El pasado jueves 30 de marzo, el periodista egresado del Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile (ICEI), Jonás Romero Sánchez, lanzó oficialmente su libro "Crónica de un aluvión", obra que relata cómo los lugareños de Atacama vivieron y sobrevivieron el antes, durante y después de la tragedia ocurrida el 25 de marzo del año 2015, que cobró la vida de cerca de treinta personas.
El evento realizado en el café literario Santa Isabel de Providencia, fue organizado por la Editorial Cinco Ases (a cargo de la publicación) y el Sistema de Bibliotecas Públicas de Providencia, y contó con la participación de Arelis Uribe, escritora y autora de "Quiltras" (La mujer rota, 2016); y de Axel Pickett, periodista y autor de libros como "Leyenda hay una sola" y "El partido de los valientes". En el misma oportunidad se lanzó el libro "Juez y Parte" de Felipe Herrera, bajo la misma editorial.
Durante el lanzamiento de la obra, Romero agradeció a sus amigos, compañeros de universidad y familia que estuvieron presentes, y destacó la influencia de su historia familiar en la decisión de escribir su primer libro desde una perspectiva que fue catalogada como "cercana, social y honesta".
De la tragedia a la construcción de una historia
Jonás Romero cuenta que la idea de escribir este libro nació originalmente como una investigación para optar al título de Periodista de la Universidad de Chile. Tras solo un par de días ocurrida la tragedia, partió al lugar cargando sólo una mochila, su grabadora, poco dinero y un vago itinerario de lo que quería conseguir. Sólo tenía claro que esta historia tenía que reportearla y que lo haría directamente en el lugar de los hechos, con el objetivo de rescatar la visión de los propios protagonistas.
Los primeros días en la zona afectada se alojó en la casa de una familia en Paipote, lugar al cual llegó junto a la 5° Compañía de Bomberos de Conchalí. Luego se fue a Chañaral, donde se quedó en el Liceo Federico Varela, que funcionaba como albergue para los damnificados y voluntarios.
"Durante esos días fui con el objetivo de reportear, pero ante lo que había pasado no podía estar sin ayudar. Después de estar paleando barro todo el día, llegaba en la noche y ahí intentaba hablar con el que estuviera de ánimo ante tanto desastre. Tras el aluvión, las camionetas 4X4 iban y venían, y uno hacía dedo en cualquier parte, te llevaban, y así tuve la oportunidad de conocer muchos lugares y sobre todo a la gente", recuerda el periodista, quien asegura que en las primeras dos semanas se dedicó a ser uno más con la gente afectada, de entender la magnitud de lo que había pasado, de hacer contactos y de entrevistar a quienes le entregaron su confianza.
"Conversé de todo lo que pude con toda la gente que pude. Anotaba cada detalle en una libreta, lo analizaba cada noche y así fui perfilando lo que quería obtener para mi tesis de ese momento", asevera.
Con el objetivo de seguir la evolución de la historia de sus protagonistas, Romero se mantuvo en contacto con quienes entrevistó para poder así entregar un retrato lo más fiel posible. "Yo siempre supe que quería volver meses después, porque una de las cosas que pasa cuando ocurren estas tragedias es que se les da 'como caja', donde todo el mucho ayuda y manda comida, pero después no pasada nada. Y teniendo presente que eso, quería volver a ir, saber cómo mis protagonistas estaban ocho meses después de la emergencia, si seguían ahí, si se habían ido, si habían podido encontrar a sus seres queridos, si habían logrado reconstruir sus vidas", dice el egresado del ICEI.
El periodista cuenta que para la creación "Crónica de un aluvión" fue fundamental incluir el contexto completo de las zonas que visitó, ya que no sólo quería visibilizar el sentir de las personas que resultaron daminificadas o perdieron un ser querido, sino que también el trasfondo material e histórico en el que estaban inmersas. Es por ello que dentro de su libro se tocan temas como el de los relaves y la contaminación que desde años existen en Atacama a causas de las empresas mineras.
En referencia a la razón que lo llevó a escribir esta investigación y publicarla bajo la Editorial Cinco Ases, Romero afirma que influenció ver la forma en que operan, desde su perspectiva, los medios de comunicación tradicionales. "Es como una gran máquina que no para nunca, en donde puedes reportear un tema más o menos profundamente, pero sólo para que salga al día siguiente y ahí queda. Mañana te tocará otro y así sucesivamente", estima el comunicador, agregando que "es importante que existan instancias que den espacio a estos temas, así como también que la gente se interese por ver las consecuencias de hechos como éste y de involucrarse. No puede ser que las historias de las personas que viven estas realidades queden ahí y pasen al olvido sólo porque ya fue su momento".
El valor de la crónica para el relato de historias
Carolina Muñoz, periodista y académica del ICEI, fue la profesora guía en la investigación. Ella cuenta que desde el comienzo la idea de Jonás fue hacer de este trabajo una crónica, tomando en cuenta las posibilidades narrativas que entregaba este tipo de relatos para la descripción de historias "muy ricas en detalles".
"Jonás se preocupo mucho del contacto directo, iba y venía constantemente. Luego de un tiempo se contactó de nuevo con la gente que entrevistó. También estaba la investigación histórica, los relatos de la gente que vivió ahí, los expertos, la recopilación de la información de los diarios… No solo fue recoger lo que pasó desde el testimonio de las personas, sino también ser capaz de construir una historia con todo su contexto. Fue un trabajo muy completo", asevera la académica.
Para la docente, la importancia de esta obra radica en que informa acerca de un tema de interés social "sumamente relevante y que sin duda debió haber estado en su momento en los medios nacionales".
"Estos relatos son noticia, es lo que de verdad se vio y vivió con el aluvión. En el momento de la tragedia vimos muchas imágenes, pero no se logró transmitir y calibrar bien el impacto de lo que sucedió, porque no se siguió la noticia. Fue la transmisión de una instantánea, sin saber lo que ocurriría después. Pero en esta obra vemos todo el proceso, la narración de antes de que ocurrieran los hechos, cuando ocurren, lo que ocurre inmediatamente después de que suceden y lo que pasa luego en la etapa de reconstrucción, tanto de lus hogares como de sus vidas personales. Lo que me gusta es que es profundamente periodístico, rescata el trabajo de búsqueda y hace foco en las personas. Es un gran relato, pero muy bien reporteado, que se encarga de conocer y dar a conocer", puntualiza.