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Científicos retoman desarrollo de nuevo tratamiento contra la esclerosis múltiple tras dos años de pandemia

Científicos retoman nuevo tratamiento contra la esclerosis múltiple
Rodrigo Naves
“El resultado fue eficiente en reducir los síntomas de la enfermedad en el tiempo y a dosis significativamente menores que la medicina actual", explica Rodrigo Naves sobre el desarrollo tecnológico presentado en el 2019.
Rodrigo Naves
Este 2022 el equipo retomó las indagaciones y proyectan resultados preliminares de nuevos ensayos y pruebas para fines del año en curso.

El año 2019 un equipo de investigadores de la Universidad de Chile dio a conocer los resultados de una promisoria investigación que permitió desarrollar una tecnología de alta eficacia para el tratamiento de la esclerosis múltiple. El estudio, encabezado por el investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, Rodrigo Naves, demostró la notable efectividad terapéutica de una nanoformulación que encapsula y conduce directamente al sistema nervioso central los actuales medicamentos existentes contra esta patología. 

De acuerdo al científico, los principales tratamientos actuales contra esta enfermedad tienen el problema de que son administrados por vía sistémica (vía oral e intravenosa) para solucionar un problema en el sistema nervioso central, tránsito en el que estos medicamentos se degradan. “Eso trae consigo muchas consecuencias adversas. Además son inyectables, lo que genera en los pacientes, con el tiempo, rechazo y comienzan a disminuir su adherencia al tratamiento. Por otro lado, requieren de varias dosis a la semana”, plantea Rodrigo Naves.

Lo innovador de este nuevo desarrollo tecnológico es que busca utilizar nanotecnología para encapsular moléculas del fármaco (Interferón B), las que pueden ser autoadministradas por los mismos pacientes vía nasal, medio directo para llegar al sistema nervioso central. Al respecto, el académico de la Universidad de Chile comenta que “el resultado fue eficiente en reducir los síntomas de la enfermedad en el tiempo y a dosis significativamente menores que la medicina actual, es decir, pudimos disminuir la frecuencia de la administración, pasamos de una administración diaria a una de una o dos veces a la semana”.

La tercera edición del Atlas de la Esclerosis Múltiple, publicada en septiembre de 2020, da cuenta de que a dicha fecha habían cerca de 2.8 millones de personas viviendo con esta enfermedad en el mundo. “1 de cada 3 mil personas en el mundo viven con EM”, destaca el informe. En Chile, las últimas cifras señalan que hay cerca de 3 mil personas afectadas con esta patología crónica.

El alto costo de los medicamentos es uno de los principales problemas de esta enfermedad. Si bien en nuestro país el tratamiento está cubierto dentro de las patologías GES y por la Ley Ricarte Soto, lo que ha beneficiado directamente a los y las pacientes, significa un alto gasto para el Estado, dado que al ser una afección crónica implica costear terapia de manera permanente.

Es en este contexto que toma importancia el tratamiento formulado por Rodrigo Naves junto a los investigadores Luis Gonzáles y Felipe Oyarzún. No obstante, pese a los promisorios resultados obtenidos en 2019, la irrupción del Coronavirus significó detener todas las investigaciones relacionadas ante las restricciones que impuso la pandemia. Sin embargo, este 2022 el equipo retomó las indagaciones y proyectan resultados preliminares de nuevos ensayos y pruebas para fines del año en curso.

Esclerosis Múltiple y su relación con el diseño de vacunas contra el COVID-19

En enero de 2021, la revista Science publicó un estudio sobre el desarrollo de una nueva terapia contra la esclerosis múltiple basada en el diseño de las vacunas implementadas contra el SARS-CoV2 por los laboratorios BioNTech y Pfizer. El doctor Naves explica que esta terapia se basa en la generación de un ácido ribonucleico (ARN) mensajero, material genético que lleva el mensaje para producir una proteína. “Ellos lo que hicieron fue encapsular, a diferencia de nosotros. No es un fármaco, no es una proteína completa, sino que es el ARN mensajero, es la molécula que codifica para la proteína, por eso se dice que es muy similar a la vacuna que se usa para el COVID. Es otra manera más moderna de hacer vacunas”.