Conferencias fueron realizadas los días 6 y 7 de julio:

Arturo Cariceo dictó dos conferencias en Universidad de Concepción

Arturo Cariceo dictó dos conferencias en Universidad de Concepción
"Esta visita me permitió compartir criterios artísticos con una comunidad universitaria que habita en una zona del país fuertemente marcada por lo político", señala Arturo Cariceo.
"Esta visita me permitió compartir criterios artísticos con una comunidad universitaria que habita en una zona del país fuertemente marcada por lo político", señala Arturo Cariceo.
Con el lanzamiento del disco sonoro en línea, "Flaiten Maiden", finalizaron las actividades que Cariceo desarrolló en las dependencias del Depto. de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción.
Con el lanzamiento del disco sonoro en línea, "Flaiten Maiden", finalizaron las actividades que Cariceo desarrolló en las dependencias del Depto. de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción.

"La conferencia abrió con un sesudo interés de los asistentes por saber cómo fue eso de exponer como artista visual en un festival internacional de rock", recuerda Arturo Cariceo, artista visual y académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, sobre las actividades que realizó tras ser invitado, a principios del mes de julio, a dictar dos conferencias en las dependencias del Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción, las que centradas en su trabajo artístico y de investigación, se enmarcaban en la asignatura Coloquios de la carrera de Artes Visuales de esa casa de estudios.

En dicha oportunidad, este académico del Departamento de Artes Visuales se refirió a su proyecto Loyola Records y presentó videos y enlaces "donde cabía desde el arte sonoro hasta la poesía visual, pasando por el neoísmo y la cultura DIY", señala Arturo Cariceo, quien también aprovechó esa instancia para manifestar que "lamentaba lo paliativas e improductivas de las actuales políticas artísticas por su dependencia de equilibrios financieros que se desestabilizan fácilmente", agregando al respecto que "vivimos en un país que no produce valor agregado; no es un país industrializado y sólo exporta productos primarios".

"Cualquier artista que considere estos factores se dará cuenta de lo delicado que significa estar hablando de arte y tecnología en Chile por muy famosos, influyentes y mediáticos que sean sus contactos. Es fundamental no vender la integridad artística a cambio de acceso. Sin ir más lejos, soy uno de los pocos artistas que programáticamente nunca ha postulado a un Fondart", añade Arturo Cariceo sobre algunas de las problemáticas que planteó durante su visita a las dependencias del Departamento de Artes Plásticas de la Universidad de Concepción.

Si bien reconoce que esa independencia le ha costado, este artista no tarda en aclarar que ello le ha significado una gran victoria: "crear un ambiente de creación distante de la atmósfera conformista y autocomplaciente de las redes locales del arte. Una de mis mejores decisiones -tomada cuando era estudiante de pregrado- fue obviar discusiones tendenciosas, sin negar las disensiones, y seguir con mi historia en una estructura de nuevo cuño, propio de la era digital. Si miras los hechos, a la tradicional escena artística chilena se le escaparon dos de las grandes historias del siglo pasado: la inexistencia de academias y los desbordes disciplinares".

¿De qué hablaste, específicamente, en tus conferencias?

Hablé sobre los desplazamientos del conocimiento artístico hacia el entorno online. También cómo prefiero fijarme en donde estamos y cuidar una visión involucrada con lo mejor de lo viejo y con lo mejor de lo nuevo para unirlo todo en la red, apostando claramente por una fórmula híbrida. No es casualidad que vivo a caballo entre la universidad y lo indie. El nombre del ecosistema de toda mi vida, Loyola Records, lo dice todo. Un proyecto que puedes verlo en tabletas electrónicas hasta teléfonos móviles y que permanentemente ha mutado al ritmo de los cambios tecnológicos que convergen en internet.

Fue entretenido compartir y analizar con los estudiantes mis sitios web nichos, entre ellos, el "Museo Multimedial" y el de "Experiencias Sonoras", especializados en un tipo de información artístico muy preciso, y rastrear mi propia evolución como artista explorando mis dos recientes proyectos: "El arte después de Internet" y "Cátedra Domingo Sánchez Blanco". Quedó claro que no iba a vender programas de educación continua ni me interesaba el tecnoproselitismo. Soy artista a secas, y desde un país que no tiene relevancia alguna en la Historia del Arte. Terminé con un paquete de piezas sonoras recién lanzado en línea: Flaiten Maiden.

¿Cuáles fueron las principales conclusiones a las que llegaste tras tu visita a Concepción?

Esta visita me permitió compartir criterios artísticos con una comunidad universitaria que habita en una zona del país fuertemente marcada por lo político, donde las preguntas e inquietudes gatilladas giraban en torno a cómo yo entendía el arte comprometido. Más que imponer una respuesta, aludí a que actualmente se mal entiende la ideología del "arte comprometido" al igual que la del "arte por el arte", porque nuestro aislamiento no es geográfico sino un problema de querer estar desinformado en el propio quehacer artístico. Para mí, los alcances comunicacionales, de intercambio social y sus implicancias formativas sólo son posibles si el artista se hace cargo de su compromiso creativo desde el propio hacer y sin dejar de asumir una actitud crítica ante las políticas culturales.