De acuerdo al último Monitoreo de Escuelas en Pandemia:

7 de cada 10 directores perciben deterioro en bienestar emocional de estudiantes de enseñanza media

Perciben deterioro en bienestar emocional de estudiantes secundarios
Escuelas Pandemia
De acuerdo al reporte, un 72% de las y los directores percibió un deterioro en el bienestar emocional de las y los estudiantes de enseñanza media en relación a los niveles pre pandemia.
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En comparación a julio, hubo un aumento en el porcentaje de establecimientos que reportó percibir niveles de violencia peores a los del 2019 (36% versus 29% de julio).
Juan Pablo Valenzuela
“Los desafíos de bienestar socioemocional van de la mano de la recuperación de los aprendizajes, no son dimensiones independientes de los enormes efectos que la pandemia ha tenido”, afirma Juan Pablo Valenzuela.

El bienestar emocional, la violencia y la salud mental de docentes y estudiantes, especialmente entre los de enseñanza media, son las principales preocupaciones de los establecimientos educativos. Este es una de las conclusiones de la Encuesta Nacional de Monitoreo Educacional, elaborada en conjunto por investigadores del CIAE de la Universidad de Chile y de la Escuela de Gobierno y el Instituto de Sociología de la Universidad Católica, en colaboración con el Centro de Estudios del Ministerio de Educación.

La encuesta refleja la situación actual de los establecimientos escolares del país entre el lunes 29 de agosto y el viernes 2 de septiembre de 2022 y fue respondida por 1.129 establecimientos (el 13,2% del universo total y con características similares a este universo). De acuerdo al informe, un tercio de las y los directores reportó como principal desafío los problemas de convivencia o violencia entre estudiantes y la ausencia de docentes. Además, en comparación a julio, hubo un aumento en el porcentaje de establecimientos que reportó percibir niveles de violencia peores a los del 2019 (36% versus 29% de julio).

En cuanto al bienestar y salud mental de las y los estudiantes, si bien las cifras son levemente mejores que en el primer semestre (cuando se llegó el 80%), aún el 66% de las y los directores percibió un deterioro en el bienestar emocional de las y los estudiantes en relación a los niveles pre pandemia. Este porcentaje es mayor al considerar a los estudiantes de enseñanza media: el 72% de las y los directores percibe un deterioro en su bienestar emocional. Sobre este punto, entre el 48% y 65% de los establecimientos reportan que síntomas como la irritabilidad, intolerancia, desinterés, tristeza y soledad de los estudiantes están peor que en el 2019, sobre todo entre los de enseñanza media. Las hospitalizaciones por salud mental también reflejan una situación preocupante en enseñanza media: un 34% de los recintos estaría peor en este ámbito al compararlo con 2019.

Si bien nuestras cifras solo reportan percepciones de directores y directoras, sus reportes con respecto a la salud mental de estudiantes son alarmantes. Las causas pueden ser múltiples, por lo que es necesario profundizar más en este tema para dar la respuesta adecuada desde la política pública”, explica la investigadora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, Susana Claro.

Juan Pablo Valenzuela, director del CIAE de la Universidad de Chile y uno de los autores del estudio, plantea que “los desafíos de bienestar socioemocional van de la mano de la recuperación de los aprendizajes, no son dimensiones independientes de los enormes efectos que la pandemia ha tenido”.

A la salud mental de los estudiantes se suma la de los propios docentes. El 57% y 61% de los directores y directoras encuestados percibe que el bienestar socioemocional y la salud de estos profesionales está peor a la del 2019, respectivamente. Por ello es que señalan que los problemas de convivencia o violencia entre estudiantes y la ausencia de docentes vuelven a ser los principales desafíos en agosto (el 32%-33% los identificó como los más importantes).

“Los establecimientos están implementando múltiples estrategias para mejorar la salud mental y bienestar socioemocional de los estudiantes, así como también un alto porcentaje de escuelas y liceos están aplicando los recursos que ha desarrollado el Ministerio de Educación para su apoyo. Sin embargo, es indispensable redoblar los esfuerzos, pues el deterioro de estos aspectos sigue afectando a casi dos de cada tres colegios del sistema educativo”, indica Juan Pablo Valenzuela.

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, enfatiza que la salud mental y el bienestar socioemocional de los estudiantes y comunidades educativas han sido parte de las principales preocupaciones desde que asumió la cartera en el mes de marzo. “La convivencia, la salud mental y el bienestar son elementos clave para que las y los estudiantes se desarrollen integralmente. Por eso, este tema es uno de los cinco pilares de nuestra Política de Reactivación Educativa Integral ‘Seamos Comunidad’, la cual busca responder a los desafíos que dejó la pandemia en nuestro sistema educativo, y que contempla  acciones para fortalecer el enfoque formativo en convivencia escolar. En este contexto, estamos iniciando un plan de intervención de casos críticos de convivencia y violencia escolar en 60 comunas del país, estamos entregando formación a docentes y asistentes de la educación y estamos reforzando el Programa de Habilidades para la Vida, de Junaeb”, detalla.

Se mantiene la inasistencia

El reporte también da cuenta de que la asistencia y desvinculación de estudiantes no han experimentado variaciones, manteniéndose la asistencia de las y los estudiantes en torno al 76% y el porcentaje de estudiantes que no tuvo contacto la última semana con su establecimiento en 2,9%, lo que equivale a cerca de cien mil escolares. Susana Claro explica que esta cifra se ha mantenido en lo que ha transcurrido de este año. “Seguimos preocupados por la baja asistencia que se ha mantenido durante el semestre. Una asistencia baja puede afectar la trayectoria de un estudiante incluso años después de ingresar al mundo laboral”, señala.

Por su parte, el ministro Ávila plantea que, debido a la pandemia, este año “hemos tenido una asistencia poco regular, lo cual es sumamente grave, pues la presencialidad de la educación es irreemplazable. Por eso, queremos pedirles encarecidamente a todas las familias que envíen a sus hijos e hijas a los establecimientos educacionales, para así reactivar los aprendizajes y retomar el desarrollo integral de las y los estudiantes. El desafío es tan grande y relevante para el futuro de niños y niñas, que necesitamos el compromiso de todos y todas”. Una ayuda, en este sentido, será el cambio en el protocolo de COVID en los establecimientos, ya que desde el 1 de octubre fueron eliminados los aforos y ya no habrá automáticamente suspensión de clases ante alerta de brotes.