Memoria y legado

U. de Chile recordó al poeta y estudiante José Domingo Gómez Rojas en el centenario de su asesinato

U. de Chile recordó a José Domingo Gómez Rojas a 100 años de su muerte
José Domingo Gómez Rojas fue una relevante figura del ámbito político y cultural de los primeros años del siglo XX, marcada por fuertes conflictos sociales.
José Domingo Gómez Rojas fue una relevante figura del ámbito político y cultural de los primeros años del siglo XX, marcada por fuertes conflictos sociales.
Tras su asesinato ha sido recordado como un mártir no sólo por la FECH sino también por el movimiento social.
Tras su asesinato ha sido recordado como un mártir no sólo por la FECH sino también por el movimiento social.
El parque ubicado frente a la Facultad de Derecho, donde cursaba estudios, lleva su nombre.
El parque ubicado frente a la Facultad de Derecho, donde cursaba estudios, lleva su nombre.

Activista cercano a la sección chilena de la "Industrial Workers of the World" (IWW) y a la Federación Obrera de Chile (FOCH), integrante de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, institución donde cursaba Literatura y Derecho, miembro de la Asamblea de la Juventud Radical y poeta reconocido, el joven José Domingo Gómez Rojas era una figura que sin duda no pasaba desapercibida.

Conocido como el "poeta cohete", sus versos sorprendían por su fuerza y su potencia a pesar de lo breve de su producción. A lo largo de sus 24 años de vida, truncados durante la represión de los grupos revolucionarios en el marco de la "guerra de don Ladislao" en el que se conoció como "proceso de los subversivos", produjo el libro "Rebeldías líricas", micropoemas, obras de teatro, textos como "Opera omnia" o poemas como "Miserere", entre otras.

Su carácter, que luego sería inmortalizado por escritores como José Santos Gonzalez Vera en su obra "Cuando era muchacho" y Manuel Rojas, es retratado por una anécdota durante su interrogatorio al que lo sometió el juez Astorquiza, quien le preguntó si era anarquista. "No tengo. señor ministro, suficiente disciplina moral para pretender ese título, que nunca mereceré", respondió.

Con motivo del centenario de su fallecimiento en la Casa de Orates de Santiago, a donde había sido trasladado desde la Penitenciaría luego de ser sometido a torturas y apremios junto a dirigentes de sindicatos obreros y organizaciones estudiantiles, la Universidad de Chile recordó su figura con dos actividades organizadas por el Archivo Central Andrés Bello de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones junto al Departamento de Literatura, y por la Facultad de Derecho.

Alejandra Araya, directora del Archivo Central Andrés Bello -organismo que resguarda parte del patrimonio del poeta incluido su cuaderno Opera Omnia y su última carta desde la Cárcel Pública de Santiago a su amigo Gustavo Sanhueza-, explicó en el foro "Rebeldías constituyentes: homenaje a cien años de la muerte del poeta José Domingo Gómez Rojas", que el centenario de la muerte del poeta "nos convoca en un momento constituyente. Estamos ad portas de un plebiscito en el que por primera vez podremos ejercer el voto en una consulta popular sobre la Constitución por lo que nos parecía que los contextos de 1920 y este 2020 tienen numerosas conexiones".

Alejandra Bottinelli, académica del Departamento de Literatura, destacó en la actividad que "José Domingo Gómez Rojas se instala como un actor muy relevante en la cultura y la política desde lo social, con mucha fuerza porque era muy expresivo de una cierta intelectualidad comprometida políticamente, pero que para ellos era mucho más evidente que la relación entre literatura, poesía especialmente, y lucha social, en un contexto de crisis social muy grande".

En la ocasión Bottinelli recordó que Gómez Rojas comenzó a escribir en plena juventud, cursando estudios en establecimientos públicos como la Escuela Superior de Hombres N°9 y el Liceo Barros Borgoño, así como en la Universidad de Chile, combinando la política y la literatura.

