Tiene una base de más de 15 mil productos

A pedir de boca

A pedir de boca
El equipo de OK to Shop: Josefa Meléndez y Amaru Latorre, nutricionistas de la U. de Chile; Sebastián Wilson, Gabriel Cortés, ingeniero informático, y Alejandro Cerda, publicista
La aplicación permite seleccionar cualquier ingrediente como posible alerta.

¿Una sopa vegetariana que contiene pollo? Sebastián Wilson, creador de esta nueva aplicación para celulares, gratuita y disponible en las plataformas de Android e IOS, se dio cuenta después de comprarlo que su caldo de fideos instantáneos tenía en su receta descrito el uso de esta carne, lo que él había querido evitar al elegirlo porque no come proteína de origen animal.

Con esa inquietud formó un equipo de desarrollo para crear esta herramienta digital que facilite a quienes la usen conocer el contenido del producto que deseen comprar antes de hacerlo, para que tomen una decisión informada. Para esto, invitó al proyecto a Amaru Latorre, nutricionista de la promoción 2018 de la Universidad de Chile, para que registrara el etiquetado nutricional y la lista de ingredientes de todos los productos a la venta en los supermercados que tuvieran código de barras. “Hasta que empecé a hacerles preguntas complicadas: ¿querían saber la composición de nutrientes solamente? ¿O también de no nutrientes, como la fibra? Ahí se dieron cuenta de que necesitaban saber más antes de echar a andar esta aplicación”, dice la profesional.

Así comenzaron a analizar la base de datos de los ingredientes, porque luego de registrar mediante fotografías todos los productos se pasó a la etapa de digitación del contenido completo de esos etiquetados, y entonces analizar sus respectivos componentes en diferentes grupos alimentarios, por lo que fue indispensable la incorporación de otra nutricionista, como es Josefa Meléndez, compañera de Amaru Latorre en su escuela de la Facultad de Medicina.

Información personalizada

La aplicación permite definir el perfil del usuario, seleccionar qué ingredientes desea evitar de manera voluntaria, como los vegetarianos o veganos; o debido a problemas de salud, como celíacos, alergias a mariscos o a la proteína de la leche, entre otros. “Se puede poner el detalle de lo que necesito que me alerten, de manera personalizada”, añade Wilson, puesto que trabajan sobre una base de datos de 15.000 productos con código de barras y 11.000 ingredientes, listado que crece día a día.

 “También estamos en alianza con microempresarios del rubro de la alimentación, que no tienen sus productos en las góndolas de los supermercados, pero tienen código de barras, y pueden subir gratuitamente esa información a nuestra app, que nosotros revisamos e incluimos”, explica Josefa. Esto favorece otra de las funcionalidades de Ok to Shop: “En base a la geolocalización del usuario, si es que no encuentra un producto acorde a sus necesidades, la aplicación puede sugerir alguno que sí le sirva, y que se encuentre cerca de donde está, para facilitar su compra”.

Por ejemplo, un cliente vegetariano podría verificar su postre de manjar bañado en chocolate, “y darse cuenta de que tiene gelatina, que se obtiene de huesos y cartílagos de animal, por lo que la aplicación le avisa de este ingrediente y luego sugiere una alternativa, como podría ser un flan, que podría estar en el mismo supermercado o en un almacén cercano”, cuentan sus gestores.

Lanzada el 12 de septiembre pasado, esta app ya tiene más de 7.000 usuarios, que la han calificado con entre tres y cinco estrellas. “Esto, porque si el cliente no encuentra el producto en nuestra base de datos, lo invitamos a tomar la foto correspondiente al etiquetado y a la lista de ingredientes, para que nosotros podamos incorporarlo, por lo que su aporte ayuda a todos y se forma una comunidad en la que todos nos beneficiamos”.

Los creadores de OK to Shop se encuentran trabajando en futuros avances de su aplicación, tales como mensajes nutricionales en que explican la procedencia de algunos ingredientes desconocidos para la gran mayoría, como emulsionantes o preservantes, “que por ejemplo pudieran tener origen animal, por lo que no pueden ser consumidos por vegetarianos o veganos”, puntualiza Josefa; ya cuentan con más de mil de estos mensajes. “También queremos agregar información acerca de conteo de calorías, así como nuevas dietas que ayuden a personas con patologías o condiciones a elegir sus alimentos”.

Más allá incluso, Sebastián Wilson indica que quieren ampliar sus horizontes hacia productos de cosmética, “porque los usuarios pudieran desear excluir aquellos que contengan componentes a los que son alérgicos, o frente a los cuales tienen preocupaciones ambientalistas, como que no sean probados en animales o que su elaboración sea carbono neutral, entre otras cosas. Queremos ser una extensión de los empaques, personalizarlos, para que el consumidor cada vez pueda estar más informado y su compra sea consecuente con sus preferencias”.

Gratis para los usuarios

Por último, explican que para su financiamiento –esta herramienta es gratuita para usuarios y productores- apuntan a vender su base de datos a grandes supermercados, para que pudieran disponer de ella en sus páginas de internet, para que filtre la oferta de productos según las necesidades personalizadas de sus clientes; “y actualmente tenemos el apoyo de una incubadora de negocios llamada Magical StartUps que nos ayudará a expandirnos internacionalmente, porque este es un modelo que se puede replicar en todo el mundo”.