La plenaria del Senado abordó el bienestar y la salud mental de la comunidad universitaria en el contexto de la pandemia por COVID-19, a solicitud de la Comisión de Bienestar y Salud Mental del Senado Universitario. Tras la correspondiente introducción –realizada por el presidente de dicha comisión, Luis Alberto Raggi– expuso ante los/as senadores/as Pamela Díaz-Romero, directora de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil (que depende de la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios).
En su alocución presentó una radiografía de los problemas socioeconómicos de los/las estudiantes de la Universidad de Chile, situaciones que se han agravado a partir del estallido social del 18 de octubre del año pasado y, actualmente, con la pandemia por Covid-19. En este contexto, la docencia online ha evidenciado la precaria infraestructura en la que se desenvuelven muchos/as alumnos/as, que se cruza con las tareas de reproducción y cuidado que algunos/as deben ejercer en sus hogares. Asimismo, destacó los esfuerzos que ha realizado la Universidad para detectar y entregar soluciones en este sentido (como computadores, tablets y conexiones a internet), además de la coordinación a nivel institucional para cautelar la calidad de la educación y el bienestar de la comunidad.
Dentro de los perfiles prioritarios mencionó a los estudiantes madres y padres, a los de alta vulnerabilidad socioeconómica, a los trabajadores, a los provenientes de regiones diferentes a la Metropolitana, a los que se encuentran en situación de discapacidad, a los de pueblos originarios, migrantes y con identidad sexual no binaria.
Por su parte, Ximena Luengo, ex directora de Salud Estudiantil de la Universidad de Chile, compartió el análisis que hizo el Grupo de Trabajo sobre Salud Mental creado en julio de 2019, que recogió también los efectos del estallido social y la pandemia. Como principal recomendación realizó un llamado a avanzar en pos de una Política de Salud Mental Universitaria, que contemple las particularidades de académicos/as, funcionarios/as y estudiantes y que sea configurada de manera suficientemente flexible para poder reaccionar oportuna y rápidamente ante los diferentes escenarios que se presenten.
Dentro de los principales estresores que afectan a las personas y su entorno destacó los de orden ambiental / salud (prevención, riesgos de contagio, acceso a tratamiento); familiar (cobertura de necesidades básicas, cesantía, violencia, etc.) y laboral (trabajo y estudio remoto, compatibilidad con labores domésticas, infraestructura adecuada, etc.).
Como segundo punto de la tabla, se abordó la proposición del Rector Ennio Vivaldi sobre la renovación, para un segundo periodo, de dos integrantes titulares del Consejo de Evaluación: Manuel Antonio Garretón Merino y Luis Valladares Boasi, profesores titulares de la Facultad de Ciencias Sociales y del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, respectivamente.