Declaración del Senado Universitario - Universidad de Chile

Intolerancia y Universidad: ante problemas complejos, soluciones complejas

Declaración del Senado Universitario
Senado de la Universidad de Chile.
Senado de la Universidad de Chile.

Aprobada unánimemente por los presentes en Plenaria Nº554, jueves 17 de octubre de 2019

Frente a los hechos de violencia que han sufrido miembros de nuestra comunidad, la Universidad ha respondido de manera categórica rechazando estas actitudes que lesionan los principios básicos de pluralismo y diversidad. El rechazo ha provenido desde la comunidad en su conjunto y expresado públicamente por el Rector Ennio Vivaldi. La respuesta y condena no ha sido tan solo retórica, también ha incluido acciones tendientes a acompañar a las víctimas de los agravios, el inicio de las investigaciones sumarias y la aplicación de los reglamentos pertinentes, incluyendo -por cierto- denuncias a los tribunales correspondientes.

Ante el rechazo contundente de la Universidad de Chile a este actuar intolerante, observamos con preocupación una respuesta simplista de parte de algunas personalidades del medio nacional. Respuestas simples a problemas complejos no solo no aportan sino más bien confunden y desvían el compromiso con la tolerancia propia del quehacer universitario. Así, a las respuestas inmediatas realizadas, como la condena y la aplicación de la institucionalidad, se suman acciones de largo plazo, como la constitución de un Comité Operativo que está abordando la situación del campus universitario Juan Gómez Millas, con espacios triestamentales de discusión y presentación de propuestas, liderados por la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, y el trabajo de las Direcciones de Asuntos Estudiantiles de cada Facultad, entre otras acciones que reconocen el problema y aportan a su solución.

Como Senado de la Universidad de Chile, único órgano colegiado triestamental encargado de la función normativa y estratégica de la Universidad, manifestamos nuestro rechazo a estos actos de violencia no representativos de nuestra comunidad de 54 mil personas (entre estudiantes, académicos y personal de colaboración), que perturban el normal desarrollo de las actividades al interior de la Universidad. Desde nuestro ámbito de acción, participamos en la búsqueda de soluciones, por ejemplo, a través del trabajo de las comisiones de Bienestar y Salud Mental de la Comunidad Universitaria, y de Género y Diversidades, entre otras; así como mediante la participación de senadores y senadoras en los referidos grupos de trabajo que están abordando el problema. Si bien nuestra Universidad debe estar bajo el escrutinio de su comunidad y del País, rechazamos con la misma convicción con que denunciamos estos actos intolerantes, las opiniones interesadas, simplistas y carentes de evidencia, con que se intenta denostar a la Universidad y su larga tradición como institución Pública, de Excelencia, Pluralista y Democrática.