Calidad de vida en la ciudad

Estudio propone contrarrestar contaminación acústica mediante gestión del paisaje sonoro en áreas verdes

Estudio propone contrarrestar contaminación acústica con áreas verdes
El estudio propone un criterio práctico para el reconocimiento y gestión de paisajes sonoros saludables.
El estudio propone un criterio práctico para el reconocimiento y gestión de paisajes sonoros saludables.

Science of The Total Environment, revista interdisciplinaria de medio ambiente de la editorial Elsevier, publicó los resultados de una investigación internacional que indagó en el potencial de los paisajes sonoros en áreas verdes públicas para contrarrestar las consecuencias nocivas del ruido urbano y generar efectos renovadores en la salud de la población. El estudio contempló el análisis de 21 plazas y parques de Chile, Argentina y Suecia, y propone un criterio práctico para el reconocimiento y gestión de paisajes sonoros saludables.

La publicación brinda lineamientos para la gestión pública y diseño de las áreas verdes urbanas, de modo que sus paisajes sonoros tengan la capacidad de ofrecer beneficios en la salud física y emocional de sus usuarios. Estos efectos restauradores de la salud son especialmente necesarios en las zonas dónde los niveles de ruido generados por el tráfico son elevados, como las áreas céntricas y cercanías de vías de alto flujo vehicular, ayudando de este modo a regular el estrés y a contrarrestar los efectos nocivos de la exposición al ruido de tráfico. De esta manera, por un lado es clave la adecuada distribución geográfica y equidad de acceso a las áreas verdes y, por el otro, la calidad de las mismas y sus paisajes sonoros.

Pablo Kogan, académico del Departamento de Sonido de la Universidad de Chile y uno de los autores de este trabajo, indica que “este criterio se basa en estudios previos que señalan que los sonidos de la naturaleza pueden generar bienestar y efectos positivos en la salud física y psíquica de las personas. Las experiencias inmersivas en paisajes sonoros naturales pueden ayudar en la recuperación del estrés, en un descanso más reparador, mejorando la concentración, en procesar las emociones, y en favorecer el pensamiento complejo y la planificación, entre otros beneficios”.

Cinco condiciones

El criterio plantea la evaluación de cinco condiciones que los parques urbanos deben cumplir para calificar como “HeReS”, lo que significa que sus paisajes sonoros son potencialmente renovadores de la salud. Las condiciones son: 1) Que en el ambiente estudiado predominen elementos naturales, como árboles, plantas, césped, lagunas o fuentes de agua; 2) Que los niveles de ruido tecnológico, como tráfico, maquinaria y celulares, sean muy bajos; 3) Que predomine la percepción de sonidos naturales por sobre el resto de los sonidos; 4) Que la valoración subjetiva del paisaje sonoro por parte de los usuarios sea alta (medido mediante la aplicación de un modelo perceptual validado) y; 5) Que exista coherencia entre las expectativas acústicas de los usuarios, el paisaje visual, el paisaje sonoro y la percepción olfativa.

Estas cinco condiciones fueron evaluadas a través de mediciones acústicas, grabaciones audiovisuales y encuestas realizadas en cada uno de los parques, de acuerdo a un procedimiento específico descrito en el artículo científico. El procedimiento indica los valores umbrales que debe alcanzar cada una de las variables consideradas para que los paisajes sonoros sean potencialmente renovadores de la salud. En ese sentido, uno de los grandes aportes del trabajo implica el sentar las bases para el diseño creativo e interdisciplinario del paisaje sonoro en áreas verdes, de acuerdo a lineamientos de bienestar y salud pública.

Colaboración internacional

"Development and application of practical criteria for the recognition of potential Health Restoration Soundscapes (HeReS) in urban greenspaces" es el título de este artículo publicado con indexación ISI (WoS) en el cuartil de mayor impacto internacional (Q1), que estará disponible de forma gratuita hasta el 14 de agosto. En él participaron, además de Pablo Kogan, Trace Gale, del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia de Chile; Jorge Arenas, del Institute of Acoustics de la U. Austral de Chile; y Claudia Arias, del Centro de Investigación y Transferencia en Acústica de Córdoba, Argentina. 

“Esta oportunidad integra al Departamento de Sonido en temáticas de vanguardia internacional que relacionan la disciplina con aspectos socio-ambientales y urbanos, generando impactos positivos en la calidad de vida, lo cual consolida los fundamentos académicos para la vinculación y la generación de políticas públicas en materia de medio ambiente sonoro”, comentó sobre esta experiencia el profesor Kogan.

Desde el Departamento de Sonido de la U. de Chile, en tanto, fue altamente valorada esta instancia de cooperación internacional y su alcance en políticas públicas. En esa línea, el profesor Guillermo Eisner, encargado de Extensión del Departamento, relevó la importancia de investigaciones de esta envergadura, argumentando que “esta publicación en particular es de muy alto impacto a nivel académico, y también en las propuestas que contiene respecto al mejoramiento de la calidad de vida, ya que responde al esfuerzo de varios investigadores y una serie de instituciones que financiaron la investigación tanto en Chile como en el extranjero”.

El proyecto fue desarrollado a otras instituciones nacionales, como la Universidad Austral de Chile (Instituto de Acústica) de Valdivia, el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP) de Coyhaique y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID); y extranjeras, como el Centro de Investigación y Transferencia en Acústica (CINTRA) de Córdoba, Argentina, la Universidad Tecnológica Nacional de Argentina, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) de Argentina, la Universidad de Lund de Suecia y la Comisión Europea.