Uno de los efectos colaterales de la crisis sanitaria essu impacto negativo sobre la economía, debido a la paralización del mercado al obligar el cierre de empresas de distintos rubros, al aumento del desempleo y la incertidumbre que genera entre la población.
Así lo explicó el director del Departamento de Administración de la Facultad de Economía y Negocios, Pedro Hidalgo, quien recordó que el panorama actual es dramáticamente distinto al que existía hasta antes de la pandemia, donde había una alta demanda de propiedades gracias a que las tasas de créditos inmobiliarios estaban históricamente bajas, había personas invirtiendo ahorros en creación de patrimonio, y existía un mercado de arriendo gracias al crecimiento de la economía.
Ante el cambio de panorama, el profesor Hidalgo remarcó que "la principal preocupación de las políticas públicas debe radicar en garantizar el ingreso individual lo más posible. También que las empresas grandes no paren, y por tanto no se produzca más desempleo".
Así, recordó que el Estado ha estado preocupado de impulsar proyectos de ley orientadas a "proteger el ingreso de las personas tanto de las que han quedado desempleadas, como de los independientes o informales que no pueden trabajar", y también en apoyo a las grandes y pequeñas empresas de manera deasegurar el empleo y la disponibilidad de productos y servicios.
A ello se suma el esfuerzo del Banco Central por bajar las tasas y otras medidas como la postergación del pago de servicios básicos, el pago de dividendos, en un trabajo en el que "todos deben colaborar, el Estado y las empresas para apoyarse entre ellas y evitar la crisis económica, como por ejemplo pagar a los proveedores a tiempo para que así todos las empresas puedan seguir funcionando".
Sin embargo, ante el aumento del desempleo también se ha incrementado las dificultades de muchas familias para pagar los arriendos, debiendo optar a negociar directamente con los arrendadores la reducción o la postergación de los pagos con la esperanza de que la crisis económica se supere lo antes posible.
Consultado sobre los factores que afectan el precio de los arriendos, el profesor Hidalgo explicó que el principal es la oferta y la demanda, pero que se ve afectada por el contexto económico y social. "Si hay mucho desempleo habrá menos demanda, o por ejemplo los departamentos que estaban en la zona cero durante el estallido social cayeron de valor por las dificultades de vivir ahí. Pero también afectan otros factores como la ubicación, los metros cuadrados, el barrio, los gastos comunes que se paguen, el piso, cuántos departamentos por pisos, otros beneficios, tales como piscina, etc.".
En caso de que la actual situación se prolongue en el tiempo al menos hasta fines de semestre, el jefe de la carrera de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Juan Pablo Urrutia, destacó que los efectos sobre los arriendos serán importantes. "Los arriendos de corto plazo, ligados al turismo, se paralizaron, y los de largo plazo se verán afectados por la posibilidad de mora en los pagos, eventualmente pueden aparecer juicios y finalmente puede aumentar el allegamiento", explicó.
Además, la crisis económica afectará también los precios de los arriendos a largo plazo, ya que mucha de la oferta disponible para la industria turística está transitando a la de largo plazo "por lo que va aumentar la oferta de arriendos para vivienda y con una baja demanda, los precios deberían bajar considerablemente, aunque depende del tiempo que dure la crisis. En EE.UU. se ha visto un descenso de los precios de hasta un 25 por ciento, pero es un fenómeno que pasaría en las grandes ciudades de nuestro país".
En cuanto al precio de las viviendas disponibles para compra, el profesor Hidalgo explicó que como resultado de la situación sanitaria y económica "se han paralizado proyectos de construcción, y es posible que se produzca una sobre oferta de casas y departamentos, y por tanto los precios bajen", lo que se suma a que producto del mayor riesgo los bancos no están bajando las tasas lo que dificulta el acceso al crédito, y la gente está más temerosa de endeudarse, lo que puede empujar más a la baja las cifras.
Pero de extenderse los problemas económicos, el profesor Hidalgo alertó que es posible que "quienes compraron casas y departamentos con deudas y sin ahorro no puedan pagar al banco, y esas propiedades pueden ir a remate y empeorar la crisis".