"La Bienal de Cuenca es para mí un espacio y un tiempo que complementa otras experiencias estéticas donde he tensionado epistemologías o modulaciones de la práctica artística. Participar en una de las bienales latinoamericanas de mayor perdurabilidad en la región me permite poner a prueba mi espíritu insurgente y revisionista no sólo en torno al intercambio de conocimientos, experiencias y vivencias relacionadas con el concepto de 'entre-abierto', que es la idea fuerza de la XI Bienal de Cuenca, sino también me permite retrospectivamente evaluar la puesta en riesgo de mi obra en focos de legitimación artística nacional e internacional", señala Arturo Cariceo, quien exhibe en esta Bienal la obra Fuckin'Marcianos. Del por qué nunca me miras desde dónde yo te veo o del cómo lo que miro nunca es lo que veo", invitado por el curador Fernando Castro Flórez.
Como este académico del Departamento de Artes Visuales entiende el hacer artístico como una experiencia, no es de extrañar que la obra que allí presenta corresponda a los onces días en que permaneció en Cuenca y que incluyó la inauguración de esta "onceava Bienal, el día once del mes once del año once", explicita sobre esa curiosa situación que ha definido "como un docureality en clave de fotonovela a la manera de posteos, porque todo lo que antecede a mi visita, lo que hice durante aquellos días y lo que retuve de dichos momentos, lo publico en el blog Hacia un meridiano inquietante creado por Fernando Castro Flórez", agrega a propósito del tipo de plataforma web a nivel usuario que está utilizando para exhibir su obra, y cuyo nombre alude a la curatoría presentada por este destacado teórico y comisario español, la que giró en torno al discurso "Meridiano" de Paul Celan.
¿Cómo fuiste creando esta obra?
Siendo consecuente con el comisariado, me propuse quebrantar las fronteras entre lo decible e indecible mediante una obra que son y seguirán siendo muchas, todas ellas colaborativas y cooperativas, desde mis intervenciones en el blog de Fernando y el encuentro con Domingo Sánchez Blanco: los "diez minutos de Cagón & Crista para diez poetas de Cuenca" (junto al artista ecuatoriano Patricio Palomeque) realizados en el Teatro Casa de la Cultura; el partido de fútbol "Resto del mundo contra los artistas del Ecuador" (asistido por el artista ecuatoriano Héctor Pacurucu y el artista brasilero Rubens Mano) en la cancha sintética del Estadio Alejandro Serrano Aguilar; la expedición patafísica al Parque Nacional Cajas (junto a los artistas Ricardo Calero, Rodrigo Pineda y Domingo Sánchez Blanco) o la intervención con aportes de Avelino Salas (Roma), DJ Fassman (Dublín) y de los poetas ecuatorianos Cristóbal Zapata, Carlos Garzón y Carlos Vásconez a la intervención "No hay pena ni gloria que no la chupe de la oreja al mentón" que Domingo Sánchez Blanco realizó en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca.
Y hay más, como las intervenciones realizadas con los jóvenes artistas que trabajaban en la Bienal (y que participaban, a la vez, en la "contra-bienal") y un largo etcétera que estoy postproduciendo porque esta obra coral terminará cuando clausure la Bienal el 31 de enero del próximo año. Destaco la entusiasta participación de Pablo Oyarzún, filósofo y traductor de Celan, en dos obras sonoras tituladas "Der Meridian" y "Ártico", y la de Francisco Brugnoli en otra obra en clave grindcore llamada "Zunga".
¿Siempre en soporte virtual?
Sí, mi obra está disponible en red y no sólo durante la Bienal, sino como una muestra permanente en el ciberespacio. Soy el único artista cuya obra es inubicable físicamente, ya sea en los distintos museos que albergan la Bienal o en los espacios públicos y privados de esta hermosa ciudad patrimonio de la humanidad que fueron intervenidos por artistas. Respecto a ello, fue importante tomar consciencia de que he sido el primer artista que participa en la Bienal haciendo uso de la web como soporte artístico, en sus dos formatos: a nivel usuario, como ocurre en el blog, y a nivel profesional, al transmitir en directo una de mis intervenciones gracias a la asistencia de la unidad informática de la Universidad de Cuenca y al ingeniero Pablo Palacios. No hay que olvidar que sólo un 7,7 por ciento de la población ecuatoriana tiene acceso a internet, según su Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
Como académico que soy, no puedo eludir que la falta de educación, reflexión y experiencia impide la comprensión de los procesos creativos contemporáneos, algo que está en relación con las numerosas facultades de artes que hay en Chile y que fomentan un patético clientelismo. En estricto sentido, la hiperinflación de licenciados en artes en nuestro país ha fomentado un academicismo trasnochado, ignorancia total y falta de conexión con la práctica real del arte. Del mismo modo, como artista, enfrento las miserias intelectuales y programáticas de los paroxismos bienalistas y las ferias internacionales de arte. Estas temáticas estuvieron muy presentes en mis conversaciones con artistas e intelectuales en la Bienal, de la escena cultural ecuatoriana. Si tuviera que dar algunas pistas de mis procesos creativos, sin duda apuntaría a la lectura irónica que hago de la estética relacional y del post-documentalismo.
La propuesta que Arturo Cariceo presenta en el marco de la XI Bienal de Cuenca se puede apreciar a través del blog Hacia un meridiano inquietante. Sobre el nombre de ésta, el artista aclara que "todas mis obras se titulan igual: Fuckin'Marcianos, aunque le agrego habitualmente títulos alternativos. Por ejemplo, en esta Bienal, el lacaniano Del por qué nunca me miras desde dónde yo te veo que utilizo para nombrar los posteos realizados durante mi estadía en Cuenca, o el también lacaniano Del cómo lo que veo nunca es lo que miro para lo publicado desde mi retorno a Chile hasta la clausura de la Bienal", que se realizará el 31 de enero de 2012.