra tiene una contemporaneidad, una visibilidad, visualidad y su factura. El proyecto, a su vez, va siempre acompañado de un informe de tutoría AFE. El objetivo es, finalmente, poner como eje central la propuesta autoral, que cada uno de ellos/as ha desarrollado durante todo el año”, indicó la prof. González, añadiendo que este año el programa de Magíster en Artes mención Artes Visuales se propuso “convocar a los estudiantes de primer año que tienen que elegir dupla. Para ellos/as es interesante que puedan acercarse a los proyectos de estudiantes que egresan, así como los de pregrado”.

Las obras de los/as expositores/as

La rendición de este examen de grado constituye “la tercera generación que logra culminar sus estudios en los dos años reglamentarios. En este proceso ellos terminan y se gradúan, pero adicionalmente estas obras se exhiben bi-anualmente en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC)”, sostuvo la prof. Nury González. Será en abril del 2024 cuando se presenten en ese espacio las obras seleccionadas de la cohorte 2021 y 2022.

Durante el primer período de exposición se presentó Inmersión vocal, proyecto de investigación-creación de la estudiante Paola Medina, que explora teórica y performáticamente la voz. “En este proyecto se abordan los tres ejes conceptuales que guían la inmersión vocal: corporalidad, singularidad vinculante y agencia, obtenidos desde mis propias exploraciones con la voz y de referentes claves de la filosofía como Adriana Cavarero, Brandon LaBelle y Mladen Dolar”, explicó la estudiante acerca de este proyecto AFE, en que la voz encuentra en la performance nuevas potencias corporales, poéticas y afectivas.

Asimismo, la estudiante Paula Coñoepan expuso el proyecto El Secreto del ají, que consiste en una instalación integrada por una estructura revestida de pieles de ajíes, compuesta por un video, en el que se narra un secreto que le es develado. “Uno de los aspectos que aborda este proyecto es trabajar la idea de intimidad propia del secreto. Esto se vincula a un trauma que es narrado y recreado por mí, donde se exploran temas relacionados a la identidad de género y la sexualidad”, indicó Coñoepan. Con este proyecto AFE, la estudiante obtuvo la beca Cisneros Art Foundation 2024, en la categoría artista emergente. “Es una gran oportunidad porque me permitirá exhibir la obra en Miami, Estados Unidos, además de pasar a ser parte de esta colección, que es una de las más grandes de arte latinoamericano”, señaló.  

Otro de los proyectos que formó parte de esta exhibición fue L.I.P.S.E.S (Laboratorio Itinerante de Papeles Encontrados en el Suelo) de Antonia Gómez, que profundiza en la recolección de manuscritos, traslado y posterior estudio de objetos del suelo en la calle. “Este proyecto explica cómo fui desarrollando diversas colecciones, con la intención de buscar maneras de resignificar estos objetos otorgándoles contexto, siendo fundamental el concepto de ficción a partir de la apropiación de modelos de funcionamiento”, comentó.

En el segundo período de esta muestra, se presentó Señuelos falsos de la estudiante Luz María Fernández, un trabajo visual que se desarrolló desde la práctica de la pintura, con el cual abordó un pequeño universo. “Mi intención fue armar diferentes narrativas a partir de una serie de pinturas que, si bien, no tienen una relación directa, pero logran vincularse gracias a una yuxtaposición, su paleta de colores o el tratamiento pictórico”, contó. Estas piezas pictóricas compartieron espacio con el proyecto El partido de Chile, de Juan Camilo Mutis, en el que el artista propuso un cuerpo de obra que busca reinterpretar nociones idiosincráticas, históricas y políticas del país a través del fútbol. “En este ejercicio, se explora la amplitud de este deporte como manifestación social y el eco que emana de su fuerza. En este proceso, se revelan conexiones y se teje un tapiz que va más allá de las narrativas convencionales”, expresó.

La danza también estuvo presente en esta exposición de este programa de estudios. La estudiante Alexandra Mabes expuso su proyecto titulado Cuerpo de obra: La danza como un procedimiento para un proceso objetual, en el que profundizó en la huella del movimiento, la imposibilidad de moverse y el cuerpo que busca ocultarse a partir de procesos biográficos. “Propuse una reflexión en torno al cuerpo que se desvanece en el lenguaje de la danza y cómo un proceso objetual toma sentido para custodiar esa huella que se disuelve. El mineral de cobre aparece de manera fortuita y toma protagonismo para poder darle materialidad, permitiendo manifestar el movimiento”, aseguró la artista.

Una reflexión en torno a los procesos y las materialidades que configuran una obra es lo que propuso el estudiante Ignacio Kaempfe en su proyecto Cuando las cosas están en todas partes, pareciera que no están en ningún lugar (y viceversa). “¿Qué implica que algo se tense? O, ¿qué pasa cuando se desvanecen los contornos? Estas son algunas de las preguntas que sostienen esta investigación, que se urde en una relación de reciprocidad con el desarrollo de la obra, tomando en cuenta conceptos como la fragilidad y su opacidad”, afirmó el estudiante.

En la línea de indagar en el misterio a través de la expresión artística, el proyecto La añoranza de la nube negra de Alejandra Arellano abordó la desertificación de la zona central de Chile. “Como problema ecosistémico, esta investigación se centró en las nubes y su influencia en el ciclo del agua, proponiéndolas como agentes causales. De esta manera, la propuesta artística observa el comportamiento de la nube negra, en relación a los patrones de lluvias en la ciudad de Santiago”, comentó.

Por otra parte, el estudiante Gonzalo Tapia presentó una exploración autoral biográfica. "Proclama melancólica en el nombre de un ruso blanco asentado en Tiltil propone un acercamiento a la vida de mi bisabuelo paterno, Pedro Jorge Andrianoff Kuckoff, exiliado de Rusia tras la revolución de 1917. Considerando el formato de bitácora, este proyecto concluye en la realización de una instalación escultórica, que se sustenta en el fundamento narrativo de la migración Chile-Rusia y en el desafío plástico propio de un ejercicio de memoria”, expresó.

Finalmente, esta muestra culminó con La reproducción de las formas, proyecto de Fernanda Figueroa, que consistió en la creación de distintas piezas de cerámica, originadas mediante la reproducción de diferentes módulos interconectados entre sí. “Esta obra invita a reflexionar sobre el fenómeno de multiplicación inherente en la naturaleza, donde una única forma se expande en una multiplicidad de manifestaciones. A partir de esa modalidad de reproducción de las formas, se va construyendo un sistema de piezas que se entrelazan y se expanden, dando lugar a una obra que emerge de volúmenes en constante proliferación e interconexión”, concluyó.