José Miguel Labrín, director de Asuntos Comunitarios:

"Hay un mundo de lo colectivo al interior de la Universidad que es necesario fortalecer"

Entrevista a José Miguel Labrín, director de Asuntos Comunitarios
El director de Asuntos Comunitarios, José Miguel Labrín.
El director de Asuntos Comunitarios, José Miguel Labrín.
"Uno de los grandes ejes que tiene esta dirección es la posibilidad de conversar y de aunar esfuerzos tanto en las unidades académicas como también a nivel central", indicó el profesor Labrín.
"Uno de los grandes ejes que tiene esta dirección es la posibilidad de conversar y de aunar esfuerzos tanto en las unidades académicas como también a nivel central", indicó el profesor Labrín.

“Esta es una Dirección que va a requerir de conversaciones con distintas unidades, donde a partir de esa posibilidad de generar vínculos se puedan definir ámbitos estratégicos y particularmente la concreción de las políticas de nuestra universidad”, señala el director de Asuntos Comunitarios, José Miguel Labrín, unidad creada este año y que se encuentra alojada en la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios (VAEC), institucionalidad que bajo el primer periodo de la Rectoría de Ennio Vivaldi incorporó este último componente -el de asuntos comunitarios- en la misión de esta vicerrectoría.

Respecto a la inclusión de esta perspectiva, que hoy prosigue su trayectoria institucional con la creación de la Dirección de Asuntos Comunitarios, el profesor Labrín evalúa que en la Universidad de Chile “se han ido generando respuestas a necesidades, muchas de ellas históricas, que implican mirar esta perspectiva de desarrollo integral de la Universidad”.

“El haber creado en primera instancia esta vicerrectoría, implica ya el reconocimiento de los temas comunitarios como elementos gravitantes en la gestión de la Universidad en su conjunto, entonces esta Dirección viene a complementar la instalación de esta vicerrectoría”, donde, “este apellido ‘de asuntos estudiantiles y comunitarios’, empieza a cuajar en una estructura que permita generar esta reflexión estratégica de desarrollo y que impacte a toda la universidad y cada una de sus unidades”, explica el Doctor en Comunicación, Cambio Social y Desarrollo por la Universidad Complutense de Madrid, Magíster en Antropología y Desarrollo y periodista de la Universidad de Chile, y ex subdirector del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI).

Así, esta nueva institucionalidad se suma a la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, a la Dirección de Deportes y Actividad Física, a la Dirección de Salud Estudiantil, a la Oficina de Equidad e Inclusión, así como al Comité de Sustentabilidad, todas alojadas a esta vicerrectoría encabezada por el profesor Juan Cortés.

La creación de una Unidad de Desarrollo Comunitario y de un Consejo Asesor triestamental, son algunas de las primeras acciones de esta nueva Dirección, la cual como señaló el profesor Labrín, se plantea como una “instancia colaborativa, tanto a nivel local como a nivel central, para poder instalar estos temas como un eje prioritario en el desarrollo de nuestra Casa de Estudios”.

¿Cómo se puede definir el marco de acción de esta nueva Dirección respondiendo al concepto de “comunitario”?, ¿cuál es su aplicación específica en la U. de Chile?

La comunidad hay que verla en sus dos componentes: la comunidad interna, compuesta por nuestros tres estamentos. Por otro lado, los vínculos que tiene la Universidad con su medio externo y la responsabilidad que tiene con la generación del bienestar.

Estamos hablando de dos ejes principales de promoción del bienestar: uno con nuestros equipos más internos -con los estudiantes, los académicos, las académicas, las funcionarias y los funcionarios-, y por otro lado, cómo aquel actuar de la Universidad tiene un impacto en el mejoramiento de la calidad de nuestros entornos inmediatos. Y esas son dos dimensiones que van a estar presentes en el desarrollo de esta nueva dirección.

El inicio de este Dirección está marcado por la pandemia. ¿Cómo se ha desplegado su unidad en este contexto?

La vida comunitaria se expresa muchas veces en estas situaciones más de crisis y de transformaciones, las que nos demandan tener una respuesta coordinada y consistente que involucre a todos los estamentos de nuestra Universidad.

Uno de las principales ámbitos de acción que ha surgido desde el inicio de esta Dirección, es justamente generar una respuesta pertinente y oportuna, que demuestre la capacidad de la Universidad en dar respuestas a la necesidades que tenga la comunidad en función de la pandemia, que van desde su rol en términos de la promoción y de generar una reflexión a nivel público de cómo enfrentar esta pandemia; a cómo nosotros en este escenario nuevo de aislamiento social, del teletrabajo, cuidamos a nuestra comunidad y movilizamos recursos para que este bienestar colectivo se pueda sostener finalmente en esta situación excepcional.

¿Cómo cree que su experiencia y área disciplinar, que es la comunicación social, puede aportar al quehacer de esta Dirección?

Creo que una de las particularidades que va a tener esta dirección, es que justamente coordina, hace esfuerzos por generar conversaciones.

