Javier Ibarra, director de "Saverio el cruel"

"Buscar un buen estilo de terror significa lograr el impacto"

"Buscar un buen estilo de terror significa lograr el impacto"
Javier Ibarra ostenta los créditos de dirección y adaptación de "Saverio el cruel", obra cuyo estreno es el jueves 13 de marzo.
Javier Ibarra ostenta los créditos de dirección y adaptación de "Saverio el cruel", obra cuyo estreno es el jueves 13 de marzo.
Según Ibarra, la fórmula del terror "tiene que ver con una medida justa de sangre, con la creación de suspenso, con trabajar con un monstruo y el factor sorpresa, obviamente".
Según Ibarra, la fórmula del terror "tiene que ver con una medida justa de sangre, con la creación de suspenso, con trabajar con un monstruo y el factor sorpresa, obviamente".

El montaje que diriges se basa en el texto Roberto Arlt "Saverio el cruel", ¿por qué elegiste ese texto en específico?

Porque es un texto que me gustó harto al leerlo y tiene un poco la línea que yo estoy siguiendo dentro de lo que quiero hacer en el teatro, que tiene que ver con la perversidad, con situaciones extrañas, con temas medio oníricos, y también el tema del poder.

Freud en uno de sus textos habla sobre lo umheimlich, es decir lo siniestro, pero lo siniestro dentro de lo cotidiano, ¿tiene esto algo que ver con tu estilo de hacer teatro?

Si, de hecho desde ahí partimos "Saverio el cruel", de hablar de lo ominoso en Freud. Lo que sucede en Saverio yo no lo catalogaría como de terror, pero sí tiene mucho de ominoso. Tiene también su lado grotesco, que es un poco lo que me gusta del terror, y juega también con el suspenso, pero lo ominoso es un tema que nosotros trabajamos a través de la puesta en escena, del cuerpo del actor, de diferentes elementos. Y una de las cosas que yo quiero lograr en el espectador es producir ominosidad desde la representación, pero no sé qué vaya a pasar.

La compañía La vieja Fresia tiene bien definida su área temática de interés, pero más allá de una propuesta estética común a todos los montajes, ¿hay también una propuesta de contenido?

Lo que tratamos de hacer con los chiquillos es ver lo que está pasando en este momento, qué obra nos mueve hoy en día y de la cual queramos hablar en este montaje y en este contexto, pero no hay un tema general del que pueda decir "este es el rollo del cual nosotros vamos a hablar siempre" y vamos a establecer discursos. En esta obra en particular está el tema del poder y las diferencias sociales, algo que puede suceder en cualquier momento, pero nos pareció trascendente hoy en día y el texto lo entrega mucho.

¿Cómo va surgiendo cada proyecto de montaje?

Tiene que ver con el contexto en que estamos, y de alguna manera yo tiendo a adaptar las obras para aterrizarlas más aún dentro de ese contexto. Por ejemplo esta obra se escribió alrededor de 1940, una fecha bastante alejada de nosotros, pero a partir del texto original agarramos vínculos con lo que está pasando hoy en día. Lo que hago dentro de las adaptaciones es situarlas en Chile en un lugar geográfico determinado que no sea Santiago, porque yo viajo harto por Chile y he conocido muchos lugares en los cuales yo creo que hay material para trabajar, para narrar. Es también un rescate de identidad.

¿Cuales son tus referentes a la hora de escribir una obra de teatro?

Mi referente es mucho el cine y me baso harto en él. Me gusta mucho el cine de terror y yo sé que en general a la gente no le gusta mucho, pero encuentro que hay algo ahí muy atractivo que tiene que ver con la perversidad.

En relación a esto mismo, entiendo que como compañía pretenden establecer el cine de terror como un referente válido para el teatro, y en ese sentido, ¿cual es el efecto que buscas producir en el público?

El factor sorpresa, engatusar al público desde el suspenso, atraerlo, pero por sobre todo el factor sorpresa. Yo creo que por eso me gusta mucho el terror, porque tiene algo adrenalínico.

Según tu opinión, ¿cual es la diferencia entre una buena obra de teatro de terror y una mala?

Primero, el público tiene que creer en lo que está sucediendo y para eso hay que ser bien riguroso con los detalles. Yo creo que el terror tiene una fórmula que a estas alturas es muy obvia, pero si uno hace bien esa fórmula, el público compra igual. La fórmula tiene que ver con una medida justa de sangre, con la creación de suspenso, con trabajar con un monstruo dentro de la obra, llámese un psicópata, un Frankenstein, un loco, lo que sea, y lo extraño, el factor sorpresa, obviamente.

Como director, ¿cual dirías tú que es el objetivo último de montar una obra de estas características: incitar a una reflexión posterior o trasladar al espacio del teatro la sensación de una película de terror?

Para una obra de terror es más importante el efecto en el público, pero ambas son muy importantes y una buena obra de terror se da cuando se logran ambas cosas. Yo creo que el problema del cine de terror hoy en día es que no tiene un discurso para que uno se pueda ir reflexionando después, cosa que sucedía antes. Los grandes directores de terror lograban eso, por ejemplo en "Psicosis", donde hay algo que es más humano, o las películas de zombies, que eran muy populares y tenían súper buena recepción, tenían un rollo con la guerra y eso se veía. Buscar un buen estilo de terror significa buscar la fórmula, lograr el impacto.

En relación a la línea temática que tienen como compañía y también a su inclinación a usar como referente el cine de terror, ¿proyectan establecerse ustedes como un referente para otras compañías de teatro? En ese sentido, ¿cuáles son sus aspiraciones?

No he pensado en eso, pero sería rico sentir que podemos llegar a ser un referente para otras compañías. Igual nosotros estamos recién partiendo, y yo también tengo mis referentes teatrales, pero siempre he pensado harto en el estilo de terror. Me gustaría explorar harto este tópico y aunque Saverio es distinto, es esa la temática que me interesa en general: lo siniestro y los miedos del ser humano.

¿Tienes más proyectos en mente para este año?

Sí, tengo dos proyectos más en mente. En noviembre quiero estrenar una obra erótica y el otro año me gustaría hacer una obra que se llama "Lástima que sea una puta", que es un clásico de John Ford y tiene toda una onda trágica bien morbosa.