En base a modelo de análisis

Decano Raúl Morales describe comportamiento de la segunda ola de COVID-19 como un "tsunami pandémico"

Segunda ola de COVID-19 es descrita como "tsunami pandémico"
El decano Raúl Morales explicó que junto a su equipo han utilizado el "promedio móvil de diez días" para analizar el desarrollo del COVID-19 en el país.
El decano Raúl Morales explicó que junto a su equipo han utilizado el "promedio móvil de diez días" para analizar el desarrollo del COVID-19 en el país.
En conversación con el Dr. Gabriel León, indicó que "a esta segunda ola la he denominado un Tsunami Pandémico, pues estamos hablando de una ola gigantesca de contagiados que se seguirá expandiendo".
En conversación con el Dr. Gabriel León, indicó que "a esta segunda ola la he denominado un Tsunami Pandémico, pues estamos hablando de una ola gigantesca de contagiados que se seguirá expandiendo".
Sobre las vacunas, lamentó que "por no contar con una capacidad instalada, debemos depender de otros países para proveernos de este vital elemento para enfrentar la pandemia".
Sobre las vacunas, lamentó que "por no contar con una capacidad instalada, debemos depender de otros países para proveernos de este vital elemento para enfrentar la pandemia".

En una entrevista con el programa "RockStars" de la Radio Científica TXSPlus, el decano de la Facultad de Ciencias de la U. de Chile, Dr. Raúl Morales, afirmó que “la situación actual del COVID-19 está siguiendo el curso de un Tsunami Pandémico, tras la transformación de la segunda ola del verano en una más intensa y que será de un más extenso recorrido, lo que traerá aparejado un inminente colapso de nuestro sistema de salud, producto del incremento sostenido de un mayor número de contagios diarios”. 

En conversación con el Dr. Gabriel León, conductor del espacio, el decano Morales explicó que “para ver y analizar el desarrollo del COVID-19 en el país, hemos utilizado el concepto de promedio móvil de diez días”. Esta metodología permite visibilizar de mejor manera cómo se ha comportado esta pandemia en la población. “Así, pudimos apreciar claramente la estabilidad que tuvo la curva de lo que fue la primera ola, que alcanzó su peak máximo en junio de 2020. Sin embargo, durante todo el año pasado se llegó como mínimo a un valor de 1.500 casos diarios promedio móvil de agosto a principios de diciembre. Estos antecedentes demuestran la inapropiada conducta que ha tenido nuestra población”, señaló.

La autoridad universitaria agregó que en diciembre comenzó a dispararse la curva con la llegada de la segunda ola, al igual como ocurrió en Europa. “En enero se alcanzó el máximo, luego comenzó a bajar levemente, y a mediados de febrero nuevamente sube el número de casos diarios hasta ahora”.

Para analizar este comportamiento utilizaron el "ancho de banda medio", medida que se determina cuando se llega a la altura máxima del peak, dividiéndolo en la mitad. En la primera ola, ese ancho fue de aproximadamente 50 días. Hoy todavía no llegamos al máximo de contagios y ya hemos doblado la amplitud de la banda anterior. Por eso, agrega: “a esta segunda ola la he denominado un Tsunami Pandémico, pues estamos hablando de una ola gigantesca de contagiados que se seguirá expandiendo y que exigirá al máximo al personal y capacidades de nuestros servicios de salud, mucho más de lo que significó la primera ola”. Por ello, se requieren medidas urgentes y efectivas para detener esta catástrofe, advirtió el decano.

Ciencia contra la pandemia

En este contexto, el Dr. Raúl Morales destacó el rol fundamental que juega la ciencia para el desarrollo de un país. “A Chile le ha faltado más confianza en sus científicos y potenciar el desarrollo de la ciencia con mayor inversión como si lo han hecho los países europeos, Israel, China, Japón y Corea del Sur. Este hecho ha incidido en una falta de cultura científica en la población, lo que nos ha llevado a la compleja situación que hoy enfrenta el país”, comentó.

Por otra parte, manifestó que “la actual crisis sanitaria que vivimos debiera servir como lección para quienes dirigen el país. El ejemplo más claro, en estos momentos, lo representan las vacunas. Nosotros por no contar con una capacidad instalada, debemos depender de otros países para proveernos de este vital elemento para enfrentar la pandemia. Lamentablemente, no estamos preparados paras estas emergencias”.

El decano concluyó que la única forma de frenar el COVID-19 es evitar su expansión a través del confinamiento, pero lo que complica esta situación es la presencia de los asintomáticos, algo que no se había vivido con otras pandemias. Además, indica, aún no está muy claro cuánta inmunidad entrega la vacuna. “En este marco, en la Facultad de Ciencias estamos iniciando con nuestro Laboratorio de Inmunología un programa de chequeo de personas que se han vacunado para determinar cuántos anticuerpos generan después de 30 días”, detalló.

También destacó que “cuando a fines de marzo de 2020, se comenzó a hablar de la distancia social, mi laboratorio y equipo de trabajo planteamos que el distanciamiento físico no era una medida suficiente, ya que en los espacios cerrados el aerosol se puede extender hasta ocho metros. Una medida de este tipo sólo es aplicable en espacio abiertos”. Explicó, asimismo, que “el virus del COVID-19, a diferencia de otros virus que se oxidan cuando salen al aire o se destruyen por la radiación solar, es mucho más potente pudiendo permanecer por varios días en el ambiente externo al ser humano”. Añadió que esta razón hizo que el aerosol fuera unos de los elementos más trascendentes al momento de analizar los contagios.