"Está en este contexto de crisis pasando desde la lectura pública en centros obreros, a sus clases nocturnas, a sus estudios en ambas carreras, a su participación en organizaciones de trabajadores, radicales y anarquistas. Ese tránsito es también un recorrido por la ciudad de un Santiago movilizado, similar al que pudimos ver en octubre pasado y que nos permite comprender mejor ese contexto. Su lugar como poeta funciona desde esta existencia social en crisis y para iluminar la profundidad de esa crisis", remarcó.

En la misma actividad Raymond Craib, historiador de la Cornell University, destacó el contexto internacional marcado por la revolución rusa, amplias protestas sociales en todo el mundo pero también una pandemia de influenza y viruela, comparando el "Proceso de los subversivos" con la semana roja de Barcelona en el mismo período. "El asesinato de Gómez Rojas es el tipo de evento con mayúscula, característico, que revela una verdad respecto a que la sociedad oligárquica no se rendiría sin luchar, y que el Estado llegaría a increíbles extremos para proteger sus intereses bajo el disfraz del orden".

Craib, autor de "Santiago subversivo 1920. Anarquistas, universitarios y la muerte de José Domingo Gómez Rojas", editado por LOM y traducido por Pablo Abufom, afirmó que "Gómez Rojas, su vida y también su muerte tuvo un profundo impacto en dos generaciones de organizadores, activistas, estudiantes, escritores, trabajadores chilenos, siendo el más famoso Neruda que comparó su asesinato con el de García Lorca en España. Pero también seguramente a un Allende, que después de todo era de la misma generación. Juan Gandulfo, Santiago Labarca, Manuel Rojas, Elena Caffarena, líderes políticos e intelectuales de las siguientes décadas, todos sentían la influencia de su muerte, vida y arte".

En tanto, el decano de la Facultad de Derecho, Pablo Ruiz-Tagle, destacó durante el segundo ciclo Cultura en Derecho "el canto al amor, al misticismo, a la muerte, a la soledad, a la desesperanza, que a mi juicio reúne lo mejor de sus destellos poéticos y que permanece hasta ahora con nosotros. Ahí está lo imperecedero, lo que no se pierde por su muerte temprana y que se queda con nosotros para siempre".

La muerte del estudiante y poeta impactó en la sociedad santiaguina más de lo que probablemente imaginaron sus captores. Cincuenta mil personas se reunieron para su funeral, y políticos e intelectuales chilenos y de América conocieron su historia y su obra, manteniendo vivo su recuerdo.

Quien fuera secretario de la IWW y permanente integrante de las tertulias y actividades realizadas en los salones del "Club de los Estudiantes", el destruido local de la FECH, hoy da nombre a un grupo de estudios, ha sido protagonista de diferentes investigaciones y libros, sus obras han sido recuperadas y reeditadas, el parque que lleva su nombre -al frente de la Facultad de Derecho- ha sido defendido ante quienes intentaron renombrarlo.

En una época marcada por el estallido social y el proceso constituyente, resuenan sus versos: "para los explotados de músculos broncíneos; para la juventud pléyade vigorosa; de los modernos días; ¡Para ellos! mis graznidos de cóndor altanero, ¡Para ellos! mis canciones y lamentos que son líricas rebeldías; sean para los jóvenes y para los obreros, estas arengas mías" (Proemio, "Rebeldías líricas").

Homenaje poético

En el marco de la actividad "Rebeldías constituyentes" se realizó una lectura poética colectiva de la pieza "Protestas de piedad" por parte de diferentes representantes de la comunidad universitaria, incluyendo al Rector Ennio Vivaldi; la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zeran; la presidenta de la Asociación de Académicos y Académicas, Kemy Oyarzún; la presidenta de la Federación de Funcionarios, Myriam Barahona, la diputada de la República y ex presidenta de la FECH, Camila Rojas; entre otros.