Primera línea sanitaria

La necesidad de contar con médicos familiares en la Atención Primaria de Salud evidenciada por la pandemia

La necesidad de contar con médicos familiares en la Atención Primaria
La estrategia de Testeo-Trazabilidad-Aislamiento frente a la pandemia ha sido encargada a la Atención Primaria de la salud, lugar de excelencia donde se desempeñan los médicos familiares.
La estrategia de Testeo-Trazabilidad-Aislamiento frente a la pandemia ha sido encargada a la Atención Primaria de la salud, lugar de excelencia donde se desempeñan los médicos familiares.
Entre 2009 y 2013 se entregaron 4 de 358 becas para la formación de médicos de familia, cifra que se elevó a 143 de un total de 2.669 entre el 2014 y el 2016, equivalente a 5,3 por ciento del total.
Entre 2009 y 2013 se entregaron 4 de 358 becas para la formación de médicos de familia, cifra que se elevó a 143 de un total de 2.669 entre el 2014 y el 2016, equivalente a 5,3 por ciento del total.
Los países con una atención primaria y comunitaria fortalecida han sido los únicos que han sido capaces de controlar el Covid-19 sin colapso de los sistemas de salud, señalan los expertos.
Los países con una atención primaria y comunitaria fortalecida han sido los únicos que han sido capaces de controlar el Covid-19 sin colapso de los sistemas de salud, señalan los expertos.

La Atención Primaria ha estado en el centro del debate debido a que se ha encargado a este nivel de atención ejecutar, a través del Testeo-Trazabilidad-Aislamiento, la estrategia para frenar la pandemia por Covid-19. Sin embargo, aún no es del todo visible la forma como se organizan sus unidades, más allá de los centros de salud familiar o los centros comunitarios de medicina familiar, y la importancia del rol que juegan los médicos especialistas de dicha área.

El pasado 6 de septiembre se conmemoró el día internacional de la Atención Primaria de Salud (APS), fecha que recuerda a la primera conferencia internacional de este nivel de atención sanitario en el mundo. Dicha cita planteó la necesidad de iniciar acciones urgentes a nivel gubernamental para proteger y promover la salud de todas las personas del mundo con plazo al año 2000. En nuestro país, un hito frente a este desafío fue la creación de la Medicina Familiar como especialidad en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile durante la década de 1980, la que mantiene hasta hoy una estrecha relación con la Atención Primaria.

¿Qué es la medicina familiar?

Durante el siglo XX, la medicina inició un camino de especialización que condujo al desarrollo de la medicina familiar como una disciplina propia. Su foco estaba en el trabajo integral, tanto clínico como organizativo, dentro de la Atención Primaria, lugar por excelencia en donde se desempeñan los médicos familiares.

El académico del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Universidad de Chile, Dr. Reinaldo Muñoz, plantea que las estrategias fundamentales de la medicina familiar son dos: “población a cargo y longitudinalidad de la atención en un continuo de salud/enfermedad. El continuo de salud es el más importante: mantener a la gente sana y enfrentar la enfermedad de la manera más precoz para poder intervenir sus factores de riesgo”, señala el Dr. Muñoz.

Al respecto, el académico de la Escuela de Salud Pública, Dr. Camilo Bass, explica que en Chile no se cumplen estos principios, ya que el sistema no lo permite: “Si en un centro de salud hay 40 mil personas y diez médicos no se define, por regla simple, que haya 1 médico para 4 mil personas, sino que son los 40 mil para esos diez médicos. No hay una cartera de pacientes y no se sigue a través del tiempo (longitudinalidad)” señala el Dr. Bass.

Distribución de médicos en Chile

En Chile, durante la década de 1980, se inició un proceso para traspasar los consultorios desde los servicios de salud a las municipalidades. Sin embargo, no fue hasta el 2003 que el Ministerio de Salud inició un tránsito de la Atención Primaria desde el modelo biomédico hacia uno de salud integral, familiar y comunitario, transformando los consultorios en Centros de Salud Familiar (Cesfam), transición que no se tradujo en un aumento de especialistas. Según el estudio de determinación de brecha de médicos generales y especialistas del Ministerio de Salud (2017), entre el 2009 y el 2013 se entregaron 4 de 358 becas para la formación de médicos de familia, cifra que se elevó para el periodo siguiente (2014-2016) a 143 de un total de 2.669, lo que equivale un 5,3 por ciento del total.

Con respecto a la baja formación, para el Dr. Muñoz hay un problema de desconocimiento de la población por la escasa presencia en los servicios públicos: “En general la gente no sabe lo que es un médico familiar porque hay muy pocos, y los que están no cumplen las funciones propias de la disciplina. Distinto sería el escenario si se aplicara el modelo centrado en la persona y no en la enfermedad, el constructo social señala que el médico está asociado al dolor y no al bienestar o el desarrollo de las personas y las comunidades”, aclara el Dr. Muñoz.

Las recomendaciones en promedio a nivel de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) establecen que debiera haber un médico de familia por cada 1.125 personas en la Atención Primaria. Para el Dr. Bass es importante generar cambios en el sistema que fortalezcan la APS y la formación de medicina familiar, de acuerdo con los resultados obtenidos por ciertos países en la emergencia sanitaria actual: “En tiempos de pandemia los países que desarrollaron estrategias de atención primaria y comunitaria son los únicos que han sido capaces de controlar al Covid-19 sin colapso de los sistemas de salud. Creo que el rol de los médicos de familia y comunidad sigue siendo más necesaria que nunca” señala el Dr. Bass.