Este primero de abril marcó un nuevo hito en la historia de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, tras el exitoso lanzamiento del cohete Falcon 9 de la compañía norteamericana Space X, vehículo aeroespacial que transportó tres satélites desarrollados por el equipo del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria de la Universidad de Chile (SPEL, por su sigla en inglés).
El envío de estos dispositivos es parte del proyecto SUCHAI-PLANTSAT, una constelación de tres satélites que, de acuerdo al académico responsable de SPEL, Marcos Díaz, está enfocado en investigar tanto los efectos de la contaminación lumínica en los observatorios de la zona norte del país, como en la supervivencia de plantas desérticas en condiciones espaciales. "Estoy muy emocionado, muy orgulloso de haber sido partícipe del equipo humano que trabajó en este proyecto. Muy esperanzado de lo que esto puede significar para el desarrollo científico local en el ámbito espacial", indicó el experto.
Este hito puso un énfasis en la necesidad de invertir y potenciar el desarrollo de las ciencias. Así lo expresó el Rector de la Universidad de Chile. "Hay quienes piensan que es mejor comprar la ciencia en otras partes, que sean otros los que la desarrollen (...) Ese es un error garrafal y esto hoy día lo demuestra", indicó.
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