Conferencias y seminarios
"El sonido como tal. La mimesis musical, o Rousseau lector de Hegel"
Fecha
Miércoles 31 de Octubre de 2007
Hora
18:00
Lugar
(Sala Adolfo Couve, Facultad de Artes
((Las Encinas 3370)Expositor: Cristóbal Durán
Comenta: Iván Trujillo C.
Resumen
El sistema hegeliano de las artes contempla hacia el final de su exposición dos formas artísticas que tienen por elemento común el sonido: la música y la poesía. Pero a diferencia de la poesía, el elemento de la música es el sonido como tal. Ya que se trata de una forma subjetiva que tiene por contenido el sentimiento, la música plantea el problema de una falta de constancia exterior para dicho sistema, volviendo ostensible la señal de una imposibilidad de llevar el trabajo espiritual hasta su expresión última. Si el contenido que ha de expresar las necesidades del espíritu sólo es expresable subjetiva o interiormente, ya que el destino de la música es desvanecerse antes de llegar a la plenitud de su significación, esta misma libertad incurre en el riesgo de concederle al arbitrio un margen "no estrictamente delimitable". Ante la siempre inminente posibilidad de que la música no pueda atenerse a la expresión adecuada de sus contenidos, y a la posibilidad de querer-decir nada de un sonido que pueda no llegar a ser signo de-, Jean-Jacques Rousseau habrá parecido anticipar con otros medios una respuesta a la indeterminación. Respecto a la temprana lectura de Rousseau hecha por Jacques Derrida, Paul de Man discute los medios con los caules Derrida circunscribe una "época de Rousseau" como metafísica de la presencia. Según de Man, Derrida tendrá que confiar la música a la determinación tradicional de la mimesis. No quedará a de Man más que rechazar la mimesis para pensar a Rousseau absteniéndose del elemento sensorial en el signo musical (lo que conduce en Hegel a que el sonido no pueda ser nunca un signo). Ahí es donde de Man aducirá que la intimidad de la subjetividad musical no es una presencia plena, sino que es antes una comprensión de la significación misma como vacío. Sin trabajo anímico considerado como presencia, pero también sin sonido exterior, la música apela simultáneamente a la abertura y a la defensa contra la abertura significante. Si el signo musical ya no cuenta con la seguridad de existir y si ello tampoco consigue asignar la plena inestabilidad significante para la música, puede ser que su necesidad ya no sea la del arte y puede ser que nada sea lo esencial "mismo" de la mimesis musical.
- Organiza
- Doctorado en Filosofía, con mención en Estética y Teoría del Arte
- Contacto
- Myriam Vásquez 9787510 posgarte@uchile.cl
Prensa Facultad de Artes