Uno podría pensar que lo comunitario está anclado en una institucionalidad fija, pero no, implica generar un proceso de reflexión y de acción mancomunada frente a distintos temas. Creo que ahí la comunicación es clave, entendida como una puesta en común que agrupa a la Universidad en aquellos valores e idearios que nos hacen sentir parte de nuestra institución, y que al mismo tiempo le dan un sentido público a nuestra casa de estudios. Por lo tanto, creo que uno de los grandes ejes que tiene esta dirección es la posibilidad de conversar y de aunar esfuerzos tanto en las unidades académicas como también a nivel central, para tener esta perspectiva de un horizonte del bienestar y la calidad de vida, y que mejore las convivencia al interior de nuestra universidad.

¿Qué estrategia puede servir para trabajar con las diferentes unidades académicas, considerando esta diversidad y distribución territorial que tiene la Universidad?

Yo creo que hay un elemento sustancial y una de las directrices que van a tener esta Dirección de Asuntos Comunitarios, que son las políticas que la universidad ha ido generando en los últimos años y que fijan una hoja de ruta de cómo la institución se observa a sí misma.

Estoy pensando en la Política de equidad e inclusión estudiantil, en la Política de Sustentabilidad Universitaria, en la Política de inclusión y discapacidad en la perspectiva de la diversidad funcional, en la Política de Pueblos Indígenas; y en el trabajo que ya estamos desarrollando en términos de salud mental, o que vamos a desarrollar con diversidades sexuales y de género. Todas ellas van a reunir un sentido de universidad que debe orientar el desarrollo de cada una de las unidades.

Creo que una de las principales estrategias es que estas políticas que conducen a la construcción de un ideario común de universidad, de los principios que nos orientan, sean parte de los planes de desarrollo estratégico de cada unidad académica de nuestra universidad. Ese es un tema particularmente importante.

Lo segundo, es reconocer que nuestra universidad es diversa, pluralista y tolerante -como bien dicen nuestros principios rectores-, pero que frente a aquella diversidad también hay agrupaciones, hay un mundo de lo colectivo al interior de la universidad que es necesario fortalecer. Por eso, uno de los ejes que tiene esta dirección, es crear una Unidad de Desarrollo Comunitario, que fortalezca la sociedad civil interna, en la perspectiva de generar las condiciones de un buen vivir al interior de la Universidad de Chile.

¿Cómo se aplica el concepto del “Buen vivir” en esta comunidad universitaria?

En primer lugar, tenemos que comprender que en nuestra universidad tenemos el desafío que planteaba Andrés Bello del “todas las verdades se tocan”. Uno de los grandes pilares es el reconocimiento de nuestra diversidad, al mismo tiempo que debemos pensar en que nosotros acogemos a la diversidad el país, que nos hacemos cargo de aquella imagen del país que se nos vuelca a nosotros, y que seguimos siendo la universidad que mira hacia la nación en su conjunto.

Creo que estas son las claves para poder comprender de qué manera nosotros entendemos esta perspectiva el bienestar colectivo. El bienestar de la Universidad de Chile no puede estar dado solo por la satisfacción de quienes participamos de ella en un nivel más interno, sino también es como irradiamos esta profunda cultura democrática que nos caracteriza, la idea de participación, la idea de una democracia cultural, el respeto a las diversidades: cómo nosotros vivimos al interior de la universidad, pero al mismo tiempo lo expandimos al resto de la sociedad chilena.

Creo que en esa construcción -que tiene una perspectiva valórica, pero que por otro lado también pública en cómo mirar estos principios que nosotros nos hemos dado- está la clave de cómo podemos proyectar nuestra universidad con los desafíos que quedan pendientes en este país.

¿Qué pasa con la relación entre estamentos?, ¿Cómo se puede propiciar institucionalmente una relación inter estamental y entre estamentos?

Una de las cosas importantes de esta Dirección en ese sentido es que creará un Consejo, el que va a tener la característica de ser multiestamental. Y este Consejo Asesor en los temas comunitarios es el que va a generar las directrices de cómo vamos a abordar estratégicamente este tema del bienestar colectivo y de la convivencia, en la particularidad de la Universidad.

Vamos a tener de generar una perspectiva de desarrollo de la universidad que incorpore estas dimensiones de la equidad, la inclusión, la no discriminación, la diversidad, el pluralismo, nuestra fuerte vocación democrática, en el seno de una reflexión colectiva, pero que tiene que estar anclada en una fuerte participación de los tres estamentos, lo cual es un tremendo desafío.

Por otro lado, en las articulaciones con las distintas unidades, como la Dirección de Desarrollo académico, el Departamento de Pregrado, al interior de la misma VAEC, con Bienestar y Desarrollo Estudiantil, a la Dirección de Deportes y Actividad Física, a la Dirección de Salud Estudiantil, a la Oficina de Equidad e Inclusión, ir aunando estrategias comunes que nos permitan mirarnos en las necesidades particulares que pueda tener cada uno de estos estamentos.

Así, creo que en esta perspectiva de conversación permanente, se pueden ir desarrollando aquellas estrategias que sean más pertinentes para el desarrollo de nuestra Universidad, una Universidad que mire finalmente estos principios como una forma de abordar los temas país que actualmente nos convocan, pensado en un cambio social importante.