Mes del corazón:

Recomendaciones desde la transdisciplina para prevenir enfermedades cardiovasculares en la población

Consejos transdisciplinarios para prevenir enfermedades cardíacas
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como enfermedades cardiovasculares a aquellas que constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como enfermedades cardiovasculares a aquellas que constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneo.
Director del Centro Avanzado en Enfermedades Crónicas y Académico de las Facultades de Ciencias Químicas Farmacéuticas y de Medicina de la U. de Chile, Sergio Lavandero.
Director del Centro Avanzado en Enfermedades Crónicas y Académico de las Facultades de Ciencias Químicas Farmacéuticas y de Medicina de la U. de Chile, Sergio Lavandero.
La Académica de la Escuela de Salud Pública y miembro del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de las Poblaciones (GTOP) de la U. de Chile, Lorena Rodríguez Osiac.
La Académica de la Escuela de Salud Pública y miembro del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de las Poblaciones (GTOP) de la U. de Chile, Lorena Rodríguez Osiac.
La OMS estima que las enfermedades cardiovasculares cobran cerca de 17,9 millones de vidas al año.
La OMS estima que las enfermedades cardiovasculares cobran cerca de 17,9 millones de vidas al año.
La candidata a doctora de la Escuela de Salud Pública e integrante de GTOP, Deborah Navarro Rosenblatt.
La candidata a doctora de la Escuela de Salud Pública e integrante de GTOP, Deborah Navarro Rosenblatt.
Jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias, Pablo Riveros.
Jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias, Pablo Riveros.
El tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y la hipertensión arterial son algunos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
El tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y la hipertensión arterial son algunos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

El tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y la hipertensión arterial son algunos de los principales factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, los cuales pueden ser modificables a partir de un estilo vida saludable. Sin embargo, especialistas de la Casa de Bello alertan la existencia de variables sociales y urbanas que deben ser atendidas para lograr una prevención real.

Los problemas en la salud

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica como enfermedades cardiovasculares a aquellas que constituyen un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, incluyendo cardiopatías coronarias, problemas cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas.

Sus principales factores de riesgo actúan de manera multifactorial para el desarrollo de la enfermedad. Estos pueden ser modificables, como los hábitos adquiridos, y no modificables, ya que incumben aspectos biológicos de cada persona.

Para el director del Centro Avanzado en Enfermedades Crónicas y Académico de las Facultades de Ciencias Químicas Farmacéuticas y de Medicina de la U. de Chile, Sergio Lavandero, “las enfermedades cardiovasculares son patologías inflamatorias complejas, de lenta progresión e incurables. Dada esta realidad, es muy importante prevenirlas mediante estilos de vida saludables, actividad física y control médico periódico. De hecho, si no nos cuidamos, ellas deterioran significativamente nuestra calidad de vida, en especial en los adultos mayores”, comentó.

De acuerdo con datos del Chinese Center for Disease Control and Prevention, el 51% de las personas contagiadas por COVID-19 que presentaron gravedad, padecían de alguna enfermedad crónica, mientas que un 40%, enfermedades cardiovasculares. Ante ello, el profesor Lavandero, añadió que “el COVID-19 es una enfermedad inflamatoria seria. Aún desconocemos por qué afecta en mayor grado a algunas personas, como los pacientes obesos, hipertensos y diabéticos. Por ello, el centro centinela MAUCO, se encuentra trabajando para averiguar la relación entre COVID-19 y estas comorbilidades. Nuestras investigaciones han revelado que la molécula receptora del virus (ACE2), con algunos péptidos específicos –como angiotensina-(1-9) y angiotensina-(1-7)-, tienen un papel central en la regulación de nuestro sistema cardiovascular. Por lo tanto, si el SARS-CoV2 ingresa a nuestras células induce su destrucción y altera la homeostasis cardiovascular”.

Un problema nacional y un abordaje multidimensional

La OMS estima que las enfermedades cardiovasculares cobran cerca de 17,9 millones de vidas al año. Por ello, desde 2009 Chile ha presentado especial interés en promover la salud de la población mediante la implementación de nuevas “Orientaciones técnicas para el programa de salud cardiovascular”, la “Ley de etiquetado frontal de advertencia de los alimentos y restricciones de su publicidad y venta en escuelas”, el “aumento de impuestos a las bebidas azucaradas” y “campañas de promoción de estilos de vida saludable”, entre otras acciones.

Ante ello, la Académica de la Escuela de Salud Pública y miembro del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad de las Poblaciones (GTOP) de la U. de Chile, Lorena Rodríguez Osiac, destacó que “además de apostar por la alimentación saludable y mantener una vida activa, es necesario comprender que la conducta de las personas se encuentra determinada por sus entornos. Por ejemplo, la disponibilidad y el acceso a alimentos saludables facilita o no el consumo de estos alimentos; el diseño de las ciudades debe ser atendido porque si las calles están en mal estado o no existen espacios seguros, no podemos incentivar a las personas a caminar o hacer ejercicio”.

La profesora Rodríguez Osiac, enfatizó que “también podemos ver esta situación en los escasos incentivos a la producción agrícola sostenible, el alto precio de algunos alimentos saludables como el pescado, y el exceso de publicidad de alimentos no saludables -a pesar de las restricciones existentes-, entre otros aspectos que forman parte de un complejo entramado que influye en los individuos y las poblaciones”.

A modo de complemento, la candidata a doctora de la Escuela de Salud Pública e integrante de GTOP, Deborah Navarro Rosenblatt, agregó que “las políticas públicas deben promover que el Estado facilite un estilo de vida saludable en todas sus dimensiones. Por ejemplo, con la subvención de frutas y verduras, e implementando impuestos a alimentos no saludables. Del mismo modo, es importante realizar prevención a través de todo el ciclo vital y desde etapas muy tempranas, cuidando la alimentación de la madre y el incremento de peso durante el embarazo. Incluso, antes que la mujer decida embarazarse y durante los primeros años de vida, es necesario abordar su salud con políticas que promuevan la lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses”.

De esta manera y formando parte de sus valores institucionales, la Universidad de Chile a través de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) y sus diversos cuerpos académicos, realizan un llamado a trabajar colaborativamente, entre diversas disciplinas y la movilización del conocimiento para abordar esta y otras problemáticas país y desafíos globales. En este sentido, el jefe de la Unidad de Redes Transdisciplinarias, Pablo Riveros, indicó que “temas como la salud cardiovascular requieren de una mirada que intersecten distintos tipos de saberes. En la universidad contamos con una riqueza de reflexiones que abordan temas complejos desde aristas inter y trasndisciplinarias para lograr que el conocimiento científico propicie cambios en las políticas públicas”.