A 60 kilómetros de Beijing, cercano a los montes Panshan y a un tramo de la Gran Muralla China, en una apacible y turística zona rural del municipio de Tianjin, existe un enclave agrícola chileno de 20 hectáreas en el que se erige el pabellón que presentó nuestro país en la Expo Shanghai del año 2010 y un hotel. Esta infraestructura es parte de la Granja Agrícola Demostrativa Chile-China, un proyecto impulsado hace más de 20 años por la Federación de Productores Frutícolas (Fedefruta) y los ministerios de Agricultura de ambas naciones.
Desde sus inicios, la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile colaboró con el desarrollo de la iniciativa mediante la instalación de la maquinaria agrícola y la tecnología de riego, así como la conducción del huerto. La tarea fue impulsada principalmente por profesionales de esta unidad académica, quienes debieron generar las condiciones para que las plantaciones traídas desde Chile (cerezos, duraznos, ciruelos y nogales, principalmente) prosperaran en este ambiente totalmente ajeno y donde se experimenta una oscilación térmica anual que va desde los -20° a los 38° celsius.
Una nueva granja
Este recinto, que nació a fines de los '90 con el propósito de presentar a los consumidores chinos las variedades frutales chilenas para su exportación, experimentará una completa renovación a futuro, ahora para potenciar su rol como vitrina nacional de la industria agroalimentaria en el gigante asiático. El plan, impulsado por la embajada nacional en China con el apoyo de la Universidad de Chile, busca además transformar el lugar en el eje de la cooperación científica binacional y el intercambio en el área agrícola.
Un rol clave en la implementación de esta iniciativa desempeñará la ingeniera agrónoma de la Casa de Bello, Marcela Molina, quien asumió el desafío, se trasladó a China y desde hace algunos meses es la encargada de esta granja. Una de las primeras tareas emprendidas junto al agregado agrícola de Chile en China, Gustavo Franz, y el apoyo del embajador chileno, Luis Schmidt, es el recambio de las especies plantadas hace dos décadas en el lugar, las que hoy sirven principalmente para actividades de agroturismo vinculadas al hotel emplazado en este terreno. Su misión también comprende la introducción de nuevas especies de interés para el mercado asiático y la modernización de las instalaciones.
Enclave cultural y comercial
China es el mayor socio comercial de Chile, con un intercambio comercial que alcanza en la actualidad cerca de 40 mil millones de dólares. En este contexto, la nueva administración tiene como objetivo revitalizar el espacio para aprovechar al máximo su potencial, misión en la que la Universidad de Chile cumplirá un rol clave en el desarrollo del proyecto. Uno de los frentes tiene como propósito transformar los 2.500 mts2 del pabellón chileno en la Expo Shanghai del año 2010 en una vitrina de nuestra cultura y en un gran centro en el que distintos sectores de la industria agroalimentaria puedan exhibir sus productos.
Esta obra arquitectónica permite, en sus diferentes ambientes, desplegar exposiciones de fotografía, videos y muestras de artesanías y de productos representativos chilenos. Así fue concebido originalmente para la Expo Shanghai 2010 y este es el destino que se le quiere dar como enclave permanente para estrechar los lazos con China. Por esta razón, la iniciativa está buscando comprometer a largo plazo a los actores del mundo privado interesados en poder ampliar su oferta hacia este mercado de 1.355 millones de personas.
Cooperación científica y académica
Rodrigo Infante, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas, quien recientemente visitó la granja en el marco de una gira realizada por el plantel universitario a China, adelantó que se está trabajando junto a otras unidades académicas en un proyecto que involucrará a entidades gremiales para aprovechar la infraestructura subutilizada en el lugar, particularmente el pabellón.
“El potencial de la granja como vitrina para mostrar a Chile es inmenso, mucho más de lo que lo fue hace veinte años. Las instalaciones permiten que además de servir al propósito de mostrar a Chile en China, se puede proyectar una actividad que permita el desarrollo de ciencia y educación conjunta en el área agrícola. Se cuenta con espacios de laboratorios, invernaderos, además de campos experimentales que harían muy fácil la interacción entre instituciones de investigación y desarrollo de ambos países”, comentó.
Esta oportunidad, plantea, será aprovechada a través de los sólidos nexos de colaboración que mantiene la Universidad de Chile con instituciones, centros de investigación y universidades del gigante asiático. “Nos interesa mucho la infraestructura que existe ahí. Podríamos tener huertos para hacer investigación, desde genética agrícola hasta técnicas de cultivo, impulsar intercambio estudiantil o desarrollar trabajo en marketing agroalimentario”, indicó el experto.
En el horizonte existe, además, está la idea de replicar este modelo con una estación experimental agrícola china en nuestro país. “Esta es una posibilidad concreta. Para ciertas industrias chinas relacionadas con la investigación y la tecnología también es una excelente oportunidad para aprovechar a Chile como puerta de entrada a América Latina”, agregó.