Comité por la Sustentabilidad

Día internacional del Reciclaje: La travesía de una polera

Día internacional del Reciclaje: La travesía de una polera
Pablo Garrido, Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad
Pablo Garrido, Oficina de Ingeniería para la Sustentabilidad

Cuando pensamos en un residuo, generalmente pensamos en un objeto cotidiano arrojado dentro del basurero del cual quizás conoceremos su destino pero no su origen. Y sin duda alguna, el mundo que tenemos en la actualidad transforma el camino desde este origen en verdaderas desgracias modernas.

Pensemos por un instante en aquella polera de algodón favorita que tuvimos que descartar. ¿Cuántos países habrá visitado antes de llegar a nosotr@s? ¿Cuántas manos la habrán tocado? ¿Cuántos kilómetros viajó?

Es muy probable que el algodón de nuestra polera se haya cosechado en EEUU, India o China, bajo condiciones de riesgo laboral y ambiental por el uso intensivo de insecticidas/pesticidas y consumiendo una no menor cifra de 2,700 litros de agua. Luego fue empaquetado y enviado a India o China, donde industrias con tecnología muy moderna, luego de varios procesos terminaron generando una tela. Tela que a su vez se tiñe o blanquea en compuestos que poseen metales pesados como cadmio, plomo, cromo o mercurio y que generalmente terminan junto a otros residuos industriales en cuerpos de agua. Luego, nuestra tela de algodón ya teñida, puede viajar a Turquía, China o Bangladesh donde se cosen y confeccionan las poleras de manera manual. En este último país, la población dedicada a la industria de confección es de 4.500.000 personas aproximadamente (algo así como el 3% de la población del país), de las cuales el 85% son mujeres que trabajan bajo el sueldo mínimo (CLP $63.000.- por mes) y en condiciones laborales precarias.

Nuestra polera ya confeccionada, luego viaja hacia alguna casa matriz, probablemente en EEUU o Europa, desde donde se distribuye hacia el resto de los países y centros comerciales, donde hemos finalmente adquirido la polera. Por supuesto, no olvidemos que todos estos viajes de nuestra prenda, fueron realizados a expensas del combustible quemado en barcos, trenes, aviones y camiones.

Ahora que revisamos el diario de viajes de nuestra polera descartada, quizás ya no parece un objeto tan pequeño, cotidiano e inofensivo en nuestras manos. Más bien se transformó en un testigo y culpable de esas extrañas legalidades del mundo. Entonces, con toda esta nueva información, la pregunta de si la polera va a la basura o a reciclaje textil parece un poco desproporcionada frente al prontuario que revisamos. ¿Qué pasa si ahora levantamos la mirada y pensamos que todos los objetos con los cuales nos relacionamos tienen un diario de viaje parecido?

Nuestra polera descartada, quizás ya no parece un objeto tan pequeño, cotidiano e inofensivo en nuestras manos. Más bien se transformó en un testigo y culpable de esas extrañas legalidades del mundo".

El concebir que un residuo no es separable del sistema que lo está alimentando es un paso esencial para visualizar la complejidad de nuestro método de producción, el que dentro de todas sus aristas, también se encarga exitosamente de escondernos estos diarios de viaje, a modo de mantenernos ajen@s a la idea de que por ejemplo, en algún lado del mundo se hizo un agujero en el suelo para extraer irrecuperablemente los materiales de los objetos que poseemos.

Hasta el momento, nuestra economía se nutre de un sistema de producción lineal: se extraen materias primas, se realiza manufactura de un bien, se transporta, se usa y finalmente se desecha. En otras palabras: muchos agujeros en el suelo, mucha generación de basura, poco tiempo del objeto en mis manos. El panorama que se vislumbra bajo este sistema, pese al aumento del reciclaje a nivel global, no es muy prometedor. El Banco Mundial proyectó para el año 2050 un aumento en la tasa de generación de residuos per cápita en un 70%, cifra especialmente importante para Chile, donde somos el mayor productor de residuos per cápita de toda Sudamérica.

Bajo todo este escenario hostil, el reciclaje queda pequeño, transformándose en el único bastión capaz de aliviar algo los impactos de la economía lineal. No arreglará el origen de nuestros objetos, pero al menos sí puede amenizar el destino de ellos. ¿Bastará con eso?

La economía circular, por su lado tiene otros principios: en palabras sencillas, se minimiza la extracción de recursos, se minimiza la generación de basura y se maximiza el tiempo que mantenemos los objetos (o sus piezas) circulando en nuestra economía, disminuyendo ampliamente los impactos hacia el medio ambiente. Este sistema, es una máquina que funciona gracias a ciertos engranajes. Algunos son conocidos como la reutilización; la reparación; el reciclaje; y la prevención; y otros menos conocidos, como la reubicación; la migración de bienes a servicios; la recolección centrada en l@s usuari@s; la mantención preventiva; o el uso compartido. Todo lo anterior bajo un marco de producción austero, jerárquico, basado en energías limpias y respetando los ritmos naturales de producción de la biósfera.

Bajo todo este escenario hostil, el reciclaje queda pequeño, transformándose en el único bastión capaz de aliviar algo los impactos de la economía lineal. No arreglará el origen de nuestros objetos, pero al menos sí puede amenizar el destino de ellos. ¿Bastará con eso?"

El camino para llegar a un sistema de producción basado en la economía circular parece ser una senda que requiere cambios demasiado fundamentales en nuestra sociedad. Pero, ¿hacer agujeros en un planeta finito y rellenarlos con basura compactada no es una señal suficiente para entender que nos sostenemos bajo un modelo que algún día ya no tendrá bencina para seguir andando? ¿No es el escenario radical, la razón para este cambio radical?

Actualmente los engranajes de la economía circular siguen detenidos, pero al menos el del reciclaje ya se aceitó y está a tirones tratando de poner en marcha esta máquina. ¿Suficiente para toda la vorágine de consecuencias de la economía lineal? No, pero al menos ha permitido a países como Alemania valorizar en más de un 60% sus residuos municipales.

En este día, celebremos que el reciclaje no solamente ayuda a disminuir los cerros de basura, sino que es la vanguardia que tenemos para marcar la aparición de la economía circular y de ese modo, comprender la producción desde una perspectiva sustentable y amigable con el medio ambiente.