El Senado Universitario de la Universidad de Chile manifiesta su absoluto rechazo a los hechos de violencia y las manifestaciones de racismo ocurridas durante la noche del sábado y madrugada del domingo 1 de agosto en Curacautín, Traiguén, Ercilla y Victoria, siendo necesario terminar con esta violencia de larga data, por lo que solicita encarecidamente a las autoridades que representan al gobierno establezcan a la brevedad todas las instancias que permite el sistema democrático, para encauzar las soluciones por el camino del diálogo entre todas y todos los involucrados, sin excluir a nadie.
En nuestra recién aprobada Política de Pueblos Indígenas para la incorporación de sus lenguas y sus culturas abordamos principios elementales en esta materia. En ese tenor, hacemos un llamado a las autoridades a aplicar la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial, junto con la Declaración de Derechos de Pueblos Indígenas de la Asamblea General de Naciones Unidas y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
El racismo y sus manifestaciones son contrarios a todos los principios que se manifiestan en la misión de la Universidad de Chile y en nuestra Política de Pueblos Indígenas, como institución pública al servicio de su sociedad, desde una visión pluralista y respetuosa con los derechos humanos. Es así que mostramos nuestra extrema preocupación por estas acciones, que no debieran tener cabida en Chile ni en el mundo, y que atentan contra los principios que defendemos. Solo el respeto y la educación en las culturas y las lenguas de los pueblos originarios y de todas y todos quienes viven en nuestro territorio, van a permitir que consolidemos el País que nos merecemos y que deseamos dejar a nuestros hijos(as) y nietos(as).
El Senado Universitario de la Universidad de Chile manifiesta su compromiso con esta tarea.